sábado, 22 de septiembre de 2007
Por Tony Bushby
marzo 2007
Extraído de la Revista Nexus,
Volúmen 14, Número 4 (junio – julio de 2007)
Traducción de Adela Kaufmann
En el siglo IV, el Emperador romano Constantino unió a todas las facciones religiosas bajo una deidad compuesta, y ordenó la recopilación de nuevas y antiguas escrituras en una colección uniforme que se convirtió en el Nuevo Testamento.
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Sobre el Autor
Tony Bushby, un australiano, se hizo hombre de negocios y empresario temprano en su vida adulta. Estableció un negocio de publicación de revistas y pasó 20 años investigando, escribiendo y publicando sus propias revistas, principalmente para los marcados australianos y de Nueva Zelanda.
Con fuertes creencias espirituales y un interés en los asuntos metafísicos, Tony ha desarrollado largas relaciones con muchas asociaciones y sociedades a lo largo del mundo, que ha ayudado su investigación poniéndole a su disposición sus registros. Él es el autor de El Fraude de la Biblia (The Bible Fraud )2001; repasado en NEXO 8/06 con los extractos en NEXO 9/01—03), El Secreto en la Biblia (2003; revisado en 11/02, con extractos, “Antiguas Ciudades bajo las Arenas de Giza", en 11/03) y La Crucifixión de la Verdad (2005; revisado en 12/02) y El Engaño Gemelo (2007; revisado 14/03).
Las copias de estos libros están disponibles en la página Web de NEXUS y los Libros de Josué : http://www.joshuabooks.com
Como Tony Bushby vigorosamente protege su privacidad, cualquier correspondencia debe enviarse al cuidado de la Revista NEXUS, PO Box 30, Mapleton Qld 4560, Australia, envían facsímil +61 (0) 7 5442 9381.
Qué es lo que la Iglesia no quiere que usted sepa
Se ha enfatizado a menudo que la Cristiandad no es parecida a ninguna otra religión, ya que está de pie o se cae por ciertos eventos que se alega que han ocurrido hace unos 20 siglos, durante un corto período de tiempo. Esas historias son presentadas en el Nuevo Testamento, y cuando la nueva evidencia sea revelada, se pondrá en claro que no representan realidades históricas.
La Iglesia está de acuerdo, diciendo:
"Nuestras fuentes documentales de conocimiento sobre los orígenes de la Cristiandad y su desarrollo más temprano son principalmente las Escrituras del Nuevo Testamento, cuya autenticidad debemos, en gran parte, dar por concedida”.
(Enciclopedia católica, de Farley., vol. iii, pág. 712)
La Iglesia hace extraordinarias admisiones sobre el Nuevo Testamento. Por ejemplo, al discutir el origen de esas escrituras,
"el cuerpo más distinguido de opinión académica alguna vez congregado " (Prefacio de las Enciclopedias católicas), admite que los Evangelios "no llegan hasta tan atrás, al primer siglo de la era cristiana”.
(Enciclopedia católica, Farley., volumen vi, pág. 137, el pp. 655-6).
Esta declaración entra en conflicto con las aserciones del sacerdocio, que los Evangelios más tempranos fueron progresivamente escritos durante las décadas que siguen a la muerte de Jesús Cristo.
En un notable apartado, la Iglesia admite más allá que,
"el más temprano de los manuscritos existentes [del Nuevo Testamento], es verdad que no fecha más atrás de mitades del siglo IV D.C.".
(Enciclopedia católica, op. cit., pp. 656-7).
Estos son unos 350 años después del tiempo en que la Iglesia afirma que Jesús Cristo caminó sobre las arenas de Palestina, y aquí, la verdadera historia de los orígenes cristianos se desliza en uno de los agujeros negros más grandes de la historia. Hay, sin embargo, una razón por lo cual no hubo ningún Nuevo Testamento hasta el siglo IV: ellos no fueron escritos hasta entonces, y aquí nosotros encontramos evidencia de la mayor falsedad de todos los tiempos.
Flavius Constantinus (Constantino, originalmente Custennyn o Custennin) (272-337), británico de nacimiento, fue quien autorizó la recopilación de las escrituras llamadas Nuevo Testamento. Después de la muerte de su padre, en 306, Constantino se convirtió en Rey de Bretaña, Galia y España, y luego, después de una serie de batallas victoriosas, en Emperador del Imperio romano. Los historiadores cristianos dan poca o ninguna pista del tumulto de los tiempos, suspendiendo en el aire a Constantino, fuera de todos los eventos humanos sucediendo a su alrededor. En verdad, uno de los principales problemas de Constantino fue el indomable desorden entre los presbíteros y sus creencias en numerosos Dioses.
La mayoría de los escritores cristianos del día moderno suprimen la verdad acerca del desarrollo de su religión y ocultan los esfuerzos de Constantino para refrenar el desacreditado carácter de los presbíteros, llamados "Los Padres de la Iglesia" (Enciclopedia católica, edición Farley., vol. xiv , pp. 370-1). Ellos estaban “enloquecidos ", dijo él (Vida de Constantino, atribuida a Eusebius Pamphilius de Caesarea, c. 335, vol. iii, pág. 171; Los Padres Niceanos y post-niceanos, citados como N&PNF, atribuido a San Ambrosio, Rev. Prof. Roberts, DD, y Director James Donaldson, LLD, editores, 1891, iv vol., pág. 467).
El "tipo peculiar de oratoria" expuesto por ellos era un desafío a un orden religioso establecido (Diccionario de Mitología Clásica, Religión, Literatura y Arte, Oskar Seyffert, Gramercy, Nueva York, 1995, pág. 544-5). Los antiguos archivos revelan la verdadera naturaleza de los presbíteros, y la baja estima en la cual eran tenidos ha sido sutilmente suprimida por los historiadores modernos de la Iglesia.
En la realidad, ellos eran:
“...en su mayoría tipos rústicos que enseñaban extrañas paradojas. Ellos abiertamente declararon que nadie más que los ignorantes estaban encajados a oír sus discursos... nunca aparecían en los círculos de los más sabios y la mejor clase, pero siempre tuvieron cuidado de introducirse entre los ignorantes e incultos, paseandose entre ellos para hacer trucos en ferias y mercados... ellos metían sus delgados libros con la grasa de viejas fábulas... y todavía menos era lo que entendían... y ellos escribían estupideces detrás de velos…y todavía lo están haciendo, nunca terminan".
(Contra Celsum [" Contra Celsus "], Origen de Alejandría, c. 251, Bk I, pág. lxvii, pág., Bk III, pág.l xliv, passim)
Se habían desarrollado grupos de presbíteros "muchos Dioses y muchos señores" (1 Cor. 8:5) y existían numerosas sectas religiosas, cada una con doctrinas que diferían (Gal. 1:6). Estos grupos de Presbíteros estaban en desacuerdo acerca de de los atributos de sus varios Dioses y "un altar era puesto en contra de otro altar", compitiendo por la audiencia (Optatus de Milevis, 1:15, 19, principios del siglo IV). Desde punto de vista de Constantino, había varias facciones que necesitaba satisfacer, y él comenzó a desarrollar una religión que las abarcara a todas, durante un período de irreverente confusión. En una edad de espesa ignorancia, nueve décimas partes de los pueblos de Europa eran iletrados, por lo que los grupos religiosos estabilizadores eran solo uno de los problemas de Constantino.
La suave generalización que tantos historiadores están satisfechos de repetir, que Constantino "abrazó la religión cristiana", y como consecuencia, garantizó la “tolerancia oficial" Esto es “contrario a los hechos históricos” y debe ser borrada para siempre de nuestra literatura (Enciclopedia católica, Pecci. ed, vol. iii, pág. 299, passim). Simplemente habría que poner que no había religión cristiana en el tiempo de Constantino, y la Iglesia reconoce que el cuento de su "conversión" y “bautismo" es “completamente legendario" (Enciclopedia católica, ed Farley., vol. xiv pp. 370-1).
Constantino "nunca adquirió un conocimiento teológico sólido” y "dependía muchísimo de sus consejeros en cuestiones religiosas” (Enciclopedia católica, Nueva Edición, vol. xii ., pág. 576, passim). Según Eusebio (260-339), Constantino notó que entre las facciones presbiterianas,
"las discordias y desacuerdos se habían vuelto tan serios, que había necesidad de una vigorosa acción para establecer un estado más religioso”, pero él no podría provocar un arreglo entre las facciones rivales de Dioses.
(Vida de Constantino, op. cit., pp. 26-8).
Sus consejeros le advirtieron que las religiones de los presbíteros eran "sin fundamentos” y necesitaban estabilización oficial (ibid.).
Constantino vio en este confuso sistema de dogmas fragmentados, la oportunidad de crear una nueva y combinada religión Estatal, de concepto neutral, y protegerla por ley. Cuando conquistó el Este, en 324, envió a su consejero religioso, español, Osius de Córdoba, a Alejandría con cartas a varios obispos, exhortándolos a hacer las paces entre ellos. La misión falló y Constantino, probablemente, a sugerencia de Osius, emitió un decreto ordenando a todos los presbíteros y a sus subordinados "que monten en asnos, mulas y caballos que pertenecen al público, y viajen a la ciudad de Nicea", en la provincia romana de Bithynia, en Asia Menor.
Les dieron instrucciones que trajeran con ellos los testimonios que ellos peroraban al populacho, "encuadernado en cuero" para protección durante la larga jornada, y rendírselos a Constantino a la llegada en Nicea (Diccionario católico, Addis y Arnold, 1917, "Concilio de Nicea" entrada).
Sus escrituras ascendieron a,
"por todas, dos mil doscientos y treinta y un pergaminos y cuentos legendarios de Dioses y salvadores, junto con un registro de las doctrinas peroradas por ellos ",
(La vida de Constantino, op. cit., vol. ii, pág. 73; N&PNF, op. cit., vol. i, pág. 518).
El Primer Concilio de Nicea y los "archivos" perdidos
Así, la primera reunión eclesiástica en la historia fue convocada y es hoy conocida como el Concilio de Nicea. Fue un evento bizarro que proporcionó muchos detalles sobre el pensamiento clerical temprano, y presenta un cuadro muy claro del clima intelectual prevaleciente en ese tiempo. Fue en esta reunión que nació la Cristiandad, y las ramificaciones de las decisiones hechas en ese tiempo son difíciles de calcular.
Aproximadamente cuatro años antes de presidir el Concilio, Constantino había sido iniciado en la orden religiosa del Sol Invictus, uno de los dos cultos lozanos que consideraron el Sol como el uno y sólo Dios Supremo (el otro era el Mithraismo). Él le dijo a Eusebiuo que emplazara la primera de tres sesiones en el solsticio de verano, 21 de junio de 325, debido a su culto del Sol, (Enciclopedia católica, Nueva Edición, vol. i, pág. 792), y fue “sostenida en un pasillo del palacio de Osius” (Historia Eclesiástica, Obispo Louis Dupin, París, 1686, vol. i, pág. 598).
En una cuenta de los procedimientos del cónclave de presbíteros recogida en Nicea, Sabinius, Obispo de Hereclea quien estaba entre la asistencia dijo,
“Exceptuando al mismo Constantino y a Eusebio Pamphilius, ellos eran un grupo de analfabetos, simples criaturas que no entendían nada",
(Los secretos de los Padres cristianos, Obispo J. W. Sergerus, 1685, 1897 reimpresión).
