martes, 20 de diciembre de 2011


C Á P S U L A S X C I I I



Por: J. N. Robles Olarte



Los Cristianos suelen manifestar que “DIOS” tiene muchos nombres y que podemos dirigirnos a Él con el nombre que se desee. Aún así y aplicando circunstancias diferentes, los Cristianos también manifiestan que “si se cambia el nombre de algo, se cambia la persona, cosa u objeto”, y ello se manifiesta con certeza en las festividades Cristianas de las Navidades, Pascua Florida, la Resurrección, el Bautismo, el Pan y el Vino, hablar en Lenguas. La Cuaresma y muchas otras más costumbres religiosas de la Iglesia de Roma. Todas éstas festividades provienen DIRECTAMENTE del vulgar paganismo que ellos practican, y que nada tienen que ver, ni tienen relación alguna con las Festividades anunciadas por nuestro Eterno Creador en Su palabra, las Sagradas Escrituras Hebreas. Manifiestan aquéllos que “al cambiar el nombre de ciertas costumbres”, y dárseles un nombre Cristiano, se tornan en ”costumbres sanas”, por la “autoridad” que ellos mismos se abrogan como propias.
Lo anterior es una lógica que no se puede aceptar, por la sencilla y misma razón que aquéllos manifiestan, “que al cambiarse el nombre de algo, se cambia ese algo”. No se pueden manejar las dos opciones porque puede que no cambien, como también si pueden cambiar, radicalmente.
La primera vez que se encuentra la palabra “GAD”, de donde proviene la inglesa “GOD”, es decir, “DIOS” en Castellano, es en el libro del Génesis, “Y Zilpáh, la esclava de Léa, dio a Jacob un hijo. Léa dijo: “enhorabuena” , y le llamó GAD “ (Génesis 30:11-12)
Sabemos perfectamente que los Cristianos, y otros grupos que proceden de ella, levantarán todo un alboroto por lo dicho aquí, y reaccionaran manifestando que GAD no quiere decir DIOS- El verso que antes expusimos procede la Biblia de Jerusalén, una versión Católica. Vayamos, ahora, a la Biblia de los Testigos de Jehová, y leamos lo que ellos transcriben en su Biblia, “Entonces dijo Lea, con buena “FORTUNA”. De modo que lo llamó GAD…”(Génesis 30:11). Ésta palabra proviene de la hedbrea H-1409 en la Concordancia de Strong, y significa tanto “fortuna”, como “suerte”, y también “hijo de Jacob”. En la aversión Hebrea de la Tanakh leemos en el verso 11, de Génesis 30, la misma palabra SUERTE” (luck) , y en una nota al margen, la que corresponde a la letra “c”, nos dice, textualmente, ”Kethib begat, the “kere” reads,”be gad”, “luck has come” connected with GAD”, es decir, “…el “kere” dice “be Gad”, o “la fortuna ha llegado”, todo ello conectado con GAD”.
Con todo lo anterior en mente es interesante notar la definición que nos da la Concordancia Exhaustiva de Strong, versión ya en Castellano, por fortuna, de la palabra H-1408, “es una variación de la palabra H-1409; “fortuna”, una DEIDAD BABILÓNICA”. El mismo autor de la obra, el Doctor Strong, Católico él, no miente completamente acerca del significado de la palabra “gad”, cuando nos dice, “la deidad pagana fortuna”.
Era costumbre en Ur de Caldea, parte de la tierra de Babel, fuente de toda clase de mitos y falsas deidades donde se practicaba la adora ión de los mismos. En las versiones de la Biblia que nos encontramos en cualquier parte, bien podemos leer el pasaje donde Raquel, la que vino a ser la esposa de Jacob, robo a su padre Labán unos de sus “ídolos familiares”, cuando ella salió de su tierra hacia Canaam en compañía de su esposo Jacob y sus hijos, allí nacidos. Con toda seguridad que una de esas “imágenes” era la del dios Gad (suerte), y el otro bien pudo ser Meni, (dios que determina la cantidad de tal fortuna o suerte). Cuando Jacob se da cuenta de la presencia de ídolos en su tienda, les ordena, “…retirad los “ídolos extraños” que hay entre vosotros. Purificáos, y mudaos de vestido.”(Génesis 35:2). El mismo Jacob, ISRAEL más tarde, nos da ejemplo qué es lo que debemos hacer con respecto a los ídolos y falsos dioses del mundo. Expulsarlos de nuestras vidas!
