sábado, 25 de octubre de 2014

Estudios Bíblicos basados en las Sagradas Escrituras Hebreas


C Á P S U L A S
L X X I

Por: J.N.Robles Olarte



El profeta Isaías, en su libro, nos habla en nombre del Eterno y nos dice que los escogidos por ÉL somos sus TESTIGOS, que nos ha escogido para que creamos y entendamos que Él es ese YO SOY de las Escrituras; que fuimos llamados para hacer conocer al mundo que NO existe otro fuera de Él; que es AQUÉL que formó todo y que fuera de Él no hay otro SALVADOR (Isaías 43:10 al12). En su capítulo 43, verso 1, hace referencia de ese Ser Supremo  -al Creador de los hijos de Israel-  quien habla en primera persona, especialmente en estos “días del fin”, cuando la profecía se está cumpliendo ante nuestros propios ojos.  Las condiciones que podemos observar, tanto en Israel como en todo el mundo, es que se está fraguando algo que nos está conduciendo hacia el final glorioso de la redención de los hijos de Israel, del pueblo Hebreo, y de todo el mundo sumido en la ignorancia espiritual.  Lo anterior se efectuará mediante la manifestación de grandes milagros que servirán de testimonio para todas las naciones del mundo, así como también el tan nombrado regreso de Israel a su tierra original, la Tierra Santa!  En el libro de Oseas se nos ratifica o siguiente, “Yo Soy el Eterno Creador, el Santísimo de Israel, desde la tierra de Egipto, no conoceréis otra deidad fuera de Mí, porque NO EXISTE otro Salvador fuera de Mí” (Oseas13:4)
¿Cuánto tiempo más habrá de necesitar el Eterno Creador afirmarnos que  Él  es el ÚNICO ALTÍSIMO, la Roca, y el Salvador de Israel, y de todo el mundo?  A todo lo largo de la historia del pueblo Hebreo   -Sus hijos-   pocos han sido los que han podido entender lo que los Profetas afirman en relación a la verdad de que Él, el Hacedor, es la ROCA, y que fuera de Él no existe otro SALVADOR!  Él mismo NO lo conoce! Él es el Santísimo de Israel, el ÚNICO! (Isaías 43:10 al 12).  El profeta Isaías creyó absolutamente todo lo que el Eterno le dijo; de otra forma no hubiese consignado en su libro tal afirmación. Tal afirmación no sólo se encuentra en Isaías, sino en otros libros que constituyen el Nevi´im, es decir los libros que conforman tanto los Profetas Menores como los Profetas Mayores.!
Deberíamos saber que el Creador, el Padre de los hijos de Israel, y creador de los cielos y la tierra, es un Creador celoso (Deuteronomio 4:5), que como tal NO CEDE Su Gloria a ninguno (Isaías 42:8), y que desea que Su pueblo sea fiel a Él en todo Camino por Él indicado en Su palabra..  Es fácil para nosotros amar la madre, el padre, al hermano, hermanas e hijos; aún a nuestra nación de origen.  Pero cuando nos referimos a Eterno, el Creador invisible, Creador del que sólo hemos oído por boca de nuestros padres y a través de las historias que se nos han contado, con el que no tenemos una relación personal y directa, con quien sólo nos relacionamos por Su Palabra escrita, la cosa tiene otro cariz. Es entonces cuando consideramos que n es real, que nada tiene que ver con nosotros. Por tal razón, mantengamos un permanente recuerdo de lo que nos aconseja  Éxodo 20:3 al 5.
No nos cansaremos de ATALAYAR a nuestros hermanos Hebreos de mundo!  “Oíd la palabra del Eterno, o hijos de Israel, porque el Creador tiene una contienda con los habitantes de la tierra, por cuanto NO HAY VERDAD y NO HAY MISERICRDIA, y NOEXISTE EL CONOCIMIENTO acerca del hacedor de la tierra.  El jurar y el negar lo ya jurado, el asesinar, el hurtar, y el adulterar prevalecen, y un delito de sangre sucede a otro.  Por eso se marchitará la tierra   -como sucede hoy día--   , y cuantos habitan en ella desfallecerán juntamente con las bestias del campo, las aves del cielo, y hasta los peces de la mar perecerán…Mi pueblo será DESTRUÑÍDO POR FAL DEL conocimiento espiritual correcto…Yo te rechazaré para que NO SEAS MI SACERDOTE, puesto que te has olvidad de la Ley y de tu Creador…”(Oseas 4:1 al 3 y 6).