Ésta es otra luminosa confesión de la ignorancia y credulidad no crítica de los tempranos clérigos. El Dr. Richard Watson (1737-1816), un desilusionado historiador cristiano, y el Obispo de una-vez de Llandaff en Gales (1782), se refirieron a ellos como "un grupo de idiotas farfullantes" (Una Disculpa para la Cristiandad, 1776, 1796 reimpresión; también, los Tractos Teológicos, del Dr. Richard Watson, "Sobre la entrada a los Concilios", vol. 2, Londres, 1786, reimpresión revisada 1791).
De su extensa investigación en los concilios de la Iglesia, el Dr. Watson concluyó que,
"el clero en el Concilio de Nicea estaban todos bajo el poder del diablo, y la convención estuvo compuesta de la canallada más baja, patrocinando las más viles abominaciones”
(Una Disculpa para la Cristiandad, op. cit.).
Fue ese cuerpo infantil de hombres quienes fueron responsables del comienzo de una nueva religión y la creación teológica de Jesús Cristo.
La Iglesia admite que elementos vitales de los procedimientos de Nicea están "extrañamente ausente de los canones" (Enciclopedia católica, Farley ed., vol. iii, pág. 160) Veremos brevemente lo que les pasó.
Sin embargo, según registros que han perdurado, Eusebio,
"ocupó el primer asiento a la derecha del emperador y dio el abordamiento inaugural en nombre del emperador"
(Enciclopedia católica, Farley ed., vol. v, pp. 619-620).
No había presbíteros británicos en el concilio, pero sí muchos "delegados griegos". Setenta obispos orientales representaron las facciones Asiáticas, y pequeños números llegaron de otras áreas (Historia Eclesiástica, ibid.). Caecilio de Cartago viajó desde África, Paphnuto de Tebas, de Egipto, Nicasio de Dado (Dijon) de Gales, y Donnus de Stridon hizo la jornada desde Pannonia.
Era una asamblea pueril, y con tantos cultos representados, que un total de 318 "entre obispos, sacerdotes, diáconos, subdiáconos, acólitos y exorcistas" se reunieron para debatir y elegir un sistema unificado de creencia, que abarcaba un sólo Dios (Una Disculpa para la Cristiandad, op. cit.). Por este tiempo, un gran surtido de "textos salvajes” (Enciclopedia católica, Nueva Edición, "Evangelio y Evangelios") circulaban entre los presbíteros y ellos apoyaban a una gran variedad de Dioses y Diosas Orientales y Occidentales:
Jove, Júpiter, Saleno, Baal, Thor, Gade, Apolo, Juno, Aries, Tauro, Minerva, Rhets, Mithra, Theo, Fragapatti, Atys, Durga, InDr.a, Neptuno, Vulcan, Kriste, Agni, Croesus, Pelides, Huit, Hermes, Thulis, Thammus, Eguptus, Iao, Aph, Saturno, Gitchens, Minos, Maximo, Hecla y Phernes
(El Libro de Dios de Eskra, anon., ch. xlviii, párrafo 36).
Hasta el Primer Concilio de Nicea, la aristocracia romana le rendía culto principalmente a dos Dioses griegos, - Apolo y Zeus - pero el gran volumen de gente común idolatraba a Julius César o Mithras (la versión romanizada de la deidad Pérsica, Mithra). César fue deificado por el Senado romano después de su muerte (15 de marzo de 44 A.C.) y como consecuencia lo veneraban como "el Divino Julio". La palabra "Salvador" se fijó a su nombre, siendo su significado literal "aquel que siembra la semilla", es decir, él era un Dios fálico.
Julius Caesar fue venerado como, "Dios hecho manifiesto y Salvador universal de la vida humana”, y su sucesor Augusto fue llamado el "Dios ancestral y Salvador de toda la raza humana” (El hombre y sus Dioses, Homer Smith, Little Brown & Cía., Boston, 1952).
El emperador Nerón (54-68) cuyo nombre original era Lucius Domitius Ahenobarbus (37-68), fue inmortalizado como el "Salvador de la humanidad " (ibid.). El Divino Julio, como el Salvador romano y " Padre del Imperio", fue considerado “Dios" entre el vulgo romano por más de 300 años. Él era la deidad en algunos textos de presbíteros Occidentales, pero fue reconocido en las escrituras Orientales.
La intención de Constantino en Nicea era crear un completo y enteramente nuevo Dios para su imperio, que uniría todas las facciones religiosas bajo una sola deidad. Se les pidió a los Presbíteros debatir y decidir quién sería su nuevo Dios. Delegados discutían entre ellos, expresando motivos personales para incluir escrituras particulares que promovían los rasgos más finos de su propia y especial deidad.
A lo largo de la reunión, las aulladoras facciones se sumergieron en acalorados debates, y los nombres de 53 Dioses fueron puestos sobre la mesa para discusión.
"Como todavía, ningún Dios había sido seleccionado por el concilio, por lo que ellos votaron para determinar esa materia... Durante un año y cinco meses duró el sorteo..."
(El Libro de Dios de Eskra, traducción del Prof. S. L. MacGuire, Salisbury, 1922, capítulo xlviii, párrafos 36, 41).
Al final de ese tiempo, Constantino regresó a la reunión para descubrir que los presbíteros no habían estado de acuerdo en una nueva deidad sino que habían resumido su lista a cinco prospectos:
César
Krishna
Mithra
Horus
Zeus
(Historia Ecclesiastica, Eusebius, c. 325).
Constantino era el espíritu gobernante en Nicea, y él, finalmente, eligió un nuevo Dios para ellos. Para involucrar a las facciones británicas, él decidió que el nombre del gran Dios de los Druidas, Hesus, fuera unido con el Dios-Salvador Oriental, Krishna (Krishna es Sánscrito para Cristo), y así Hesus Krishna sería el nombre oficial del nuevo Dios romano.
Fue tomado un voto, y era la de la mayoría de manos levantadas (161 votos a 157) para que ambas divinidades se volvieran un Dios. Siguiendo la antigua costumbre pagana, Constantino usó la reunión oficial y el decreto de apoteosis romano para deificar legalmente a dos deidades como una sola, y lo hizo por medio del consentimiento democrático. Un nuevo Dios fue proclamado y "oficialmente" ratificado por Constantino (Acta Concilii Nicaeni, 1618). Ese acto completamente político de deificación puso a Hesus y Krishna eficaz y legalmente entre los Dioses romanos, como un compuesto individual.
Esa abstracción prestó la existencia Terrenal a las doctrinas amalgamadas para la nueva religión del Imperio; y porque no había ninguna letra "J" en los alfabetos hasta alrededor del siglo nueve, el nombre subsecuentemente evolucionó a "Jesús Cristo".
Cómo fueron creados los Evangelios
Constantino, entonces, instruyó a Eusebio a que organizara la recopilación de una colección uniforme de nuevas escrituras, desarrollada de los principales aspectos de los textos religiosos sometidos al concilio.
Sus instrucciones fueron:
"Investiga estos libros, y cualquier cosa buena en ellos, retenla; pero lo que fuese malo, lánzalo lejos. Lo que sea bueno en un libro, únelo con lo que sea bueno en otro libro. Y lo que fuese que sea reunido, será llamado El Libro de Libros. Y será la doctrina de mi pueblo, que yo recomendaré hacia todas las naciones, que no habrá ninguna guerra más por causa de las religiones”.
(El Libro de Dios de Eskra, op. cit. Capítulo xlviii, párrafos 31)
"Hágales que se asombren", dijo Constantino; y "los libros fueron escritos de acuerdo a esto."
(La vida de Constantino, iv vol., el pp. 36-39).
Eusebio amalgamó los "cuentos legendarios de todas las doctrinas religiosas del mundo juntos como unidad", usando los mitos estándares del Dios de los manuscritos de los presbíteros' como ejemplares.
Uniendo las historias "sobrenaturales" del Dios Mithra y Krishna con las creencias británicas de Caldea, eficazmente unieron las oraciones de los presbíteros Orientales y Occidentales "para formar una nueva creencia universal”. Constantino creyó que la colección amalgamada de mitos uniría las variantes y opuestas facciones religiosas bajo una sola historia representativa.
Eusebio hizo los arreglos para que los escribas produjeran,
"cincuenta suntuosas copias... a ser escritas en pergaminos, de una manera legible, y en una forma portátil conveniente, por escribas profesionales completamente consumados en su arte."
(ibid.).
“Estas órdenes, "dijo Eusebi, "fueron seguidas por la ejecución inmediata del mismo trabajo... nosotros le enviamos [a Constantino] volúmenes magnífica y detalladamente elaborados y encuadernados, en forma de tres-y de cuatro pliegues."
(La vida de Constantino, el iv del vol., pág. 36).
Ellos eran los "Nuevos Testimonios", y ésta es la primera mención (c. 331) del Nuevo Testamento en el registro histórico.
Con sus instrucciones cumplidas, Constantino decretó, entonces, que los Nuevos Testimonios serían llamados la "palabra del Dios Salvador romano” (Vida de Constantino, vol. iii , pág. 29) y oficial para todos los presbíteros que predicaban en el Imperio romano. Luego ordenó que todos los manuscritos más tempranos de los presbíteros, y los registros del concilio fueran “quemados”, y fue declarado que “cualquier hombre que fuera encontrado ocultando escrituras debía ser herido en sus hombros" (decapitado) (ibid.). Como lo muestran los registros, las escrituras de los presbíteros anteriores al Concilio de Nicea ya no existían, salvo por algunos fragmentos que han sobrevivido.
Algunos archivos del concilio también sobrevivieron, y suministran alarmantes ramificaciones para la Iglesia. Algunos antiguos documentos dicen que el Primer Concilio de Nicea terminó a mediados de noviembre del año 326, mientras otros dicen que la lucha para establecer un Dios fue tan feroz que se extendió "durante cuatro años y siete meses" desde su principio, en junio de 325 (los Secretos de los Padres cristianos, op. cit.). Sin tener en cuenta cuando terminó, el salvajismo y violencia que abarcó, fue disimulado bajo el rimbombante título "Gran y Santo Sínodo", asignado a la asamblea por la Iglesia en el siglo 18.
Sin embargo, clérigos más tempranos, expresaron una opinión diferente.
El Segundo Concilio de Nicea en 786-87 denunció al Primer Concilio de Nicea como,
"un sínodo de necios y locos" y buscó anular las "decisiones pasadas por hombres con cerebros emproblemados"
(Historia de la Iglesia cristiana, H. H. Milman, DD, 1871).
Si uno escoge leer los registros del Segundo Concilio de Nicea y nota las referencias a "obispos miedosos" la "soldiery" (soldadesca?) necesitaba “sofocar los procedimientos", las "declaraciones de los necios y locos" son ciertamente un ejemplo de la olla que ahuma y ennegrece la estufa.
Constantino murió en 337 y el crecimiento de las muchas ahora llamadas creencias paganas hacia un nuevo sistema religioso atrajo a muchos convertidos. Escritores más tarde, de la Iglesia, lo hicieron "el gran campeón de la Cristiandad" a la cual él dio "estatus legal como religión del Imperio romano”. (enciclopedia del Imperio romano, Matthew Bunson, Hechos en el Archivo, Nueva York, 1994, pág. 86).
Los registros históricos revelan que esto es incorrecto, ya que fue puro “interés egoísta” lo que lo llevó a "crear la Cristiandad" (Un Diccionario Clásico más Pequeño, la J. M. Dent, Londres, 1910, pág. 161). Aún no fue llamada "Cristiandad" hasta el siglo 15 (Cómo Murió el Gran Pan, Profesor Edmond S. Bordeaux [el archivista del Vaticano], Meditaciones Mille, EE.UU., MCMLXVIII, pp. 45-7).
