martes, 24 de mayo de 2011

vC Á P S U L A S
= L X V I=
Por: J.N.Robles Olarte


En tiempos de Noé, y antes del diluvio, él estuvo anunciando a sus coterráneos el castigo que el Eterno le dijo que les anunciara por su maldad y desobediencia. No hubo ningún que pusiese atención a sus advertencias, a su labor de atalaya. Eso mismo está sucediendo en nuestra era. Por más que uno cualquiera de nosotros anuncie lo mismo, nadie pondrá atención a Su palabra. Es un hecho que no podremos cambiar la mente de la mayoría; pocos pondrán atención a Su palabra. Cambiar de actitud pareciera que fuera difícil a la mayoría de las personas. Esa, en verdad, es una labor muy de nuestro Creador, que SI conoce la mente de todos y cada uno de nosotros. Actitud no solo del pueblo Hebreo, sino de todo el mundo en general. Le corresponde, pues, al Eterno abrir las mentes de aquéllos que si son receptivos a Su palabra, y lo está haciendo!

Así dice el Creador, “”MALDITO aquél que confía en el hombre y sus religiones, y se apoya en brazo de carne, y cuyo corazón y mente se aparta del Hacedor del Cosmos . Yo, el Eterno, Yo escudriño el corazón y PRUEBO los íntimos pensamientos de los humanos; y esto lo hago para dar a cada cual conforme a sus caminos, y según el fruto de sus obras” Oh Padre, esperanza de Israel, TODOS los que Te dejen serán AVERGNZADOS; los que se aparten de Ti, sus nombres serán escritos en tierra, por cuanto Te han dejado, fuente de aguas vivas.” (Jeremías 17:8,10,13).

PROPÓSITOS DEL ETERNO CREADOR PARA CON SU CREACIÓN: El Eterno Soberano está desarrollando aquí, en éste planeta tierra, un PROPÓSITO que Él mismo ha ideado, muy cuidadosamente, para poder llevar a efecto el mismo. Su primera promesa se trata del feliz estado para todo el género humano, mismo que se lo hizo a Abraham. Le prometió darle como heredad para siempre, ésta tierra, tanto para él como para sus descendientes. Ello implica, por supuesto, “vida eterna” a los que la han de poseer. El Soberano prometió que a través de Abraham, todas las naciones de la tierra serían benditas PARA SIEMPRE (Génesis 17:7 al 9 & Génesis 18:18) Al mismo tiempo empezó a asegurar la eficiencia del manejo de ese Gobierno Mundial haciendo que Abraham, Isaac, Israel y José fuesen entrenados durante su vida física en los esenciales básicos del personal que habrían de manejar tal Gobierno de perfección. Para ello, lo primero que debemos tener en cuenta es una ACTITÚD CORRECTA, ya que Él mira, muy especialmente, esa actitud, ese corazón y ese espíritu fiel de Sus elegidos. Así fue cómo Él escogió a David para que fuese rey sobe Israel tod y, más tarde para que fuese Rey de reyes como bien nos lo anuncia 1 Samuel 16:6/7, 11/12.. Eso mismo mirará en todos y cada uno de nosotros si hemos calificado ante Él.. En segundo término, debemos ser entrenados en el conocimiento de los verdaderos valores que Él ha establecido en Su palabra. Posteriormente, seremos entrenados en el sabio manejo- de las personas y pueblos, de las riquezas, no permitiendo que ellos desvíen nuestro correcto horizonte, haciendo lo correcto como lo hizo David cuando estuvo en la carne en éste mundo. Todos aquéllos que pasen y aprueben éste previo entrenamiento esencial y básico, serán hechos inmortales, y podrán ocupar posiciones ejecutivas importantes en el ya próximo Súper Gobierno Mundial, en el Maravillos Mundo de Mañana. Será un giro de 180 grados de la manera como hoy se manejan las cosas y gobiernos de éste mundo!

En las Escrituras NO existe lugar alguno donde el término “Israel” se refiera exclusivamente a los Judíos. Cuando el uso de tal palabra no es nacional, sino individual, los términos “Israel”, “Hijos de Israel” y “Hombres de Israel” puede que, y en algunos caso se está en lo cierto, se refiere o incluye, a los Judíos.. Es entonces cuando “Judíos” es un homónimo de Jacob, o Casa de Israel. Todos los hijos de Jacob -Israel- son Hebreos. Todos los Judíos son Hebreos, más no así todos los Hebreos son Judíos. JACOB, al momento de morir dijo: “…y sean llamados de mi nombre, y del nombre de mis padres Abraham e Isaac…” (Génesis 48: 16).

Aunque la primogenitura pertenece, por lo general, al primogénito, no siempre se cumple por la sencilla razón de que no se ha calificado debidamente para ello, se ha vendido o se ha cedido a otro. El derecho de primogenitura le corresponde, en éste caso en particular, a José, y de hecho a sus dos hijos, Efraím y Manasés. En muchos casos, el nombre de Efraím se toma como si fuera el de su padre Jacob, Israel. Recordemos que José se desempeñó como rey en Egipto, y esa calidad se ha perpetuado en sus descendientes. La realeza que ha descendido de David no es, por supuesto, de origen de la Tribu de Judáh, sino de la de Efraím. Por ello no se les puede llamar Judios sino Israelitas. Judáh ha tenido la bendición y encargo de preservar la Palabra de Eterno Creador, su homónimo de Israel y funciones de los Escribas. (Génesis 48:21/22, 49:24/26, 25:29/34, 35:22 y 49:2/4)