El Creador nos dice, por intermedio de Jeremías, que debemos volvernos a Él para que Su ira no recaiga sobre nosotros, que Su ira no durará para siempre y que nos habrá de proveer de pastores según Su corazón, quienes nos alimentarán con el verdadero conocimiento y dándonos entendimiento. (Jeremías 3: 14 al 15).  El resultado de éste retornar a Él, y a Su Palabra, Sus Leyes, hará posible que nos pueda llevar a la Tierra Prometida, a Sion, donde nos estarán esperando pastores con el conocimiento correcto de Su palabra, encontrando allí la comprensión respectiva y necesaria de toda Palabra que ha salido de los labios del Creador.. Éste conocimiento tendrá que ser adquirido por todos y cada uno de los hijos de Israel, los que han estado extraviados siguiendo a otros salvadores, creación del hombre!. Éstos serán Pastores conforme al corazón de nuestro Padre y Creador, así como lo fueron Abraham, Moisés, David, y el profeta Jonás quienes siempre recurrieron a Él para dejarse guiar por el camino correcto!
La frase “Historia de la Profecía” suena como una contradicción de términos. Alguien, alguna vez, dijo que “la Profecía es la historia escrita por adelantado”,  Lo contrario sería más bien, “la Historia es lo que ya se ha vivido”. No es ello un embrollo  de confusiones, especialmente si se llega a comprender que la profecía no es nada más que las promesas de un ALTÍSIMO, Perdurable, y Poderoso Creador que nunca habrá de cambiar o se habrá de reemplazar.  Por tanto, cualquier cosa que Él haya dicho al comienzo de la creación del hombre, es verdad aún hoy día.  Si nuestro Creador habló sólo una vez algo, aún está o tiene efecto ya sea que lo dicho, sea Ley, Mandamiento o Juicio, u otra cosa, lo dicho hará ÉL que sea una realidad en su respetivo tiempo.
Lo que haya prometido hacer, bueno o malo ante los ojos del hombre, tiene su fundamento en Su justicia, Su amor, y Su propósito
La razón por la cual usemos más el gentilicio “Hebreo” por el de “Israelita”, se basa en el hecho histórico de que Abraham formó parte de aquél grupo,  y se le llama “hebreo” en Génesis 14:13.  Éste grupo, digámoslo así, tuvo una cierta “religión” que llamaremos “La Fe Hebrea”, fe que no tiene ninguna relación si con el Judaísmo, y menos aún con el Cristianismo, ni ningún otro grupo mayoritario de creyentes ortodoxos.  Existe en nuestra Fe Hebrea una continuidad en su misma historia, de aquélla “religión” del grupo constituido por Hebreos.  Ésta continuidad se puede afirmar que llega hasta la muerte de José. Y a partir de su muerte la misma historia nos demuestra que ha habido cambios e infidelidades que nos han llevado a las tragedias que hoy vivencia el mundo y notros como pueblo.
Cuando Abraham nació, sólo Nahor, Peleg y Noé habían muerto de todos aquéllos que se mencionan después del Diluvio.  Todos los demás estaban vivos aún.  En realidad, Noé murió dos (2) años  antes que naciera Abram.  Cuando joven, éste, con toda seguridad, oyó hablar a su abuelo SEM dar explicaciones acerca de la religión de YHWH, del Creador, cuyo nombre es el Eterno (Éxodo 6:3).  En realidad, es la única fe religiosa de las Escrituras,.  Ésta fe religiosa se centra alrededor de la UNICIDAD de nuestro Hacedor, y de nuestra relación con Él, como bien lo explican los primeros cuatro (4) de los Diez mandamientos de nuestro Padre!
Se puede afirmar que los DIEZ MANDAMIENTOS  no fueron escritos hasta los días de Moisés.  Ello es cierto hasta cierto grado  porque los mismos fueron conocidos y practicados amplia y fielmente desde Adán hasta José. Lo anterior lo Ratifica la afirmación que en Malaquías 3:6 leemos, “Porque YO, el Eterno, NO CAMBIO:::”, y no cambia por la sencilla razón de que Él, que es ETERNO,  NO PUEDE CAMBIAR.  Sólo lo físico, lo temporal, lo material, cambia; ésta es  una característica fundamental y cierta de toda materia-¡Toda materia cambia y se transforma¡
Isaac, el hijo de Abraham, nació en el 2100 A.M. (Adoni Moni o Año del Mundo) cuando éste tenía 100 años de edad y Selah, Sem y Eber estaban aún vivos. Eber o Heber murió dos (2) años después que Abraham, de tal forma que todos los patriarcas prácticamente  vivieron en ese mismo tiempo.  Isaac murió un (1) año antes que muriese su nieto José y llegara a ser el segundo, en autoridad después de faraón de Egipto..  Jacob, el hijo de Isaac, nació en el 2148 A.M. y tenía 15 años cuando murió Sem.  José, el hijo de Jacob, Israel, nació en el 2259 A.M., y murió en el 2369 A.M.  Hasta ese momento la práctica religiosa o fe practicada por los Hebreos era estable, y permaneció así hasta 144 años más cuando el pueblo de Israel, esclavos en Egipto, fueron liberados de su cautividad vía Moisés y por expresa voluntad del Creador.  Así es cómo, después de la muerte de José, el último de los Patriarcas, los Hebreos o Israelitas se fueron hundiendo en la completa idolatría, perdiendo, poco a poco, la práctica religiosa de sus ancestros!