Durante los siglos resultantes, los Nuevos Testimonios de Constantino fueron extendidos, se les agregaron “interpolaciones" y se les incluyeron otras escrituras (Enciclopedia católica, edición Farley., vol. vi, pp. 135-137; también, Pecci ed., vol. ii, p. 121-122). Por ejemplo, en 397, Juan "boca dorada” Chrisostoma reestructuró las escrituras de Apolonio de Tyana, una saga errante del primer siglo, y los hizo parte de los Nuevos Testimonios (Secretos de los Padres cristianos, op. cit.).
El nombre latinizado para Apollonio es Paulus (Diccionario latino-inglés, J. T. White y J. E. Riddle, Ginn & Heath, Boston, 1880), y la Iglesia hoy llama a esas escrituras las Epístolas de Pablo. El sirviente personal de Apolonio, Damis, un escriba Asirio, es Demis en el Nuevo Testamento (2 Tim. 4:10).
La jerarquía de la Iglesia sabe la verdad sobre el origen de sus Epístolas, puesto que el Cardenal Bembo (d. 1547), secretario del Papa Leo X (d. 1521), aconsejó a su socio, el Cardenal Sadoleto, hacer caso omiso de ellos, diciendo,
"guarde estas insignificancias, por tales absurdidades no se volverá un hombre de dignidad; ellas fueron introducidas más tarde, en la escena, por una furtiva voz del cielo"
(Cardenal Bembo: Sus Cartas y Comentarios sobre el Papa Leo X, .A. L. Collins, Londres, 1842 reimpresión).
La Iglesia admite que las Epístolas de Pablo son falsificaciones, diciendo,
"Incluso las genuinas Epístolas fueron grandemente interpoladas para dar peso a los puntos de vista personales de sus autores".
(Enciclopedia católica, Farleyed., vol. vii, pág. 645).
Igualmente, San Jerónimo (d. 420) declaró que también los Hechos de los Apóstoles, el quinto libro del Nuevo Testamento, fue también "falsamente escrito”, (" Las Cartas de Jerónimo", Biblioteca de los Padres, Movimiento de Oxford, 1833-45, vol. v, pág. 445).
El chocante descubrimiento de una antigua Biblia
El Nuevo Testamento evolucionó, como consecuencia, a ser una empalagosa pieza de propaganda del sacerdocio, y la Iglesia afirmaba que registró la intervención de un Jesús Cristo divino en los asuntos Terrenales. Sin embargo, un espectacular descubrimiento, en un remoto monasterio egipcio, reveló al mundo la magnitud de falsificaciones más tardías de los textos cristianos, siendo éstos sólo una "recopilación de cuentos legendarios” (Encyclopédie, Diderot, 1759).
El 4 de enero de 1859 fueron descubiertas 346 hojas de un antiguo códice, en el cuarto de hornos del monasterio de Santa Catalina en el Monte Sinaí, y su contenido envió ondas de choque a través de todo el mundo cristiano. Junto con otros antiguos códices, estaban programados a ser quemados en los hornos para mantener el moderado calor invernal para los habitantes del monasterio. Escritos en griego, en piel de asno, llevaba ambos, el Antiguo y el Nuevo Testamento, y más tarde en el tiempo, los arqueólogos fecharon su composición alrededor del año 380.
Fue descubierto por Dr. Constantin von Tischendorf (1815-1874), un brillante y piadoso estudioso bíblico alemán, y él lo llamó el Sinaíticus, la Biblia del Sinaí. Tischendorf era profesor de teología, y consagró su vida entera al estudio de los orígenes del Nuevo Testamento, y su deseo de leer todos los antiguos textos cristianos, lo llevó en la larga jornada, en un viaje montado en camello al Monasterio de Santa Catalina.
Durante su vida, Tischendorf tuvo acceso a otras antiguas Biblias que eran indisponibles para el público, como la Biblia de Alejandría (o Alexandrinus), que se cree es la segunda Biblia más antigua del mundo. Fue llamada así porque en 1627 se llevó de Alejandría a Bretaña como regalo para el Rey Charles I (1600-49). Hoy se exhibe junto a la Biblia conocida más antigua del mundo, el Sinaíticus, en la Biblioteca británica en Londres. Durante su investigación, Tischendorf tuvo acceso al Vaticanus, la Biblia Vaticana, que se cree es la tercera más antigua en el mundo y data desde mitades del siglo VI (Las Varias Versiones de la Biblia, por el Dr.Constantin von Tischendorf, 1874, disponible en la Biblioteca británica).
Fue guardada bajo llave aparte, en la biblioteca interna del Vaticano. Tischendorf preguntó si él podría extraer notas manuscritas, pero su petición fue rechazada. Sin embargo, cuando su guardia tomó descansos para refrescarse, Tischendorf escribió narrativas comparativas en la palma de su mano y a veces en sus uñas (Nuestros Evangelios "Son Genuinos o No? ", Disertación del Dr. Constantin von Tischendorf, 1869, disponible en la Biblioteca británica).
Hoy, hay varias otras Biblias escritas en varios idiomas durante los siglos V y VI, siendo ejemplos la Syriacus, la Cantabrigiensis (Bezae), la Sarravianus y la Marchalianus.
Un temblor de aprehensión se hizo eco a través de la Cristiandad en el último cuarto del siglo 19, cuando se publicaron versiones de la Biblia de Sinaí en el idioma inglés. Grabado dentro de estas páginas hay información que disputa la demanda de historicidad de la Cristiandad. A los cristianos se les suministró irrefutable evidencia de voluntariosas falsificaciones en todos los modernos Nuevo Testamentos. Tan diferente era el Nuevo Testamento de la Biblia de Sinaí de versiones que se publicaron entonces, que la Iglesia muy molesta anuló la dramática nueva evidencia que desafiaba su misma existencia.
En una serie de artículos publicados en la Revista Trimestral de Londres en 1883, John W. Burgon, Dean de Chichester, uso todos los dispositivos retóricos a su disposición para atacar la historia más temprana y contraria de Jesús Cristo, de la Biblia de Sinaítica, diciendo que,
"...sin una partícula de vacilación, la Biblia Sinaítica es escandalosamente corrupta... exhibiendo los textos más vergonzosamente mutilados que se pueden encontrar alguna vez; se han vuelto, por el proceso que fuese, depositarios de la cantidad más grande de lecturas fabricadas, antiguas equivocaciones y perversiones intencionales de la verdad, que son descubribles en cualquier copia conocida de la palabra de Dios ".
Las preocupaciones de Dean Burgon reflejan aspectos contrarios de historias del Evangelio entonces actuales, habiendo evolucionado ahora a un nuevo guión a través de siglos, para manosear con la fabricación de un documento que de por sí no es histórico.
Revelaciones de pruebas con luz ultravioleta
En 1933, el Museo británico en Londres compró la Biblia de Sinaí del gobierno soviético por £100,000 de lo cual £65,000 fue donado por medio de suscripción pública. Antes de la adquisición, esta Biblia fue exhibida en la Biblioteca Imperial en San Petersburgo, Rusia, y "pocos estudiosos habían puesto los ojos en ella" (El Diario Telégrafo y Diario de la Mañana, el 11 de enero de 1938, pág. 3). Cuando fue a exhibición en 1933 como "la Biblia más antigua del mundo”, se volvió el centro de peregrinación sin igual en toda la historia del Museo británico.
Antes de que resuma sus conflictos, debe notarse que este antiguo códice no es por ningún medio una guía fiable para estudiar el Nuevo Testamento, ya que contiene superabundantes errores y serias re-ediciones. Estas anomalías fueron expuestas como resultado de los meses de pruebas con luz ultravioleta, llevados a cabo en el Museo británico a mediados de los 1930s. Los resultados revelaron reemplazos de numerosos pasajes de por lo menos nueve diferentes editores.
Fotografías tomadas durante las pruebas revelaron que pigmentos de tinta habían sido retenidos en lo profundo de los poros de la piel. Las palabras originales eran legibles bajo luz ultravioleta. Alguien que desee leer los resultados de las pruebas, deben referirse al libro escrito por los investigadores que hicieron el análisis: los Guardianes de la Sección de Manuscritos en el Museo británico (Escribas y Correctores del Códice Sinaítico, H. J. M. Milne y T. C. Skeat, Museo británico, Londres, 1938).
Falsificación en los Evangelios
Cuando el Nuevo Testamento en la Biblia de Sinaí es comparado con un Nuevo Testamento de nuestros días modernos, unas 14,800 alteraciones editoriales pueden ser identificadas. Estas enmendaduras pueden ser reconocidas por un simple ejercicio comparativo que cualquiera puede y debe hacer. Los estudios serios de los orígenes cristianos deben emanar de la versión de la Biblia de Sinaí del Nuevo Testamento, no de las ediciones modernas.
Es de mucha importancia el hecho que la Biblia Sinaítica lleva tres Evangelios que fueron rechazados:
el Pastor de Hermas (escrito por dos fantasmas resucitados, Charinus y Lenthius)
la Misiva de Barnabás
las Odas de Salomón
El espacio excluye la elaboración en estas extrañas escrituras y también discusiones en dilemas asociados con las variaciones de traducción.
Las Biblias modernas son cambios en la traducción de las ediciones tempranas, y las disputas arrasan entre traductores sobre las variantes interpretaciones de más de 5,000 palabras antiguas. Sin embargo, es lo que no está escrito en esa antigua Biblia lo que avergüenza a la Iglesia, y este artículo discute sólo algunas de esas omisiones.
Un brillante ejemplo es sutilmente revelado en la Enciclopedia Bíblica (Adán & el Charles Black, Londres, 1899, vol. iii, pág. 3344), donde la Iglesia divulga su conocimiento acerca de las exclusiones en las antiguas Biblias, diciendo:
"El comentario ha sido hecho hace tiempo y a menudo que, incluso como Pablo, aun los Evangelios más tempranos no conocieron nada sobre el milagroso nacimiento de nuestro Salvador".
Eso es porque nunca hubo un nacimiento de una virgen.
Es muy aparente que cuando Eusebio congregó a los escribas a escribir los Nuevos Testimonios, él primero produjo un solo documento que proporcionó un ejemplar o versión maestra. Hoy es llamado el Evangelio de Marcos, y la Iglesia admite que fue "el primer Evangelio escrito" (Enciclopedia católica, ed Farley., vol. vi, pág. 657), aunque aparece de segundo en el Nuevo Testamento de hoy. Los escribas de los Evangelios de Mateo y Lucas eran dependientes en las escrituras de Marcos, que escribe como la fuente y armazón para la recopilación de sus trabajos. El Evangelio de Juan es independiente de esas escrituras, y la teoría de finales del siglo 15, es que fue escrita más tarde, para apoyar las escrituras más tempranas, es la verdad (La Crucifixión de la Verdad, Tony Bushby, Joshua Books, 2004, pp. 33-40).
Así, el Evangelio de Marcos, en la Biblia de Sinaí, lleva la "primera" historia de Jesús Cristo en la historia, una completamente diferente a lo que está en las Biblias modernas. Empieza con Jesús "como a la edad de treinta años" (Marcos 1:9), y no sabe de María, un nacimiento de una virgen o asesinatos en masa de bebés varones por parte de Herodes. Palabras que describen a Jesús Cristo como "el hijo de Dios", no aparecen en la narrativa de apertura, como lo hacen en las ediciones de hoy (Marcos 1:1), y el árbol genealógico moderno que rastrea un "linaje" mesiánico hasta atrás, al Rey David, es inexistente en todas las Biblias antiguas, como lo son las ahora llamadas “profecías mesiánicas” (51 en el total).
