domingo, 4 de abril de 2010

FILOSOFIAS EN LAS QUE SE FUNDAMENTA NUESTRO MUNDO

Por:J.N.Robles Olarte
En verdad son dos las filosofías en las que se basa nuestro mundo occidental. Ellas son 1) la del amor o filosofía del dar y 2) la del obtener o camino de la vanidad, del egoísmo, hostilidad y resentimiento.
El primer hombre, Adán, después de haber sido engañado por Satanás, vía su esposa Eva, se volvió hacia el camino del obtener, de la codicia y de la envidia. Éstos caminos de vida, que se practican entre la humanidad , no son caminos que se HEREDEN sino que se ADQUIEREN.
Ninguno de nosotros ha heredado ese “camino del obtener” vía Adán. Él no fue creado con esa actitud sino que la adquirió por intermedio de Satanás. Es así cómo en éstos días mal llamados de “semana santa”, observamos la grotesca práctica pagana de rendir culto y homenaje a uno que no es “dios”, y menos “hijo del CREADOR” del universo: YHWH. No olvidemos que las “características adquiridas” en nuestro transitar por éste mundo no son hereditarias. Y es por ello que vale la pena poner como ejemplo el hecho de que los s bebés Hebreos han sido circuncidados por casi más de cuatro mil años y, aún así, los bebés que han seguido naciendo no han nacido circuncidados. De igual forma los hijos de una persona que haya adquirido el “ser justos”, por la gracia de nuestro Creador, no habrán de nacer con tal naturaleza, sino que ellos habrán de ejercer tal cualidad previa aceptación y ejercicio de la misma siendo obedientes a Sus estatutos, preceptos, mandatos y leyes establecidas por Él en Sus Escrituras. Podemos afirmar sin caer en error que aquéllos que son llamados por el Creador, y se arrepienten de verdad y sinceridad, vendrán a ser portadores, y cumplidores de Su Camino. Digamos que Adán y Eva, al haber hecho la elección errada, inspirada por el mismo Satanás, la ADQUIRIERON de ella; de tal forma que toda la familia humana la ha sabido adquirir después de haber sido nacidos de Satanás mismo.
Mientras permanezcamos en éste engaño, la humanidad seguirá como hasta ahora se ha conducido: demostrando y viviendo temores, penas, y toda clase de desgracias personales como también las constantes desgracias que se suceden en nuestro medio ambiente natural.
Todo ser humano, desde la concepción misma, no tiene per se una “naturaleza humana”, sino un “espíritu” en sí mismo, el cual se manifiesta en la forma de una “esencia” y no un “alma” o “fantasma espiritual” que le imparte el poder del intelecto a su cerebro humano. Ese mismo espíritu se le inyecta, por así decirlo, a todo nuevo ser humano al ser formado, en su concepción, al unirse el esperma masculino con el huevo femenino. Éste “espíritu” reside, esencialmente, en el lóbulo frontal de todo cerebro humano. Este es el que da a todo cerebro humano su “intelecto”. Por tal razón nos diferencia del cerebro animal porque éste no tiene “intelecto” sino “instinto”. Dos cosas totalmente diferentes. Éstas características las provee nuestro Creador y no la “evolución”, en el momento mismo en el que somos engendrados, en el útero de nuestra madre, por acción del esperma de nuestro progenitor.
Todo ser humano puede, perfectamente, escoger la vida abundante y no estar o permanecer en el estado o naturaleza de Satanás. A diferencia de la forma como razonan las religiones del mundo, la OBEDIENCIA es, en realidad, una ELECCIÓN PERSONAL y no un SENTIMIENTO irracional.
En tanto que cada uno de nosotros responda, en una forma positiva, nuestro ETERNO CREADOR continuará sintonizando Su espíritu en el hombre en SU propia longitud de onda.
¡Hagamos la prueba y lo podremos confirmar!

Medellín, Abril 1ro. de 2010