Éste grupo se mantenía en contacto dada su fidelidad para con el Creador;  actitud que sirvió como una razón de vivir y agradarLe, apoyándose unos con otros y al contacto real y permanente con el YHWH mismo, el Creador de todo!  Lo anterior fue la causa por la que nada había que escribir, puesto que TODOS estaban en un común de acuerdo con respecto a los Preceptos, Mandatos y Leyes del Creador.  Con la muerte de José se da el hecho de que ésta continuidad de fe religiosa de inicio a la disminución de su fidelidad y conocimiento del verdadero Creador.  No tenga por seguro que las demás naciones no sabían de la  antigua fe Hebrea! No. Todo lo contrario, lo sabían perfectamente pero, como es la tendencia humana natural influenciada por Heylel, se fueron por sus propias prácticas religiosas, y costumbres paganas que aprendieron de sus vecinos, como sucedió con el notable caso de NIMROD, a quien SEM; tuvo que ordenar le mataran porque estaba intentando hacer creer a los demás que él era el mismo Creador! (Génesis 10:8 al 9)
Las naciones del mundo sabían de los Patriarcas y de sus creencias,  pero se rebelaron contra tales enseñanzas y prácticas. Por ello la adversaria jurada de la humanidad, Heylel, se ha valido de la naturaleza humana ara abrir espacio a toda esa gama de religiones de factura humana, para llevarlos por el camino del pecado y la rebelión.  De ésta forma ella cambió, modificó y mistificó, poco a poco, todo lo de la verdadera historia y enseñanzas  de nuestros Patriarcas, dando nacimiento a esa variedad múltiple de religiones.  Una de ellas, la más antigua, fue la de hacer creer en una “vida eterna” vía la resurrección de un hombre, Helenizada por los Griegos, para hacer de ello un “alma inmortal” por el derramamiento de sangre humana como sacrificio grato a los ojos de un dios falso y sediento de la misma.  Todo ello fue escrito mucho antes de que Moisés fuese inspirado a escribir la Torah! Lo que ha seguido es ya historia escrita en muchos libros con el propósito de desviar la humanidad por el camino de la rebelión e infidelidad.  Han olvidado tozudamente todas las palabras del creador, “…que Yo estoy e medio de mi pueblo Israel, que Yo soy el terno, vuestro Creador, y que no existe NINGÚN otro, y vendrá el día cuando Mi pueblo no será NUNCA MÁS avergonzado” (Joel 2:27)
Cuando lo ya expuesto por Joel sea una realidad ineludible, será cuando el Eterno nos dirá, “Derramaré Mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos e hijas, vuestros ancianos soñarán sueños y vuestros jóvenes verán visiones; también sobre vuestros siervos y siervas derramaré Mi Espíritu, y manifestaré maravillas en los cielos y en la tierra: sangre y fuego y columnas de humo, el Sol estará en tinieblas, y la Luna en sangre.  Esto último se dará antes que suceda “aquél grande y espantoso día de el Eterno Creador””(Joel 3:1,2,4).”Pero el que invoque el nombre Mío será salvo, y habrá salvación también en Sión y Jerusalém” (Joel 3:5)
¿Hasta cuándo vamos a estar alejados de nuestro Creador y de Su palabra?  ¿Hasta qué momento nuestra irreflexión permanecerá en nuestros corazones para poder llegar a obtener la verdad, Su verdad, consignada como está en Sus Sagradas Escrituras?   Hermanos hebreos queridos, o no hebreos, atendamos Su llamado amoroso y démosle cabida, en nuestros corazones, a Sus instrucciones de amor y misericordia, “Escuchad la palabra que el Eterno Creador ha hablado contra vosotros Oh Israel, contra toda la estirpe que hice subir de Egipto. A Vosotros sólo He conocido de ente todas las parentelas dela tierra, por tanto os castigaré por todas vuestras iniquidades…castigaré los crímenes de Israel.” (Amos 3, 1,2,14)