La Biblia de Sinaí lleva una versión contradictoria de eventos que rodean la "resucitación de Lázaro", y revela una extraordinaria omisión, que más tarde se volvió la doctrina central de la fe cristiana: las apariciones de la resurrección de Jesús Cristo y su ascensión al Cielo. Ninguna aparición sobrenatural de un Jesús Cristo resucitado está grabado en ningún antiguo Evangelio de Marcos, sino una descripción de más de 500 palabras ahora aparece en las Biblias modernas (Marcos 16:9-20).
A pesar de una multitud de auto-justificaciones muy prolongadas por los apologistas de la Iglesia, no hay ninguna unanimidad de opinión cristiana respecto a la no-existencia de apariciones de “resurrección" en las cuentas de los antiguos Evangelios de la historia. Esas narrativas, no solo faltan en la Biblia de Sinaí, sino que están ausentes en la Biblia de Alejandría, en la Biblia Vaticana, la Biblia de Bezae y en un antiguo manuscrito latino de Marcos, llamado el código “K" por los analistas. Está faltándoles también en la versión Armenia más antigua del Nuevo Testamento, en los manuscritos del siglo VI de la versión Etíope y en las Biblias anglosajonas del siglo nueve. Sin embargo, algunos Evangelios del siglo 12 tienen versos ahora-conocidos de la resurrección dentro de marcas de asterisco usadas por escribas para indicar los pasajes espurios en un documento literario.
La Iglesia afirma que “la resurrección es el argumento fundamental para nuestra creencia cristiana” (Enciclopedia católica, ed de Farley., vol. xii, pág. 792), sin embargo, ninguna aparición sobrenatural de un Jesús Cristo resucitado está registrado en ninguno de los Evangelios más tempranos, disponibles de Marcos. Una resurrección y ascensión de Jesús Cristo son el non de qua de seno ("sin eso, nada") de la Cristiandad (Enciclopedia católica, ed de Farley., vol. xii, pág. 792), confirmado por palabras atribuidas a Pablo:
"Si Cristo no fue resucitado, tu fe es en vano "
(1 Cor. 5:17).
Los versos de resurrección en los Evangelios de hoy de Marcos, son universalmente reconocidos como falsificaciones y la Iglesia está de acuerdo, diciendo,
"la conclusión de Marcos es reconocidamente no genuina... casi la sección entera es una recopilación más tardía”
(enciclopedia Bíblica, vol. ii , pág. 1880, vol iii , pp,. 1767, 1781; también, Enciclopedia católica, vol. iii, bajo el encabezado "La Evidencia de su Espurio"; Enciclopedia católica, ed. de Farley., vol. iii,l pp. 274-9 bajo encabezado "Cánones ").
Intrépidamente, sin embargo, la Iglesia aceptó la falsificación dentro de su dogma y la convirtió en la base de la Cristiandad.
La tendencia de narrativas ficticias sobre la resurrección continúa. El último capítulo del Evangelio de Juan (21) es una falsificación del siglo VI, una completamente consagrada a describir la resurrección de Jesús' a sus discípulos.
La Iglesia admite:
"La sola conclusión que puede deducirse de esto es que el capítulo 21 fue agregado después, y por consiguiente, será considerado como un apéndice al Evangelio"
(Enciclopedia católica, ed de Farley., vol. viii, pp. 441-442; Nueva Enciclopedia católica (NEC), "Evangelio de Juan", pág. 1080; también NEC, vol. xii, pág. 407).
“La Gran Inserción " y " La Gran Omisión "
Las versiones modernas del Evangelio de Lucas tienen unas 10,000 palabras más que el mismo Evangelio en la Biblia de Sinaí. Seis de esas palabras dicen de Jesús “y fue llevado hacia el cielo", pero esta narrativa no aparece en ninguno de los Evangelios más antiguos, disponibles hoy, de Lucas ("Tres Modificaciones Doctrinales Tempranas del Texto de los Evangelios" [Three Early Doctrinal Modifications of the Text of the Gospels], F. C. Conybeare, El Periódico Hibbert, de Londres, Vol. 1, No. 1, Oct 1902, p. 96-113). Las versiones antiguas no verifican cuentas de los días modernos, de una ascensión de Jesús Cristo, y esta falsificación indica una intención claramente de engaño.
Hoy, el Evangelio de Lucas es el más largo de los Evangelios canónicos, porque ahora incluye "La Gran Inserción", una extraordinaria adición del siglo XV, totalizando a alrededor de 8,500 palabras (Lucas 9:51-18:14). La inserción de estas falsificaciones en ese Evangelio desconcierta a los analistas cristianos modernos, y de ellas, la Iglesia dijo:
"El carácter de estos pasajes hacen peligroso dibujar inferencias "
(Enciclopedia católica, Ed de Pecci., Vol. ii, pág. 407).
Así de notable, los Evangelios más antiguos de Lucas omiten todos los versos de 6:45 a 8:26, conocidos en los círculos de sacerdocio como "La Gran Omisión", un total de 1,547 palabras. En las versiones de hoy, ese agujero ha sido “tapado” con pasajes plagiados de otros Evangelios. El Dr. Tischendorf encontró que tres párrafos en las más nuevas versiones del Evangelio de Lucas, de la Última Cena, aparecidas en el siglo 15, pero la Iglesia todavía pasa sus Evangelios como la pura "palabra de Dios" (“¿Son Genuinos Nuestros Evangelios o No "?, op. cit.)
El "Índice del Expurgatorio”
Como era el caso con el Nuevo Testamento, también habían escrituras perjudiciales de tempranos “Padres de la Iglesia", modificadas en siglos de copiarse, y muchos de sus registros fueron intencionadamente vueltos a escribir suprimidos.
Adoptando los decretos del Concilio de Trento (1545-63), la Iglesia subsecuentemente extendió el proceso de borrar y ordenó la preparación de una lista especial de información específica a ser suprimida de las escrituras cristianas tempranas (Delineación del Catolicismo romano, Rev. Charles Elliott, DD, G. Lane & P. P. Sandford, Nueva York, 1842, pág. 89; también, Los Censores Vaticanos, Profesor Peter Elmsley, Oxford, pág. 327, fecha de publicación no disponible).
En 1562, el Vaticano estableció una oficina de censura especial llamada Index Expurgatorius. Su propósito era prohibir la publicación de "pasajes erróneos de los tempranos Padres de la Iglesia” que llevaban declaraciones opuestas a las doctrinas de los días modernos.
Cuando los archiveros Vaticanos vinieron por,
las copias "genuinas de los Padres", ellos las corrigieron según el "Index Expurgatory”
(El Index Expurgatorius Vaticanus, R. Gibbings, el ed., Dublín, 1837; La Política Literaria de la Iglesia de Roma, Joseph Mendham, J. Duncan, Londres, 1830, 2 ed., 1840; Los Censores Vaticanos, el op. el cit., pág. 328).
Este registro de la Iglesia proporciona a los investigadores con,
“dudas sobre el valor de todas las escrituras soltadas al público"
(Prensa de Propaganda de Roma, Sir James W. L. Claxton, Libros Whitehaven, Londres, 1942, pág. 182).
Importante para nuestra historia es el hecho de que la Enciclopedia Bíblica revela que alrededor de 1,200 años de historia cristiana es desconocido:
"Desgraciadamente, sólo algunos de los registros [de la Iglesia] anteriores al año 1198 han sido soltados".
No fue por casualidad que, en ese mismo año (1198), el Papa Inocencio III (1198-1216) suprimió todos los archivos de historia de la Iglesia más temprana, estableciendo los Archivos Confidenciales (Enciclopedia católica, ed de Farley. Vol. XV, pág. 287). Unos siete-y-un-medio siglos después, y luego de gastar algunos años en esos registros, el Profesor Edmond S. Bordeaux escribió Cómo Murió el gran Pan.
En un capítulo titulado "Toda la Historia de la Iglesia no es nada más que una Fabricación Retroactiva”, dijo esto (en parte):
"La Iglesia ante-fechó todos sus trabajos tardíos, algunos recientemente hechos, algunos revisados y algunos falsificados que contenían la expresión final de su historia... su técnica era hacer aparecer como que trabajos mucho más tardíos, escritos por escritores de la Iglesia, fueron compuestos un tiempo mucho más antes, para que pudieran volverse evidencia de los primeros, segundos o terceros siglos ".
(Cómo Murió el gran Pan, op. cit., pág. 46)
Los resultados de los descubrimientos del Profesor Bordeaux se apoyan en el hecho que, en 1587, el Papa Sixto V (1585-90) estableció una división oficial de publicación del Vaticano, y dijo en sus propias palabras,
“La historia de la iglesia será ahora establecida... buscaremos imprimir por nuestra propia cuenta "
(Encyclopédie, Diderot, 1759).
Los registros del Vaticano también revelan que Sixto V se pasó 18 meses de su vida como papa, escribiendo personalmente una nueva Biblia y luego introdujo en el Catolicismo una "Nueva Enseñanza" (Enciclopedia católica, ed de Farley, Vol. V, pág. 442, Vol. XV, pág. 376). La evidencia que la Iglesia escribió su propia historia se encuentra en la Encyclopédie de Diderot, y revela la razón por qué el Papa Clemente XIII (1758-69) ordenó la destrucción inmediata de todos los volúmenes después de su publicación en 1759.
Autores de los evangelios expuestos como impostores
Hay algo más involucrado en este escenario y está registrado en la Enciclopedia católica. Una apreciación de la mentalidad clerical surge cuando la misma Iglesia admite que no sabe quién escribió sus Evangelios y Epístolas, confesando que todas las 27 escrituras del Nuevo Testamento comenzaron su vida anónimamente:
"Aparece así, que los presentes títulos de los Evangelios no son identificables hasta los evangelistas mismos... ellos [la colección del Nuevo Testamento] son provistos con títulos que, aunque antiguos, no van tan atrás hasta los respectivos autores de esas escrituras".
(Enciclopedia católica, ed Farley., Vol. VI, pp. 655-6)
La Iglesia mantiene que "los títulos de nuestros Evangelios no fueron pensados para indicar los autores literarios”, agregando que "los títulos... fueron pegados a ellos" (Enciclopedia Católica, ed. Farley., Vol. I, pág. 117, Vol. Vi., pp. 655, 656).
Por consiguiente, no son Evangelios escritos "según Mateo, Marcos, Lucas o Juan", como se ha declarado públicamente. La fuerza completa de esta confesión revela que no hay ningún Evangelio apostólico genuino, y que las escrituras oscuras de la Iglesia hoy acuerpan las bases y pilares de los fundamentos cristianos y la fe.
Las consecuencias son fatales para la pretensión del origen Divino de todo el Nuevo Testamento, y exponen a los textos cristianos a que no tengan autoridad especial. Durante siglos, los Evangelios fabricados tenían la certificación autenticidad de la Iglesia, ahora confesada a ser falsa, y esto proporciona evidencia de que las escrituras cristianas son totalmente falacias.
Después de años de dedicada investigación del Nuevo Testamento, el Dr. Tischendorf expresó consternación a las diferencias entre los Evangelios más antiguos y los más nuevos, y tuvo problemas entendiendo...