Los que pertenecemos a LA CONGREGACION HEBREA ABRÁHMICA, y seguimos TODAS las enseñanzas de nuestro Creador no usamos la palabra dios, precisamente por lo que ello conlleva en sí misma, y más bien usamos las de Eterno, Creador, Hacedor, Supremo y Altísimo, que nos describen lo que Él es realidad, un Ser Especial y Único. Para concluir el tema leamos la siguiente Escritura. “Pero en razón de que el RESTO de ustedes han olvidado al Eterno Creador, y Su Templo, y adoran a “dioses” como “suerte” y “destino”, por ello Yo los destino a la espada…y su “fortuna” será una muy oscura, porque cuando Yo llamé, no respondieron; y cuando Yo hablé, no Me oísteis. Pecasteis DELIBERADAMENTE ante mis propios ojos, escogiendo hacer lo que sabéis que YO DESPRECIO.” (Isaías 65:11 al 12, versión Católica de The Living Bible).




Muy interesante es lo que dijo un famoso evangelista de los Estados Unidos cuando estuvo de visita en la CASA BLANCA. En esa ocasión dijo,” Dios es un Dios de la riqueza, y todo lo que tenemos que hacer es tocar a Su puerta” Ésta es una expresión que bien se puede comparar con el significado natural de GAD, y que concuerda con el significado de “Fortuna”, como ya nos referimos en un artículo anterior.
Hemos buscado, en la historia, el nombre de “Dios” en diferentes lenguas. Es así como tenemos sus similares, Theo, Deus, Dius, Dío, Gad, todos ellos de origen pagano, y de donde proviene nuestra palabra DIOS, en Castellano. En cualquier buen diccionario podemos encontrar que “GAD” (gad, god, gott, gut, goth) es de origen Gótico, así como “THEOS” es de origen Griego. Es una vieja palabra teutónica que significa fortuna, y “nombre de variados seres concebido por las gentes como supernaturales que tenían poderes especiales sobre las vidas y negocios de las personas, y del curso de los eventos en la naturaleza; deidad, especialmente masculina; imagen que se adora; ídolo, persona, o cosa deificada, o excesivamente honrada y admirada, creador y gobernador del universo”.
Si la verdad ha llegado a nosotros a través de las Sagradas Escrituras Hebreas, y por vía del pueblo Hebreo, específicamente por manos de los descendientes de la Tribu de Judá quienes la han preservado hasta nuestros días, ¿por qué debemos recurrir al pueblo Griego y a los pueblos Teutónicos para que se nos diga cómo llamar al Ser único que creó al pueblo de Israel, con un nombre totalmente extraño al Suyo propio? Solo el pueblo alemán, descendientes de los antiguos Asirios, Caldeos de origen, han asesinado en éste siglo que acaba de pasar, más de cinco millones de los descendientes de YAHHOODAH (JUDÁ)!! Todo esto anterior, no tiene sentido alguno.
Notemos lo que nuestro Creador nos dice, “Has cometido el adulterio con Asiria también; parece que nunca podrás encontrar suficiente nuevos dioses. Después de que adulteras allí, aún no estás satisfecha, y es así como adoras los dioses de esa gran nación mercantilista de Babilonia---y aún así no estás satisfecha.” (Ezequiel 16:18, versión de The Living Bible, edición Católica)
En la página 157 del LEXICON CALDEO-HEBREO, de Gesenius, leemos, “…FORTUNA…especialmente una deidad de la fortuna, adorada por los Babilonios y por los Judíos de Israel que se exilaron entre ellos el dador de buena fortuna…gad; un hijo de Jacob, que tomó su nombre de la “buena fortuna”…”
En la Concordancia Analítica de Young, bajo el título de “BAAL”, leemos, “Maestro profesor, la deidad suprema de los Fenicios y Cananeos, conocida como ASHTORETH, fue conocida como su deidad jefe femenina.” Y bajo el nombre de “Ba-al Gad”, leemos, “señor de la fortuna”.
Todo lo anterior nos lleva a concluir que el gentilicio “Dios” no es el correcto para referirnos a nuestro Creador porque no es el correcto.
Nuestro Creador escogió a Israel como Su nación preferida, única, para que fuese en el futuro una “Nación de Sacerdotes”, una Nación Santa (Éxodo 19:6). Ya sabemos todos cómo, después, esa Israel se hizo un Becerro de Oro, a quien ofrecían sacrificios. Desde ese entonces Israel toda ha continuado adorando sus baales (Oseas 2:17); hasta que, finalmente nuestro Creador dijo, “Pues bien , como engaña una mujer a su compañero, así Me ha engañado la Casa de Israel, oráculo del Eterno Creador.” (Jeremías 3.20) Han estado en un “adulterio espiritual”, y aún continúan en lo mismo. Oremos para que nuestros hermanos, y el mundo entero, aprendan que sólo hay UN CREADOR, y no dos, tres o más “dioses” en “uno”.



