sábado, 11 de agosto de 2012
DOS FILOSOFÍAS EN LAS QUE SE FUNDAMENTE EL MUNDO.
Son, en verdad, dos las filosofías en las que se basa éste mundo occidental
. 1) la del amor o filosofía del dar, y 2) la del obtener o el camino de la
vanidad, del egoísmo, el de la hostilidad y el resentimiento. Adán, el primer
hombre, después de haber sido engañado por Satanás a través de su esposa Eva,
se volvió hacia el camino del obtener, el de la codicia, el de la envidia.
Éstos caminos de vida, si es que así se pueden llamar, no se heredan sino que
adquieren.
Ninguno de nosotros, de los que hemos venido al mundo, hemos “heredado” nada maligno. Nacimos, se puede decir con absoluta seguridad, prístinos, sin pecado original alguno. Aún más, la misma Heylel, Satanás, fue creado perfecta, la mejor obra que el Eterno haya podido crear, con los mejores atributos que Él le pudo dar, casi, se podría decir, su complemento en Su labor de Creación. Pero se sublevó, se levantó contra Su Creador porque consideró que podría ser igual que Él¡
Es así como, en éstos días mal llamados de “semana santa” observamos la grotesca práctica pagana de rendir homenaje a uno que no es “creador” y menos hijo del Creador del Universo: YHWH ¡
No olvidemos que las “características” adquiridas en nuestro transitar por éste mundo no son hereditarias. Vale la pena poner como ejemplo el hecho de que los bebés Hebreos han sido circuncidados por casi más de cuatro mil años, y aún se siguen circuncidando ya que no nacen incircuncisos por el mismo hecho anterior. De igual forma, los hijos de una persona que haya adquirido una conducta justa y correcta, no es razón para que su posteridad sea igual que él.
Esa actitud o conducta se aprende guardando los Preceptos, Mandatos y Leyes del Creador. Podemos afirmar que aquéllos que han sido llamados por Él, y se arrepienten de verdad cuanto caen en pecado, aprenden a ser obedientes ¡
Nos diferenciamos de los animales precisamente por ese aspecto tan importante como es el de ser “pensantes”, y con la habilidad de poder tomar decisiones. Es la aplicación perfecta del “libre albedrio”, sólo que algunos ha decidido no tomar las decisiones más correctas. Los animales tienen sólo “instinto”, algo totalmente diferente a tener “intelecto”, algo exclusivo del ser humano y, por supuesto de la creación angelical primigenia que también lo poseen.
Todo ser humano puede, perfectamente, escoger la vida y no estar sujeto a la mala naturaleza de Satanás. A diferencia de la manera como razonan las religiones del mundo, la OBEDIENCIA es una ELECCION PERSONAL y no un sentimiento. En tanto que cada uno de nosotros responda de una forma positiva a Su llamado, el Eterno continuará sintonizando el espíritu del hombre a Su longitud de onda. ¡Hagamos la prueba y lo podremos confirmar!
Ninguno de nosotros, de los que hemos venido al mundo, hemos “heredado” nada maligno. Nacimos, se puede decir con absoluta seguridad, prístinos, sin pecado original alguno. Aún más, la misma Heylel, Satanás, fue creado perfecta, la mejor obra que el Eterno haya podido crear, con los mejores atributos que Él le pudo dar, casi, se podría decir, su complemento en Su labor de Creación. Pero se sublevó, se levantó contra Su Creador porque consideró que podría ser igual que Él¡
Es así como, en éstos días mal llamados de “semana santa” observamos la grotesca práctica pagana de rendir homenaje a uno que no es “creador” y menos hijo del Creador del Universo: YHWH ¡
No olvidemos que las “características” adquiridas en nuestro transitar por éste mundo no son hereditarias. Vale la pena poner como ejemplo el hecho de que los bebés Hebreos han sido circuncidados por casi más de cuatro mil años, y aún se siguen circuncidando ya que no nacen incircuncisos por el mismo hecho anterior. De igual forma, los hijos de una persona que haya adquirido una conducta justa y correcta, no es razón para que su posteridad sea igual que él.
Esa actitud o conducta se aprende guardando los Preceptos, Mandatos y Leyes del Creador. Podemos afirmar que aquéllos que han sido llamados por Él, y se arrepienten de verdad cuanto caen en pecado, aprenden a ser obedientes ¡
Nos diferenciamos de los animales precisamente por ese aspecto tan importante como es el de ser “pensantes”, y con la habilidad de poder tomar decisiones. Es la aplicación perfecta del “libre albedrio”, sólo que algunos ha decidido no tomar las decisiones más correctas. Los animales tienen sólo “instinto”, algo totalmente diferente a tener “intelecto”, algo exclusivo del ser humano y, por supuesto de la creación angelical primigenia que también lo poseen.
Todo ser humano puede, perfectamente, escoger la vida y no estar sujeto a la mala naturaleza de Satanás. A diferencia de la manera como razonan las religiones del mundo, la OBEDIENCIA es una ELECCION PERSONAL y no un sentimiento. En tanto que cada uno de nosotros responda de una forma positiva a Su llamado, el Eterno continuará sintonizando el espíritu del hombre a Su longitud de onda. ¡Hagamos la prueba y lo podremos confirmar!
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