“…cómo los escribas se pudieron permitir traer cambios aquí y allá, que no fueron simplemente verbales, sino que tales cambios afectaron el mismo significado y, lo que es aun peor, es que no vacilaron en recortar o insertar un pasaje”.
(Alteraciones a la Biblia de Sinaí, Dr. Consntantin von Tischendorf, 1863, disponible en la Biblioteca británica, Londres)
Después de años de validar la naturaleza fabricada del Nuevo Testamento, un desilusionado Dr. Tischendorf confesó que "las ediciones modernas de hoy en día han sido alteradas en muchos lugares" y “no serán aceptadas como verdaderas" (Cuándo Fueron Escritos Nuestros Evangelios?, Dr.Constantin von Tischendorf, 1865, Biblioteca Británica, Londres).
¿Simplemente que es la Cristiandad?
La pregunta importante, entonces, de hacer es la siguiente: Si el Nuevo Testamento no es histórico, ¿qué es?
El Dr. Tischendorf proporcionó parte de la respuesta, al decir, en sus 15,000 páginas de notas críticas sobre la Biblia de Sinaí que, "parece que el personaje de Jesús Cristo fue hecho narrador para muchas religiones".
Esto explica cómo las narrativas de la antigua épica hindú el Mahabharata, aparezca literalmente en los Evangelios hoy (por ejemplo, Mateo 1:25, 2:11, 8:1-4, 9:1-8, 9:18-26), y por qué los pasajes de los Fenómenos del estadista griego Aratus de Sicyon (271-213 A.C.) están en el Nuevo Testamento.
Los extractos del Himno a Zeus, escrito por el filósofo griego Cleanthes (c. 331-232 A.C.), también se encuentra en los Evangelios, como también 207 palabras del Thais de Menander (c. 343-291), uno de los "siete hombres sabios” de Grecia. Citas del semi-legendario poeta griego Epimenides (7 o 6 siglo A.C.) son puestos en los labios de Jesús Cristo, y siete pasajes de la curiosa Oda de Júpiter (c. 150 A.C.; autor desconocido) están reimpresas en el Nuevo Testamento.
La conclusión de Tischendorf también apoya los descubrimientos del Profesor Bordeaux del Vaticano, que revelan la alegoría de Jesús Cristo, deriva de la fábula de Mithra, el divino hijo de Dios (Ahura Mazda) y Mesías de los primeros reyes del Imperio Persa de alrededor de 400 A.C.. Su nacimiento en una gruta fue asistido por magos que siguieron una estrella del Este. Ellos trajeron "regalos de oro, incienso y mirra" (como en Mateo 2:11) y el bebé recién nacido fue adorado por pastores. Él vino al mundo llevando la capa Mithráica, la cual los papas imitaron en varios diseños hasta bien entrado el siglo 15.
Mithra, uno de una trinidad, estaba de pie en una roca, el emblema de la fundación de su religión, y fue ungido con miel. Después de una última cena con Helios y con otros 11 compañeros, Mithra fue crucificado en una cruz, atado en lino, puesto en una tumba de roca y resucitó al tercer día o alrededor del 25 marzo (luna llena en pleno equinoccio de la primavera, un tiempo llamado Pascua ahora, en honor de la Diosa babilónica Ishtar).
La feroz destrucción del universo era una doctrina importante del Mithraismo - un tiempo en que Mithra prometió regresar personalmente a la Tierra y salvar las almas merecedoras. Los devotos de Mithra compartían en un sagrado banquete de la comunión de pan y vino, una ceremonia que es paralela a la Eucaristía cristiana y precedió la Eucaristía por más de cuatro siglos.
La Cristiandad es una adaptación del:
Mithraismo, soldado con principios Druídicos de los Culdeos
algunos elementos egipcios (el Libro pre-Cristiano de Revelación fue originalmente llamado Los Misterios de Osiris e Isis).
la filosofía griega
varios aspectos del Hinduismo
Por qué no hay ningún registro de Jesús Cristo
No es posible encontrar ningún legítimo escrito religioso o escrituras históricas compiladas entre el principio del primer siglo y bien entrado el cuarto siglo, de ninguna referencia a Jesús Cristo y los espectaculares eventos que dice la Iglesia que acompañaron su vida.
Esta confirmación viene de Frédéric Farrar (1831-1903) del colegio Trinity, de la Universidad de Cambridge:
"Es asombroso que la historia ni siquiera haya embalsamado para nosotros un dicho cierto o definido, o alguna circunstancia en la vida del Salvador de la humanidad... no hay ninguna declaración en toda la historia que diga que alguien vio a Jesús o habló con él. Nada en la historia es más asombroso que el silencio de los escritores contemporáneos acerca de los eventos relatados en los cuatro Evangelios".
(La Vida de Cristo, Frédéric W. Farrar, Cassell, Londres, 1874)
Esta situación surge de un conflicto entre la historia y las narrativas del Nuevo Testamento. El Dr. Tischendorf hizo este comentario:
"Debemos admitir francamente que no tenemos ninguna fuente de información respecto a la vida de Jesús Cristo más que las escrituras eclesiásticas ensambladas durante el siglo IV".
(Códice Sinaítico, Dr. Constantin von Tischendorf, Biblioteca británica, Londres)
Hay una explicación para esos centenares de años de silencio:
La estructura de la Cristiandad no empezó hasta después del primer trimestre del siglo cuatro, y por eso, el Papa Leo X (d. 1521) llamó a Cristo una "fábula"
(Cardenal Bembo : Sus Cartas..., op. cit.).
Se puede Probar que Jesucristo no existió
by John Kaminski
traducido por Adela Kaufmann
Una vez usted basa su vida entera esforzándose con una desesperada mentira, intentando llevar a cabo esa mentira, usted instrumenta su propia destrucción.
- Ernest Becker
El Rechazo de la Muerte
Es como quitarle el dulce a un bebé. El dulce no es bueno para el niño, pero le tomará muchos años y mucho aprendizaje comprender el favor usted le hizo. Entretanto, él gimoteará sobre cuán malo era usted y que malo fue hacer eso. Pero al convertirse él en un adulto saludable, debido a lo mismo que usted le quitó, él pudo realmente desarrollar el juicio y la sabiduría para agradecerle lo que usted hizo. En todo, él será mucho más saludable.
Así también con las creencias.
Si usted cree en magia, en que alguna frase especial lo mantendrá a salvo de peligro en todas las situaciones e incluso lo inmunizará de la muerte, usted fallará en percibir la verdadera realidad del mundo ante sus ojos - que todas las cosas deben pasar, aunque los aspectos sutiles de nosotros pueden seguir adelante a través de nuestra descendencia.
Es un bonito sistema, si usted piensa sobre él, uno que gobierna cada cosa viviente en el universo conocido. Y cada cosa viviente está más que satisfecha con él - de hecho, prospera en su alegría vital debido a él - excepto uno. Nosotros.
Los humanos, normalmente muy perspicaces en cada aspecto de sus infinitamente variadas vidas, no posee en absoluto ningún estándar cuando se llega a un asunto - la muerte. Se dice a menudo que el instinto es más fuerte que la razón, y en todos los reinos del esfuerzo humano, en ninguna parte es más evidente que en las entretenidas estrategias inventivas que desarrollan los humanos para pretender que ellos realmente no mueren.
El segundo rasgo humano más común después de que la supervivencia es el impulso para prosperar y estar seguro, por lo que no debe venir como sorpresa el hecho de que, muy temprano en nuestra historia, las personas perceptivas y emprendedoras, al reconocer esta necesidad humana universal de negar que morimos, se dieron prisa para desarrollar y comercializar productos que satisficieran la demanda pública de aliviar este miedo. Cada cultura conocida al hombre dejó significantes rastros de este comercio espiritual.
Usted sabe el argumento. ¿Podemos nosotros vivir nuestras vidas y aceptar que nada sigue? O debemos engañarnos e inventar, con el poder de nuestra infinita imaginación, un camino para pasar esta desalentadora pared de mortalidad. Bien, la respuesta existe, y la especie humana ha optado claramente por la esperanza de lo improbable.
Pero exactamente, ¿cual es el precio de este voluntario auto engaño?
Éste no es un intento por rebajar muchos miles de años de honesto esfuerzo por parte de personas sinceras, para destilar lecciones esenciales para una vida saludable, dentro de los códigos prácticos de conducta que refuerzan la causa de la armonía, y proporcionan útiles senderos para una paz mental.
Pero dada la naturaleza de nuestra aflicción, del terror hacia la muerte, todos nosotros tenemos esa necesidad de ser reprimidos para nuestra propia tranquilidad. No es, pues, difícil entender cómo aquéllos que manejan estas fórmulas secretas para la felicidad, puedan estar tentados a explotarlos para sus propios propósitos egoístas. Se llama la tentación de poder, y creo que no necesito explicarlo.
Además, dado que este problema tiene una prioridad más alta que cualquier otra que enfrentamos en toda nuestra vida, y también que para cada uno de nosotros, la efectividad de la cura es más importante que la legitimidad real del método, esto nos deja – como lo sabemos de la historia - con una situación fértil para la explotación.
Por último, está el asunto de realmente conocer los secretos del universo.
Esto lo depositamos a la providencia de los sacerdotes, y nosotros les pagamos para hacernos felices, para que constituyan una historia que ate todos estos yermos extremos sueltos, sobre los cuales nosotros no queremos pensar.
Pero que, si estas creencias nos hirieran de maneras que no alcanzamos a comprender. Aun cuando nos confortan con simples cuentos que mágicamente explican todo,
• ¿comprendemos realmente lo que los conceptos de comunión y resurrección realmente significan en términos de cómo nos relacionamos con nuestros vecinos y con nuestro mundo?
• ¿cuál es el peligro cuándo la lógica es sustituida por la magia de la creencia religiosa?
Primero, debemos entender el proceso por el cual piensan las personas.
Hay evidencia convincente que las culturas antiguas realmente poseyeron religiones mucho más realistas que nuestra sociedad contemporánea. Y fueron desarrolladas estudiando el cielo. Durante el día, era obvio que toda la vida dependía de las propiedades benéficas del Sol. Y durante la temerosa noche, los humanos estudiaron las estrellas por sus señales para la supervivencia, y proyectaron sus propios pensamientos hacia estos fenómenos. Estas dos cosas forman la base de todas las religiones existentes, según Acharya S.
Cómo piensan las personas?
Nosotros antropomorfizamos todo. Es cómo nosotros aprendimos a entender las cosas. Nosotros hablamos con nuestras plantas y nuestros animales disecados. Les damos nombres. Sin embargo, siempre ha sido así, con todos los fenómenos percibidos. Esto es cómo las estrellas se volvieron personas, o por lo menos animales. De Amun Ra, pilotando su barco celeste a través del cielo hace todos estos siglos, hasta el Gran Oso a quien nosotros todavía vemos todas las noches.
El Sol se volvió Krishna. La luna, Inanna. Su puesta en escena y desaparición crearon nuevos dioses renaciendo diariamente, o mensual o anualmente.
Todos ellos consiguieron nombres, diferentes, dependiendo dónde se vivía. Osiris. Tammuz. Orfeo. Mitra. Millones de nombres. Transcurrieron milenios. Un día, después de miles de años de guerra y paz, de lucha y amor, de civilizaciones surgiendo y cayendo, de repente, después de un cónclave romano de movedores y sacudidores regionales, el nombre aceptado de la deidad se volvió Jesús. Y él aun era el Sol, y sus discípulos, las estrellas (realmente los doce signos del Zodíaco,).
O así, dice Acharya, y yo le creo.
¿Por qué? Porque es lógico. Es historia real.
