miércoles, 28 de julio de 2010


C Á P S U L A S
=XVII=

Por: J.N.Robles Olarte

Hablando de UNGIDO o MASHIACH, es interesante el hecho cómo el Rey Ciro (600/580 o 652/600 A.E.C) un rey Persa, fue escogido por el Creador para que acabase con el poderío de Babilonia. Él también fue una “mashiach”, un ungido, para ese propósito, de doblegar el poderío de Babilonia en beneficio del pueblo de Israel. Vemos cómo uno fuera del pueblo de Israel también pudo llegar a ser un “mashiach”!

Las ediciones Cristianas de la Biblia invierten el orden de los Profetas-Escrituras con el propósito de que las finales palabras que leemos en Malaquías, concernientes a Elías el Profeta, se conviertan en algo transicional en su Nuevo Testamento, y lo conectan en el papel que quieren hacer ver en el libro de Juan como un similar a Juan el bautista. El Elías de las Escrituras Hebreas no personifica a ningún “bautista” sino al mismo profeta Elías cuando sea levantado a la vida por el mismo Creador, en “aquellos días”.

Las Escrituras Hebreas, dadas a y para Israel ,por el mismo Eterno Creador, se componen básicamente de tres secciones. Ellas son, La Torah o Ley que la conforman cinco (5) libros; el Nevi´im o los Profetas que la conforman 21 libros, de los cuales 9 de ellos pertenecen a los Profetas Mayores , y 12 a los Profetas Menores, y el Kethuvim o Las Escrituras que la constituyen 13 libros. El orden que se guarda en Los Profetas y en las escrituras no son el mismo que vemos en las Biblias Cristianas.

Las Escrituras o Kethuvim terminan siempre con los dos libros de Crónicas!

El Salmo 18, que es un cántico de David, nos habla de él y del amor de nuestro Creador por su pueblo y por Su ungido. Vemos allí cómo el Eterno escogió a David para que en el futuro, cuando sea levantado de su tumba donde ahora yace, venga a ser Su Mashiach y realice la obra más grande que el género humano haya podido imaginar. Estará al costado derecho del mismo trono del Eterno!

Las Escrituras Hebreas, de y para Israel, habrán de proveer la innegable evidencia de la deshonestidad de los “padres de la Antigua Iglesia de Roma” que han tratado de convencer, vana y fraudalentamente, a los miembros de las Diez Tribus Perdidas de Israel, a que depositen su fe y confianza en cierto hombre muerto nacido en Galilea. Un estudio exhaustivo y racional de las Escrituras Hebreas nos conducirán inevitablemente a concluir que las mismas son de actualidad y que no han sido “clavadas” en un signo pagano como es la cruz.

Aunque la Iglesia de Roma trata de conciliar Salmos 34 con Salmos 22, para validar a su Mesías pagano, lo que allí vemos es todo lo contrario; pues se trata de los pesares y persecuciones sufridos por David, en su vida terrenal, de parte de muchos de su mismo pueblo! Ellas fueron pruebas que el Creador le puso para que aprendiese a confiar absolutamente en Él, y que fuera de Él, no existe otra fuente de ayuda sino la Suya, ya que Él es nuestro único Redentor y Salvador! Sencillamente los Cristianos han sabido confundir la verdad tan pura que podemos leer en esos dos Salmos, el 34 y el 22!

La anotación de que Jesús fue alanceado por el costado sólo se puede leer en el evangelio de Juan. Pero ello ha sido puesto en duda por los mismos “padres” de la iglesia del siglo primero ,quienes afirmaron que él fue revivido después de su crucifixión, y que vivió, después de tal aconteciminto, muchos años más. Entre ellos están los Obispos PAPÍAS e IRENEOS quienes afirman que lo anterior “no es una herejía”, y que Jesús llegó a vivir hasta los años comprendidos entre el 98 al 117 E.C.!

¿A quién creer? Lo anterior nos lleva a concluir que el FRAUDE histórico del Nuevo Testamento es UN HECHO REAL y que no concuerda con lo que se enseña en las Escrituras Hebreas.

Zacarías 12:10 y 13:1 no tratan de la crucifixión de Jesús, sino que hablan del sufrimiento del pueblo hebreo, el pueblo israelita, y más específicamente del pueblo Judío, los descendientes de Judah. Y ello en razón de su desobediencia, de no haber guardado fielmente Su palabra. Zacarías 12, en particular, se refiere a los “días del fin”, cuando el Altísimo de Israel restaurará a Jacob de nuevo a su antigua gloria ( Judáh primero, seguido de Israel ), a la antigua gloria de la Casa de David. Una cosa si es segura, Zacarías 12 no habla de una crucifixión en Jerusalém 2000 años más tarde! Es un absurdo!