ORIGEN PAGANO DE LA SEMANA SANTA
La palabra “Viernes” viene del nombre “Freya”, la cual era conocida como la diosa de la paz, el
placer de la fertilidad, por los antiguos paganos (Fausset, pág. 232, artículo “Fish”). Como su
símbolo de fertilidad, el pez era considerado sagrado por esa diosa. El pez había sido conocido
como el símbolo de la fertilidad desde tiempos muy antiguos. Así era entre los antiguos
Babilonios, los Asirios, Fenicios, Chinos y otros (Diccionario de símbolos). La propia palabra
“Pez” proviene de la palabra “Dag”, que implica aumento o fecundación (Fausset, pág. 232). La
razón por la cual el pez fue usado como símbolo de la fertilidad es por el simple hecho de que el
pez tiene un alto índice de reproducción. El bacalao, por ejemplo, pone alrededor de nueve mil
huevos, y otras clases incluso ponen diez mil y hasta un millón de huevos al año. Por esta razón,
el pez ha sido símbolo de fertilidad y fue asociado por los romanos con Freya, la diosa de la
fertilidad, cuyo día conmemorativo era el viernes. De ahí viene la palabra inglesa “Friday”, que
significa Viernes; de ahí podemos empezar a ver el significado de los viernes y del Pez.
A la diosa de la fertilidad los Griegos la llamaban Venus. Y es de este nombre que vienen las
conocidas palabras de “venérea” y “enfermedad venérea” (Fausset, pág. 232). El viernes era
considerado como su día sagrado (Fausset, artículo “Pez”) porque se creía que el planeta Venus
reinaba sobre la primera hora del día Viernes y por esto era llamado “Dies Veneris”. Y para hacer el significado más completo, el pez era considerado como la ofrenda consagrada a ella (Fausset, pág.205). Venus y Freya fueron, originalmente la misma diosa, y ambas provienen de la madre-diosa, original de Babilonia. El pez era considerado consagrado a Astaroth, nombre bajo el cual los
israelitas adoraban a esa diosa pagana (Fausset, pág. 205). En el viejo Egipto Isis es, con frecuencia, representada por un pez en las tocas que se ponían en la cabeza. Observe usted el gorro que usa el Papa de Roma; es la fiel representación de Freya.






LA PASCUA PAGANA.
Digamos, para empezar, cuál esel origen de la palabra “Pascua”. Esta aparece en la Biblia. El origen de la palabra es “Pascha”, en Hebreo, o. “Pesaj; en Griego es “Pasja”, la fiesta ordenada por el Eterno Creador en Levítico 23: 27-44) como un Sábado de Expiación, en recuerdo a la salida de Israel de Egipto. En las regiones Nórdicas de Europa, así como también en los Estados Unidos y Canadá, el Domingo de Pascua es celebrado con varias costumbres que provienen de Babilonia, tales como el pintar huevos de diferentes colores; éstos se esconden y los niños los buscan para comerlos. ¿Pero de donde proviene esta costumbre? :
¡El huevo era un símbolo sagrado usado por los Babilonios! Creían en una vieja fábula acerca de un
huevo de gran tamaño que se suponía había caído desde el cielo al río Éufrates. De este
maravilloso huevo, de acuerdo a su propia historia, fue engendrada la diosa Astarté. Por esto el
símbolo del huevo llegó a ser asociado con esta diosa (en el idioma ingles se usa Easter)
(Fausset, pág. 105). De Babilonia -la madre de las falsas religiones- la humanidad se llenó de
estas creencias, y toda la tierra recibió la influencia de la idea del huevo místico; por esto
hallamos el huevo como un símbolo sagrado en muchas naciones.
Los antiguos druidas portaban un huevo como emblema sagrado de su fe idólatra (Fausset, pág.
108). La procesión de Ceres, en Roma, era precedida por un huevo (Enciclopedia de las
Religiones, de J.G. Forlong, tomo II, pág. 13). En los misterios de Baco se consagraba un huevo
como parte de la ceremonia festiva. En China, hasta nuestros días, se siguen usando huevos de
colores en su festival sagrado. En el Japón, una vieja costumbre consiste en colorear los huevos
sagrados de forma muy brillante. En la Europa del Norte, en tiempos paganos, los huevos eran
usados como un símbolo de la diosa Astarté (Easter). Entre los egipcios, el huevo asociado con el
sol -”el huevo dorado”- (Ibid, pág. 12). Sus huevos coloreados eran usados como ofrenda de
sacrificio durante las fiestas de Astarté (Creencias Egipcias y pensamientos modernos, de James
Bonwick, pág. 24).