Y aun, el mito, es empírico en vez de manipulador, una explicación causativa en lugar del truco mágico de algún hombre insondable que se presentó un día exigiendo que él era Dios a las personas que lo escribieron y los pusieron en un libro llamado la Biblia.
Ésa es la versión corta. La versión larga son dos mil años de conocimiento o saber suprimido, mantenido en secreto porque simplemente no concordaba con la propaganda organizada que las religiones producen para atraer y fanatizar a los adeptos a su propia interpretación particular de los eventos cósmicos y la vida cotidiana. Pero esta explicación más científica siempre ha estado allí, y las personas razonables, pensantes que no son deslumbradas por su propio miedo y acobardadas por sus propios auto-inflingidos gurús espirituales, siempre han sabido sobre ello.
Y Acharya S. lo ha recopilado, doblado pulcra y lógicamente en dos volúmenes enciclopédicos de excelencia erudita. Éstos son titulados "La Conspiración del Cristo: La más Grande Historia Alguna vez Vendida" (1999) y "Soles de Dios: Krishna, Buda y Cristo Develados" (2004).
Miren el mundo hoy. Guerras interminables, odios enconados, una multitud de mentiras gubernamentales que diciéndonos que el mundo es de una manera cuando nosotros sospechamos que no es realmente de esa manera. Nosotros debemos escuchar nuestras propias voces y no aceptar ciegamente las declaraciones pagadas de sí mismas de figuras "de autoridad". ¿Cómo aprendimos a hacer eso?
Adivinen. Simplemente adivinen.
Esta historia no es sobre quitarle a su Dios. Sólo un idiota insistiría en que los hombres crearon el ocaso, las órbitas de los planetas, o la baba del bebé. Esta historia es sobre analizar la terminología que usted usa para explicar la manera en que usted ve su vida y el universo. Y sobre todo, es sobre las mentiras que nos han dicho para mantenernos en nuestras cadenas mentales, mientras aquéllos que nos controlan - nuestros predicadores, sacerdotes, rabinos, mullah, lamas y otros "hombres santos" - refuerzan el miedo, incitan a la matanza, y ganan mucho de las grandes mentiras que promueven como sagrado evangelio.
Siento mucho ser tan brusco. Ustedes necesitan prestar atención a esto. El futuro de la sociedad humana depende de su comprensión de lo que ustedes están leyendo en este momento, e incluso eso es una especie de eufemismo.
Para nuestras mentes contemporáneas, Occidentalmente Cristianizadas, lo más pasmoso que Acharya S. demuestra, más allá de la duda, en sus dos tomos eruditos, es que la muy-venerada personalidad conocida como Jesús Cristo es un carácter de ficción completamente ideado, y que la Cristiandad no tiene absolutamente ninguna sustancia que no fue robada - creada enteramente de las tradiciones y mitos paganos - de muchas de las religiones más antiguas del mundo.
¿Cómo demuestra ella esto?
Diciéndole sobre los muchos otros "salvadores" que existieron antes de a la creación de Jesús, muchos de los cuales nacieron a finales de diciembre de madres vírgenes y que eran de origen divino, muchos de los cuales realizaron milagros, sostenían morales altas, sanaban a los enfermos, era los catalizadores para la salvación, fueron llamados "Salvador" o "Redentor," y fueron crucificados; cuyas leyendas contienen todas elementos que fueron más tarde plagiados por plutócratas romanos poco escrupulosos, cuando se juntaron para construir el mito de Jesús como método para usurpar y unificar credos preexistentes para mejor control de sus diversas y revoltosas masas.
Analizando todas las contribuciones de escritores conocidos de ese tiempo antiguo, a través de décadas de estudio de los trabajos de historiadores escépticos que han estado investigando este engaño durante siglos, y observando que virtualmente ninguno de estos tempranos historiadores alguna vez mencionan a Cristo o a los Cristianos, salvo los trabajos de unos pocos; y un análisis más profundo revela que estos trabajos han sido retocados o completamente fabricados, para el beneficio de los políticos manipuladores que crearon la cerradura mental más poderosa que la sociedad humana ha conocido alguna vez.
Proporcionando un detallado y preciso retrato de la evolución real del mito religioso, con una explicación clara de cómo todos los Mesías son representaciones meramente antropomórficas del Sol, y cómo todos los otros caracteres mitológicos de apoyo, particularmente cuando son descritos en grupos de 12, son meramente personalidades proyectadas hacia las estrellas.*
Esto, no el desprestigio del mito de Jesús, es el verdadero valor del libro, y convierte a Acharya S., en mi sincera estimación, en el filósofo religioso de mayor rango de nuestra era, simplemente porque ella corta a través de la porquería beata y trata empírica y francamente con los hechos.
Pero más que eso, en esta era de desinformación deliberada y control mental de las masas, los trabajos de Acharya proporcionan a aquellos que desean pensar profundamente sobre la naturaleza de la condición humana con un estudio sorprendente de mal comportamiento sacerdotal y engaño deliberado, que es lo que realmente es la religión – un show mágico que explota la necesidad de las personas de respuestas a preguntas incontrovertibles.
Como tal, sus trabajos nos aperan con una herramienta esencial para ayudarnos a entender por qué nosotros no tenemos poder contra un asalto de los medios de comunicación masivos que nos pasan diciendo cosas que nosotros sabemos que no son verdad. Lo que hace el estado hace la iglesia, perfeccionado con amenazas, violencia, y forzándonos a creer en nuestros corazones, cosas que jamás fueron verdad.
Pero es el argumento de Jesús que capta la atención de todos.
O, como lo pone Acharya,
“…No hay evidencia alguna para la historicidad del fundador cristiano, que los defensores cristianos más tempranos eran en conjunto, o absolutamente crédulos o asombrosamente engañosos, y aquellos llamados 'defensores de la fe’ fueron obligados bajo cargos incesantes de fraude para admitir que la Cristiandad era una repetición de religiones más antiguas.
Empecemos con las figuras legendarias de mayor antigüedad, cuyos atributos se parecen misteriosamente a la leyenda que mucho más tarde fuera conocida como Jesús Cristo.
"La historia de Jesús incorporó elementos de los relatos de otras deidades, grabados en esta área extendida del mundo antiguo, incluyendo algunos de los siguientes salvadores mundiales, muchos o todos predatan el mito cristiano, " Acharya escribe.
Éstos incluyen (y editaré esta lista, porque es muy larga):
Adad y Marduk de Assyria
Adonis, Esclepio, Apollo, Dionisio, Heracles, y Zeus de Grecia
Alcides de Tebas, el redentor divino nacido de una virgen alrededor de 1200 BCE
Attis de Erigía
Bal o Bel de Babilonia/Fenicia
Buddha y Krishna de India
Hermes de Egipto/Grecia
Hesus de los Druidas
Horus, Osiris, y Serapis de Egipto
Indra de Tibet/India
Ieo de China
Issa de Arabia, nacido de la Virgen María en 400 BCE
Jupiter/Jove de Roma
Mitra de Persia/India
Odin/Wodin/Woden/Wotan de Escandinavia
Prometheo del Cáucaso/Grecia
Quetzalcoatl de Mexico
Salivahana de India del sur " que era un niño divino nacido de una virgen, e hijo de un carpintero "
Tammuz de Siria, el dios del salvador a quien se rindió culto en Jerusalén
Thor de los Galos
Zaratustra de Persia
[Lista incluida por la traductora:
Adad de Asiría
Adonis, Apolo, Heracles ("Hércules"), y Zeus de Grecia
Alcides de Tebas
Attis de Erigía
Baal de Fenicia/Babilonia
Bali de Afganistán
Beddru de Japón
Buddha de la India
Crite de Caldea
Deva Tat de Tailandia
Hesus de los druidas
Horus, Osiris, y Serapis de Egipto de quién el aspecto barbudo y con el pelo largo fue adoptado para el carácter de Cristo
Indra de Tíbet
Jao de Nepal
Krishna de la India
Mikado de los Sintoistas
Mithra de Persia
Odin de los escandinavos
Prometeo del Cáucaso
Quetzalcoatl de Méjico
Salivahana de Bermudas
Tammuz de Siria (quién, en un movimiento típico en la fabricación de mitos, lo convirtieron más adelante en el discípulo Thomas16)
Tor de los nórdicos
Monarca universal de las Sibilas
Wittoba de los Bilingoneses
Xamolxis de Tracia
Zarathustra/Zoroaster de Persia
Zoar de los Bonzes]
Attis de Phrygia nació el 25 de diciembre de la Virgen Nana, y fue considerado el salvador que fue matado para la salvación de la humanidad. Su cuerpo, como pan, fue comido por sus adoradores. Él fue crucificado en un árbol, descendió a los mundos bajos y resucitó anualmente el 25 de marzo como el "dios más alto," muchos siglos antes de que la Cristiandad fuera inventada.
Buda nació el 25 de diciembre de la virgen maya, y su nacimiento fue acompañado por una estrella especial, hombres sabios y ángeles. Él fue bautizado en el agua con el espíritu santo presente. Él fue resucitado y regresará en los "últimos días" para juzgar a todos los hombres. Sus leyendas se extienden atrás a más de mil años antes de Cristo.
El dios griego del vino realmente era un salvador (como cualquier bebedor le dirá). Dionisio, nacido de una virgen, que montó en una procesión triunfal en un asno, es considerado por algunos estudiosos como el prototipo de Cristo.
El real ejemplar para todos los salvadores, según Acharya, era el dios egipcio Osiris. Citando a Bárbara Walker, de "la Enciclopedia de Las Mujeres sobre Mitos y Secretos":
De todos los dioses salvadores a quienes se les rindió culto al comienzo de la era cristiana, Osiris puede haber contribuido más detalles a la evolución de la figura de Cristo que cualquier otro. Ya muy antiguo en Egipto, Osiris fue identificado con casi cada otro dios egipcio y estaba en camino de absorberlos a todos. Él tenía bien más de 200 nombres divinos.
Él fue llamado el Señor de los Señores, el Rey de Reyes, Dios de Dioses. Él era la Resurrección y la Vida, el Buen Pastor, la Eternidad y el Eterno, "el dios que hizo que los hombres y mujeres nacieran de nuevo". (Sir Wallis) Budge (una vez Egiptólogo preeminente) dice,
" Del primero al último, Osiris era a los egipcios el dios-hombre que sufrió, murió, subió de nuevo, y reinó eternamente en el cielo. Ellos creyeron que ellos heredarían la vida eterna, así como él lo había hecho...
Algunos aseveran que Osiris vivió hace unos 22,000 años.
Acharya escribe:
Como el Coronel James Churchward ingenuamente exclama, "Las enseñanzas de Osiris y Jesús son maravillosamente iguales. Muchos pasajes son idénticamente los mismos, formulados palabra por palabra.”
Acharya compara también exhaustivamente los detalles de Krishna y Mithra, así como Prometeo, Quetzalcoatl, y Serapis. El lector empieza a comprender pronto que todas estas historias son la misma.
¿La conclusión?
Es evidente que Jesús Cristo es un carácter mítico basado en estos varios hombres de dios y salvadores universales que eran parte del mundo antiguo por miles de años antes de la era cristiana.
Ahora, una vez usted comprende que, usted sabe que tiene que prepararse para el asalto de los verdaderos creyentes quienes, cuando usted menciona que Jesús fue un carácter de ficción, va a venir a usted con todas las armas verbales que ellos han retenido durante sus desencaminadas y propagandizadas vidas.