El Creador dividió las dos fases de Sus promesas hechas a Abraham, entre dos naciones completamente diferentes: Israel y Judáh. Cada una de ellas con sus respectivos reyes, siendo la Casa de Judáh la que conocemos hoy día como la nación de los JUDIOS. Ésta distinción es vital para poder llegar a comprender cabalmente la profecía. Una vez dividida la nación, o Casa de Israel la Grande, en dos facciones, Jeroboam, de la Tribu de Efraím, es hecho rey de Israel, de la Casa del Norte,y se crean ellos sus propios dioses, los Becerros Dorados; se apartan así del Creador e introducen la adoración idolátrica en su reinado (1 Reyes 12:28/33); combinan lo anterior con el quebrantamiento explícito del Shabbath, “señal y pacto” del pueblo Hebreol (Ezequiel 22:10/24). Por generaciones el Eterno ha estado suplicándole a la Casa de Israel (su capital: Samaria) que se volviese a sus tradiciones originales, a los Caminos de sus padres, para que siguiesen y guardasen los Mandamientos del Creador. Pero no, a todo lo largo de su historia, de sus nueve dinastías diferentes, y bajo el gobierno de 19 reyes, la Casa de Israel continuó en sus pecados nacionales, pecados tan grandes que Se decidió hacer que fuesen conquistados y llevados cautivos por los Asirios, entre los años 721 AEC al 718ª EC- Así, perdieron su identidad como nación y pueblo! Es de interés que se lea 2 Reyes 17:18 y 2 Samuel 7:11/14.

Tanto la infidelidad de la Casa de Israel como la de la Casa de Judáh ha llevado a éste mundo a la debacle espiritual en la que actualmente nos encontramos. La multiplicidad de “señores” y “dioses” es abrumadora.. Es doloroso ver cómo las personas deambulan en la obscuridad e ignorancia, desconocen absolutamente quién es el verdadero Creador y Eterno Soberano de la creación. De ahí las palabras proféticas de Jeremías, que dicen, “Ay de los pastores que desperdician y dispersan las ovejas humanas de Mi dehesa!...cometen adulterio y andan en la mentira, y se esfuerzan las manos de los malhechores, para que ninguno se vuelva de su maldad: todos ellos Me han sido como Sodoma, y sus habitantes como Gomorrah””(Jeremìas 23:1,14)

Es por ello que el Creador nos anuncia: “”He aquí que vienen días en que levantaré a David Mi “Vástago Justo”, el cual reinará como Rey, y prosperará; y ejecutará juicios y justicia en la tierra. En sus días – en aquellos ya próximos días- Judáh será salva, e Israel habitará segura; y éste es su nombre con que llamarán a David rey, “EL SEÑOR, JUSTICIA NUESTRA”. Por tanto he aquí que vienen días en los que se os dirá: ¡Vive el Eterno que hizo subir a Israel de la tierra de Egipto -de la tierra del pecado- …está atestada de adulterios espirituales y porque a causa de la maldición en que están se en luta la tierra…porque tanto el profeta como el sacerdote son unos IMPIOS, y aún en Mi Casa –Israel y Judáh- he hallado su maldad”” (Jeremías 23:5,7,10,11).

A pesar de que Éxodo 31:12 al 17 nos señala y recuerda que el Shabbath es el SIGNO PACTO que el Creador estableció con Su pueblo, se puede decir, sin caer en error alguno, que el mundo ha olvidado esa señal y ese pacto, al igual que el pueblo de la Judáh actual. En tiempos pasados también Judáh fue al cautiverio por setenta años, debido a que dieron su espalda al pacto del Shabbath pero, al regresar, y habiendo aprendido la lección, se volvieron estrictamente Sabatarios, pero le añadieron tantas “reglas” que hicieron del mismo una carga guardarlo. En nuestros días los Judíos Ortodoxos han retenido consigo el guardar el tiempo del Shabbath original. La Casa de Israel, por otra parte, le dio la espalda al Shabbath y perdieron su identidad como nación, como pueblo Hebreo tanto, que ellos mismo se consideran “gentiles”, no siéndolo!

Resumamos, aquí, acerca del cautiverio de la Casa de Israel y la Casa de Judáh. Entre los años 721 AEC y 718 AEC. Israel comenzó a ser llevada cautiva a Asiria (2 reyes 17:23) en su totalidad. Ciento treinta años (130) más tarde Judáh también fue a cautiverio, a Babilonia. Con ellos fueron también una pequeña porción de la tribu de Benjamín y algunos Levitas. La Casa de Israel no retornó a Palestina con los Judíos. Los que regresaron de Judáh, 70 años después, lo hicieron para reconstruir el Templo, y fueron exclusivamente Judíos ( Esdras 2:1 ). Este regreso no se efectuó en los días de los Profetas Esdras y Nehemías, como algunos creen erróneamente!

¿Oh Casas de Israel y Judáh, hasta cuando habréis de vagar en la ignorancia, lejos de vuestro Eterno Creador? “¿Por qué clamáis a causa de vuestras llagas, y por qué vuestro dolor está sin remedio? A causa de la magnitud de vuestra iniquidad, y por haber aumentado vuestros pecados, os He hecho todas éstas cosas…porque –en aquéllos días- os curaré y os sanaré de vuestras heridas, dice el Eterno Creador, por cuanto os han llamado DESEADA, y dicen, “!Ésta es Sión, de quien nadie se cura ya¡”…vosotros seréis Mi pueblo, y Yo seré vuestro Único Creador y Soberano…en aquél día, dice el Eterno, Yo seré el SOBERANO y REY GRANDE de todas las familias de Israel, y ellas serán MI PUEBLO…¿No es Efraím para Mí un hijo querido? ¿No es un niño precioso a Mis ojos? He aquí que YO SOY el Eterno Creador de toda carne. ¡Habrá acaso cosa alguna demasiado difícil para Mí?“” (Jeremías 30:15,17,22,25 & Jeremías 32:27).