La Enciclopedia Británica dice: “El huevo, como un símbolo de fertilidad y de renovación de la
vida, proviene de los antiguos Egipcios y Persas, quienes también tenían por costumbre el
colorear huevos y comerlos durante su festival de primavera (Pág. 859, artículo “Easter”).
Así, en este caso, se sugirió que al igual que un pollo sale del huevo, ¡Cristo salió de su tumba!
De esta manera los líderes apóstatas -carentes del Espíritu Santo del Creador- dijeron al pueblo que elhuevo era un símbolo de la resurrección de Cristo. El papa Paulo V decretó una oración en
conexión con el huevo: “Bendice, oh Señor, te pedimos, a esta tu creación de “Huevos”, que sirvan de sustentos a tus siervos, comiéndolos en recuerdo de nuestro Señor Jesucristo” (Las Dos
Babilonias, pág. 110).
Otra costumbre de la Pascua es la celebración del culto “Del Amanecer”. La opinión común es
que este servicio en honor de Cristo es debido a que Él resucitó en la mañana del Domingo de
Pascua, ¡al salir el sol! Pero ya hemos visto que la resurrección de Cristo no ocurrió al amanecer,
ya que siendo aún oscuro María Magdalena llego al sepulcro el primer día de la semana (Jn. 20:
1). En cambio, había un tipo de culto pagano al amanecer conectado con la “Adoración al Sol”.
En el Antiguo Testamento, el pueblo escogido por el Creador fue llevado en cautiverio a Babilonia
debido a la mezcla de paganismo que practicaban, y el culto al sol. El Creador les indicó esto por medio de Ezequiel:“Y metiome en el atrio, dentro de la Casa del Creador -dijo el profeta y he aquí junto a la entrada del Templo, entre la entrada y el altar, como veinticinco varones con sus
espaldas vueltas al Templo del Creador y sus rostros vueltos al Oriente; y encorvándose ante nacimiento del sol” (Ezequiel 8: 16). Aquí vemos que el pueblo que había escogido el Eterno Creador, había permitido que esta mezcla de culto solar entrara y corrompiera el culto al verdadero Creador.
Los ritos relacionados con el amanecer -en una u otra forma- eran conocidos en infinidad de
naciones. Los que construyeron la Esfinge en Egipto, lo hicieron para que cuidase del nacimiento
del sol al Oriente. Desde el monte Fuji-Yama (Japón) se dan oraciones, de cara al Oriente. “Los
peregrinos oran a su sol naciente, mientras escalan las laderas de la montaña… A veces se pueden
ver cientos de peregrinos que van a Shinto con sus túnicas blancas saliendo de sus sombrillas y
cantando al sol naciente” (La Historia del Culto Mundial, pág. 330). Y los mitraístas paganos de
Roma, los cuales ya hemos mencionado, se reunían al amanecer en honor de su dios solar.
Volviendo al capítulo 8 de Ezequiel, cuando el profeta vio a 25 hombres mirando hacia el
Oriente al amanecer, no pensaban que importaba mucho que su costumbre estuviera mezclada
con otro culto. Pero debido a esto, el Eterno dijo a Ezequiel: “¿No has visto, hijo de Hombre? ¿Es
cosa liviana… hacer las abominaciones que hacen aquí?… Y he aquí que ponen hedor en mis
narices” (Vers. 17).
Este rito de poner hedor en las narices era también relacionado con el amanecer del sol en el
Oriente. Este era un rito idolatra de ponerse una rama al amanecer en la nariz mientras entonaban
himnos al sol naciente (Fausset, pág. 304).
¿Existe acaso alguna indicación de que estos servicios fueron conducidos durante la “Primavera”? Sí, lahay. En realidad, el mismo nombre de “Easter” (Pascua) viene de la diosa de la “Primavera”. De esta palabra sajona tenemos en español la palabra “Este”, que es el lugar donde nace el sol.
En Ezequiel 8: 14, leemos: “Y he aquí mujeres que estaban sentadas lamentando por Tammuz”.