La Biblia no es un documento histórico válido. Es el trabajo de propaganda política y filosófica, diseñado para engañar y controlar, y tomar ventaje de la necesidad de las personas de tener respuestas a preguntas que realmente no tienen respuesta alguna, hasta donde le concierte a la percepción humana.
A menudo, los fundamentalistas cristianos intentan citar clásicas fuentes históricas para estribar su inquebrantable creencia que Jesús resucitó y (según George Bush y los neocons) regresará un día a hacer volar a Jerusalén y guiar a sus seguidores a un destino agradable en el cielo.
Éste puede ser el más valioso aspecto del trabajo de Acharya. Ella considera el nombre de cada historiador conocido del periodo, y explica por qué, no puede ser posible que sea exacto aquello en lo que los fanáticos cristianos insisten.
Usando miles de notas de pie de página de los estudiosos serios durante los muchos siglos, Acharya explica todas las revisiones, interpolaciones y falsificaciones que permiten que algunos de los creyentes intransigentes argumenten que realmente hay evidencia histórica de la existencia de Jesús – cuando, de hecho, no la hay.
Todos los grandes historiadores del primer siglo – Plinio el Viejo y Younger, Suetonius, Dio Chrysostom, Livy, Petronius, Plutarco, Séneca y muchos otros cuyos trabajos todavía son existentes - nunca haga mención alguna del fundador de la Cristiandad.
Aunque él vivió en Jerusalén durante el tiempo que se suponía que Jesús había existido, el bien reconocido filósofo judío Philo Judaeus de Alejandría, nunca menciona incluso una sola vez a Cristo o a la Cristiandad.
Acharya cita al erudito religioso John Remsburg sobre Philo:
Él estaba allí cuando tuvo lugar la crucifixión, con su terremoto acompañante, oscuridad sobrenatural, y la resurrección de los muertos, y en presencia de muchos testigos ascendió al cielo. Estos maravillosos eventos que deben de haber llenado al mundo de asombro, si ocurrieron realmente, eran desconocidos para él.
El bien-viajado Philo abogaba por la causa judía en Roma, conoció de Pilatos, los Esenios y los Terapeutas, sin embargo ninguna vez mencionó a Jesús o los cristianos.
Como Acharya conjeturó:
"Uno pensaría que… si Jesús había aparecido de repente en la patria de Philo, durante su vida, cuando él era un adulto sensible, Philo no sólo habría notado pero habría saltado de alegría, y escrito rimas sobre el glorioso evento, viendo las promesas y profecías de Israel cumplidas. No podría ser más obvio que nada de eso pasó durante la vida de Philo.”
Pero la mayoría de los apologistas cristianos ni siquiera saben de Philo. El historiador que ellos usan más a menudo para legitimar sus demandas de que Jesúcristo fue un personaje histórico real es Flavio Josefo. Y Acharya consagra una cantidad considerable de espacio demoliendo esas demandas. Josefo (37-95 CE) es el historiador judío más famoso de ese tiempo.
Acharya escribe:
...en el trabajo entero de Josefa, que consiste de muchos volúmenes de gran detalle, abarcando siglos de historia hay mención alguna de Pablo o los Cristianos, y hay sólo dos breves párrafos que pretenden relacionarse a Jesús. Aunque mucho ha sido hecho de estas "referencias," han sido descartadas por eruditos y apologistas cristianos como falsificaciones...
Muchos estudiosos que investigan la materia creen que la sola mención de Jesús en todos los trabajos de Josefo era falsificado - interpolado - siglos después por un Cristiano poco escrupuloso llamado Obispo Eusebio.
En su segundo libro, Acharya recuenta el análisis del experto en la Biblia, el Dr. Nathaniel Lardner (1684-1768):
Mattathias, el padre de Josefo tendría que haber sido un testigo de los milagros que se dice fueron realizado por Jesús, y Josefo nació en el lapso de dos años después de la crucifixión, sin embargo, en todos sus trabajos él no dice nada sobre la vida o muerte de Jesús Cristo; en cuanto al pasaje interpolado, es ahora reconocido universalmente que es una falsificación.
Pero quizás el episodio más curioso que cubre Acharya involucra al historiador romano Tacitus cuyo menudo-citado pasaje sobre Nerón persiguiendo a los Cristianos es revelado como un fraude. Y esto lleva a una historia interesante, tan típica sobre la construcción cuestionable del mito cristiano.
Parece que esta mención, por Tacitus en particular, que vivió en el primer siglo CE no aparece en la literatura hasta el siglo 15, porque los numerosos estudiosos incluso han notado que ni los más ardientes apologistas cristianos lo mencionaron hasta entonces. Pero ésa no es la peor parte.
Quizás la reproducción ficticia de una fuente clásica para propósitos cristianos desviados reside en el famoso pasaje en "Los Anales", por Tacitus, que describe a Nero culpando a los Cristianos de quemar Roma. Desgraciadamente para la máquina propagandísitca de la iglesia romana, numerosos expertos han deducido que subsecuentemente, ni Eusebio ni Tertulio ni cualquiera de los otros padres de la iglesia consagrados conoció la existencia de este pasaje - porque ellos, ciertamente lo habrían mencionado, ya que eran tan vivamente simpatizantes con su causa - es probable que este libro entero - Los Anales de Tacitus, que es un pilar de algunas bibliotecas clásicas - es una falsificación del siglo 15 sobre un evento del siglo primero queriendo mejorar la veracidad histórica inexistente de la iglesia cristiana.
Pero la historia de la religión real, ah, ésa es una historia diferente y más feliz. Acharya cita al estudioso indio S. B. Roy, de su libro "Astronomía Lunar Prehistórica":
Para los antiguos... el cielo era la tierra de dioses y misterio. El cielo - el Dyaus del Rig Veda - era viviente por sí mismo. Las estrellas eran las moradas de los dioses. Las estrellas brillantes se eran, de hecho, dioses luminosos. La astronomía no era el conocimiento de de cuerpos celestes, sino de seres celestiales.
"El conocimiento astronómico o astroteológico alcanza hasta atrás, al alba de la humanidad, apareciendo extendido y desarrollándose altamente sobre un periodo de milenios,"
...Acharya escribe, y después de un examen completo del asunto, concluye:
Los padres de la iglesia y otros escritores cristianos también reconocieron esta astroteología y su antigüedad, pero la denigraron tanto como les fue posible. ¿Por qué? ... el conocimiento sobre la astroteología revelaría a los Cristianos que su propia religión era Pagana en virtualmente cada aspecto significante.... la restauración de este conocimiento no será desesperada sino regocijada.
Resumen
Las religiones cristianas - así como sus primos monoteístas, el Judaísmo y el Islam - son todas basadas en los vestigios primitivos de un pasado oscuro, que ciertamente, la mayoría de sus seguidores, indudablemente no entienden adecuadamente, y sin duda alguna, muchos de sus oficiales de la cima tampoco comprenden.
Éstos son canibalismo y sacrificio de niños.
La tangente al canibalismo puede verse claramente en el acto de la sagrada comunión en que el creyente se insta para tragar "el cuerpo de Cristo". El ejemplo del sacrificio de niños ocurre en el mito de "Dios" supuestamente enviando a su único hijo al reino corpóreo sólo para ser torturado y asesinado. Esto siempre me ha parecido como un acondicionamiento profundamente encubierto para adoctrinar a creyentes ingenuos a estar deseosos de morir, o a enviar a sus niños a morir por su país bendito.
Yo no conozco ninguna literatura que adecuadamente analice las ramificaciones psicológicas de estos dos simbólicos actos bárbaros. Pero sé que billones de personas han participado en éstos locos rituales y han basado sus vidas en veneración de ellos. Y nosotros vemos muy claramente los resultados del paradigma de la creencia en el insensato asesinato de billones durante el siglo, generado por la fe ciega y salvaje en esta supuesta causa santa.
Aunque hay ejemplos infinitos, los dos que inicialmente vienen a la mente son los siglos de matanza en el hemisferio Occidental por los conquistadores españoles y los pioneros británicos que consideraron animales a sus semejantes co-humanos, que se veían diferentes a ellos, por lo que eran elegibles para exterminación. Y ahora, están los perversos asesinos violadores de inocentes Iraquíes, que son muertos por héroes americanos, israelitas y británicos endrogados y envenenados con uranio. El mismo partido de football en diferentes tiempos - cada porción de esto directamente atribuible a este sanguinario legado Judeo-cristiano.
Y yo también sé otra cosa importante en estas materias. Cuando ustedes viven su vida convencidos que esa realidad es de cierta manera y basan sus vidas en ello, sus vidas resultarán ser exactamente lo que ustedes creen. Yo creo que hay una conexión directa entre la gran mentira cristiana que ustedes sobrevivirán la muerte si hacen lo que el cura les dice, y la realidad cotidiana siempre presente de violencia en el mundo.
La iglesia les enseña a creer en la infalibilidad de lo que sus líderes dicen, y a seguir sus órdenes sin importar lo demás, o ustedes se asarán en los fuegos del infierno. La historia nos muestra, claramente, que no importa la denominación, los padres de la iglesia han mentido terriblemente y han causado billones de muertes innecesarias.
Esas mentiras, emuladas santurronamente por los líderes gubernamentales - sean ellos reyes o presidentes – han transferido esta autoridad sobrenatural al reino secular, permitiéndole a nuestros líderes engañar a sus poblaciones para hacer matanzas interminables para lo que nuestros líderes dicen que es correcto, y que son razones ultimadamente engañosas, al estar basadas en mentiras deliberadas. Justamente como la religión cristiana, y sus primos monoteístas.
La voluntad de la población para creer que estas mentiras se relacionan directamente a lo que sus santos varones les dijeron - crea esto, o usted sufrirá en el infierno para la eternidad.
Lo que usted cree es lo que recibe, y esta actitud, engendrada por la iglesia cristiana y sus maníacos colegas monoteístas tienen, con sus mentiras transparentes que han sido tragadas por millones de personas incautas, mantuvieron las impotentes amenazas de sus falsas promesas, creando el infierno en la tierra para convencerlo que ellos tienen razón.
Este santo cerrojo mental nunca ha sido más obvio - ni más letal – de lo que es hoy, en el año 2005 en el cual un déspota presidente americano, quien insiste que él habla con Dios, ha matado y está matando cientos de miles de personas por todo el mundo, por razones que cualquiera, con una pizca de sentido común, sabe son mentiras.
Los dos voluminosos y sólidamente referenciados trabajos de la mujer conocida sólo como Acharya S - "La Conspiración de Cristo" y "Soles de Dios" - proporciona un valioso primer paso para muchos creyentes descarriados que han venido a descreer el doble hablado de sus líderes religiosos para desentoxicar la auto-engañosa desinformación con la cual la mayoría de nosotros ha sido bombardeado con lo largo de nuestras vidas.
Este conocimiento siempre ha sido conocido, pero ha sido suprimido y censurado por la máquina giratoria de la religión organizada, confiriendo su gracia corrupta a los tiranos durante siglos. El cuadro real de nuestro creyente cristiano descaminado está probablemente mejor expresado por el mismo San Agustín durante todos esos largos y agónicos años, en este pasaje recontado por Acharya S:
... uno de los más afamados y respetados doctores cristianos era San Agustín que "estaca su salvación eterna” en su aserción que él predicó el evangelio a "una nación entera de hombres y mujeres que no tenían cabeza, pero tenían sus ojos en sus pechos".
Nota de pie de página
Quién es exactamente Acharya S y por qué es tan difícil de encontrar?