Y luego en los versículos siguientes, Ezequiel vio los ritos al sol. De modo que incluso la gente
que conocía al Creador, se había mezclado con la religión de Babilonia, lamentándose con Ishtar, la
“madre”, al Tammuz muerto. Esto era parte del festival de primavera (el renacimiento de la
nueva vida de la vegetación, etc.), representando así la venida de Tammuz desde el fondo de la
tierra. Y juntamente, conectando con estas festividades primaverales, estaban los ritos en los
cuales los hombres miraban hacia el Este, al sol naciente. La Enciclopedia Británica dice: “El
Cristianismo incorporó en su celebración de la gran fiesta cristiana muchos de los ritos y
costumbres paganos del festival de primavera pagano” (Tomo 7, pág. 859, artículo “Easter”).
La evidencia cristiana es clara: la presente costumbre de la Semana Santa no es Cristiana. Sus
costumbres son simplemente una mezcla de paganismo con la cristiandad. Algunos creen que
podemos tomar estas costumbres y usarlas para honrar a su Cristo. Después de todo, razonan ellos, ¿no piensa la mayoría de los cristianos en Cristo durante esta temporada? A pesar de que los
paganos adoraban al sol de cara al Este, ¿no pueden los cultos de Pascua al amanecer ser en
honor de la resurrección de Cristo? ¿No resucitó verdaderamente el Señor el domingo por la
mañana? Y a pesar de que el huevo era usado por los paganos, ¿no podemos continuar con su
uso para simbolizar la gran roca redonda que estaba en frente de la tumba? En otras palabras,
algunos creen que podemos tomar todas estas ideas y creencias paganas y en vez de aplicarlas a
dioses falsos, usarlas para dar gloria al Creador. A primera vista, parece ser un buen razonamiento,
¡pero esta idea de añadir costumbres paganas al culto del Dios verdadero, está absolutamente
condenada por las Sagradas Escrituras Hebreas! Aquí está lo que dice el Creador: “Guárdate…, no preguntes acerca de sus dioses diciendo: De la manera que servían aquellas gentes a sus dioses, así haré yo también. No harás así a Jehová tu Creador, cuidareis de hacer todo lo que yo os mando: ¡no añadirás a ello!…”(Deut. 12: 30-32).
Claramente, nuestro Creador no quiere que añadamos nada a Su palabra y ordenanzas. No quiere que hagamos uso de costumbres y ritos que los paganos usaron, aunque arguyamos que lo hagamos en su honor.
Habiendo adoptado el “festival pagano de primavera”, de Ishtar, o Easter, en la Iglesia Apóstata, fue natural el que adoptara también la antigua costumbre del “ayuno” que precede al festival de
primavera. Este periodo de cuarenta días antes de la Pascua, se conoce como Cuaresma. En
tiempos pasados estos cuarenta días eran observados con llantos, ayuno y maceraciones por
Tammuz -a fin de renovar sus favores-para que saliera del centro de la tierra, terminara el
Invierno, y diese inicio a la primavera. De acuerdo a las antiguas leyendas, Tammuz
tenía cuarenta años cuando fue muerto por un cerdo salvaje. Así que cuarenta días -uno por cada
año que vivió en la tierra- fueron designados para “llorar por Tammuz”. La observación de este
periodo en honor de Tammuz no solamente era conocida en Babilonia, sino también por los
Fenicios, los Egipcios y, por un tiempo, incluso entre el pueblo escogido por el Crewador cuando cayó en una profunda apostasía (Ezequiel. 8).
Cuarenta días de abstinencia, o Cuaresma, era conocida y practicada por los adoradores del
demonio en el Kurdistán, quienes heredaron tal costumbre “primaveral” de sus maestros, los
Babilonios (Las Dos Babilonias, pág. 104). Esta costumbre era conocida también entre los
paganos Mexicanos, los cuales acostumbraban a tener “ayuno de cuarenta días en honor al sol”
(Indagaciones Mexicanas, pág. 404, Vol. 1, de Humboldt). “Entre los paganos -dice Hislop- ésta
Cuaresma parece haber sido indispensable antes del gran festival anual en memoria de la muerte
y resurrección de Tammuz” (Las Dos Babilonias, pág. 105).
Cuando el paganismo y el cristianismo se mezclaron, poco a poco, la Cuaresma pagana se adicionó
a la Iglesia profesante. Se decía que era para dar honor a Cristo y no a los dioses paganos.
Durante el siglo VI, el papa instituyó oficialmente la Cuaresma, llamándola “Fiesta Sagrada” y
ordenándola al pueblo; mandó que se abstuvieran de comer carne durante este periodo.
Naturalmente la gente que no entiende el misterio de todo esto, piensa que el periodo de la
Cuaresma y los días de “Ayuno” son de origen cristianos. La realidad es que las SAGRADAS ESCRITURAS HEBREAS y la historia antigua enseñan todo lo contrario…