Realmente, es debido a la persecución que le han obligado a soportar debido a su trabajo. Ahora mismo, ni siquiera su editor sabe donde está. Ella se ha escondido después de varios incidentes desagradables durante los últimos años, uno de los cuales fue el secuestro de su hijo, un crimen que fue afortunadamente resuelto después de un período de intensa tensión que puede haber involucrado a un bastante conocido gurú de la Nueva Era.
Un estudio en las contradicciones, Acharya S es obviamente un “seudonimo” para un arqueólogo, historiador, mitologista y lingüista que tiene las calificaciones, el valor, e integridad para desbancar completa y profesionalmente la máquina giratoria colectiva de la religión. Pero hablar con Acharya S es notablemente diferente que leer su trabajo, sobre la diferencia entre un chiquillo ciclista y un profesor de la universidad, guiando a algunos a especular si el radical áspero-afilado y el creador de los meticulosos argumentos y tomos eruditos que llevan su nombre realmente son la misma persona.
No obstante, sus dos meticulosamente documentados libros presentan al lector laico e historiador profesional, similar con un fuerte asesoramiento sobre las rotundas mentiras que la iglesia cristiana ha dicho sobre su homónimo. Usted puede pedir los libros de http://www.adventuresunlimitedpress.com/ o averiguar más sobre Acharya en http://truthbeknown.com/
Si usted leyera estos libros, es extremadamente dudoso que usted alguna vez asista de nuevo a la iglesia. Y si lo hace, usted llevará consigo la pregunta reverberante:
¿Qué le pasa a uno cuando sabe que aquello en lo que ha creído en lo más profundo de su propio corazón es falso?
Todo este tiempo, en el nombre de una ficticia fórmula mágica robada de otros y renombrada con mentira sobre mentira, se han matado a billones, y están por matarse más billones.
Abran sus ojos, para la causa del Dios real, para la belleza de este universo que nos da vida, que no distingue entre hombre o bestia, pero que le da, a todo lo que respira, este exquisito regalo, con sólo un único cordón atado - un cordón atado a todo lo que vive.
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jueves, 20 de septiembre de 2007
HISTORIA DE LOS PAPAS A PARTIR DEL 855 HASTA EL 1585 E.C.
Como la historia de los Papas ha sido tan obscura, desde sus mismos inicios, habremos de iniciar y basar nuestra valoración partiendo del año 855 E.C. cuando un “grupo de nobles Europeos, portadores de una lujuria indecente y brutal donde muchos de ellos aún no podían escribir sus nombres”, se hicieron al Papado y lo condujeron hasta su final, 623 años más tarde en 1527, y cuando bajo los subterfugios del Papa Clemente VIII (1523-1524) Roma cayó bajo el ejército del Emperador Carlos V (Annals of Hicmar, Archbishop of Reims, publicado cerca del 905 E.C.
Años 855 a 858
Comencemos nuestra historia con el Papa, o más bien, Antipapa Anastasio. Éste aparece en la lista “oficial” de los papas y ejerció el mismo en el 855 EC.. Le sigue, ahora en el mismo año del 855 EC, una papisa. Sí, un papa mujer cuyo nombre fue Joan Anglicus quien, oficialmente, ocupó la silla de Pedro entre 855 y 858. A diferencia de Marozia, una mujer que tuvo ingerencias dentro del papado por varias décadas en el siglo 10, como podremos ver más adelante, fue elegida formalmente y así, ante los ojos de los Católicos, fue una legítima sucesora de San Pedro. Su historia la podemos leer en la obra de Thomas de Elmham y que se conoce con el título de Official List of the Popes. De ella también se hace referencia en la Catholic Encyclopedia, tomo I., p.109, como en el tomo XII.,p.767 et al. Es de anotar que entre éste período de 4 años pasaron por la silla de Pedro, los papas Juan (antipapa él), León IV (847-855), Benedicto III (855-858),y Nicolás I (858-867).
Años 858 a 872
Accede al papado, Adrian II (867-872).
Años 872 a 882
Llega al solio papal Juan VIII. Este papa crea una fuerza naval con personal cristiana y que se conoció como “los navegantes guerreros”. Fue creado por allá en el 881, pero los detalles de su magnitud y misiones no existen públicamente, pero se recuerda en la obra de la Enciclopedie Diderot. En ella se le califica como “el Papa de la Flota Guerrera” y que aún operaba para 1579. Este documento se encontró dentro de una documentación que en otra oportunidad perteneció a la poderosa familia Romana Crescenti, familia que intervino en los golpes de estado dados a los papas desde mediados del siglo 10 hasta comienzos del siglo 11.
La Flota del Papa aún operaba en el siglo 16, casi 700 años después de su inicio, bajo los auspicios del Papa Gregorio XIII, quien nació en 152 y murió en 1585.
Le siguen otros 2 papas, Marino II (882-884) y Adriano III quien fue atado sobre la parte superior de un camello, esputado por el pueblo y apedreado, causándole la muerte.
Año 896
Muere el Papa Formoso. Tiempo este en el cuál se produjo la más profunda humillación a la Iglesia Católica co0mo nunca antes se había experimentado. Le sucede el Papa Bonifacio VI, quien sólo gobernó 15 días. Le sucede el Papa Esteban VII o Esteban VI según otros geneólogos. Este papa no sólo abusó de la memoria del Papa Formoso sino que trató indignamente su cadáver. Esteban VII fue estrangulado en prisión en el verano del 897.
Años 897 a 904
Le suceden al anterior 6 Papas cuya designación o elección se debe a luchas habidas entre los partidos políticos de la época.
Años 904 a 911
El último de los anteriores 6 papas fue Cristóforo quien es depuesto por el Papa Sergio III. Este estuvo en la silla de San Pedro entre los años 904 al 911, 7 años. (Catholic Encyclopedia. Tomo 2, p.147)
Años 914 a 928
Ocupa el solio papal Juan X con la ayuda de su amante Teodora quien lo había recomendado el Arzobispo de Rávena. Se le recuerda como un comandante y militar que estuvo al frente en la guerra contra los Sarracenos, a quienes venció. Más tarde Teodora se casa con el Marqués de Toscaza y preparan un golpe de estado contra el mismo Juan X. Éste fue muerto por asfixia con una almohada en el Castillo de San Ángelo por los hombres de la noble Marozia.
Año 928
Los hombres de Marozia llevan al solio Papal a León VI, pero éste es reemplazado, poco después de 7 meses, por Esteban VII (VII). Éste gobernó por el término de 2 años.
Años 931 a 935
Marozia otorga el papado a su hijo y a quien se le conoció como Papa Juan XI. Éste papa fue engendrado, ilegítimamente, por el Papa Sergio III como bien lo confirma el escritor de la época, Flodoard. Previamente Sergio III había tomado por la fuerza y con la ayuda de la madre de Marozia, Teodora, el solio papal. ( The Popes: A Concise Biographical History de Eric John, y editado por Burns & Oates, Publishers to the Holy See, London, p.19. Imprimatur de Georgious L. Craven).
Es de notar que Marozia gobernó la Cristiandad como una dictadora sacerdotal y que a pesar de que ella no podía firmar su nombre, lo hizo ‘por muchas décadas y fue así la cabeza, no visible, de la Iglesia Católica. Se le conoció como “la prostituta de los Papas”, sí, en plural.
Cuando el Papa Juan XI cae enfermo, Marozia pone temporalmente en el solio a un viejo monje quien, más tarde, se rehúsa entregarlo; fue obligado a renunciar, por la fuerza, y llevado a prisión donde murió de inanición.
Juan XI retoma el solio, pero muere en 1936. Vemos, así, cómo para éste tiempo la Santa Sede fue gobernada por mujeres inmorales y disolutas, y que aún ara ese tiempo no se había desarrollado ninguna Doctrina Cristiana.
Los historiadores Cristianos, de manera airada echan a un lado la verdadera naturaleza de esos Papas y manifiestan que “nunca se les consideró intachables” pero ignoran a propósito que cometieron profundos ultrajes a la común decencia humana.
Años 955 a 964
Sucede en el solio el Papa Juan XII (n..c.937 y m.964) . Éste fue otro papa impío que invocaba a dioses y diosas paganos. Mantuvo su trono por el término de 10 años. Gustaba emborracharse con sus “amigas escarlatas”. Tuvo sexo incestuoso con sus hermanas y violó a varias monjas. En el famoso juicio que se le hizo por el asesinato de uno de sus oponentes, según el cronista Benedicto de Soracte.. ( Annals of Beneventum in the Monumenta Germaniae, tomo 5 )
Este Papa Juan XII, según la historia popular, fue muerto por el Demonio, pero en verdad fue asesinado por un marido celoso, cuando estaba violando a su mujer, en uno de los suburbios de Roma.(Ibid)
Años 963 a 965
Este nuevo Papa se le conoció como León VIII. Fue designado por el Emperador Otto quien buscaba un clérigo de vida respetable. ¡No hallo ninguno! y se decidió, al fin, escoger a éste que era un laico que trabajaba al servicio civil de la ciudad de Roma. Fue elegido en sólo 1 día.(Ibid)
A León VIII se le ha reconocido, por parte de la Iglesia moderna como “un verdadero Papa” pero “su elección es un rompecabezas”, rompecabezas que los canonistas no se han preocupado desenredar” (Ibid) La degradación continua dentro de la Iglesia y es así cómo “los Papas que llevaron el nombre de Benedicto, desde el VI hasta el IX inclusive, pertenecieron al período más oscuro de la historia papal, y…
Año 973,
…es así cómo Benedicto VI fue llevado a la fuerza a prisión por el antipapa Bonifacio VII y estrangulado bajo sus órdenes en 974.
Benedicto VII fue también un laico e impuesto, por la fuerza, en el solio papal. Fue éste mismo quien expulsó a Bonifacio VII y que, según palabras del Papa Silvestre II (99-1003) “fue un horrible monstruo que, en criminalidad, sobrepasó a todo el resto del género humano en maldad.”
Años 1032 a 1045
Sube al solio, ahora, el Papa Benedicto IX (c.1012-1055/1065/1085). Éste causó escándalos dentro de la Iglesia y la sociedad de la época por mucho tiempo con su vida desordenada.
Años 1044 a 1048
Vuelve al solio Benedicto IX. Su nombre pila fue Grottaferrata Teofilatto ó Theophylact, según otros. En su primer reinado se cuenta que obtuvo el papado tras una cruenta y criminal contienda por el solio. Oficialmente permitió la entrada de homosexuales a la Basílica de San Pedro convirtiendo la misma en un burdel de hombres, obteniendo con ello inmensos ingresos económicos por tal actividad.
Su violenta y licenciosa conducta provocó al pueblo de Roma y fue así como en Enero de 1044 los residentes de la ciudad eligieron a Juan de Sabina quien tomó el nombre de Papa Silvestre III para que reemplazar a Benedicto IX. Éste último huyó, junto con sus hermanos, a las colinas Sabinas. Posteriormente vendió el papado a su padrino Giovanni Graciano quien asumió, a su vez, la silla papal como Papa Gregorio VI. En el 1074 reaparece Benedicto VII y reclama de nuevo el papado. La misma Iglesia declara que “fue un inmoral...cruel e indiferente para con las cosas espirituales, y su irrespeto por una vida ascética era bien conocida. Fue el peor de los papas desde Juan XII” ( The Popes:A Concise Biographical History, ibid.,p.175)
Año 1049 a 1054
Sube al solio el Papa León IX. Para esa época, Según San bruno Obispo de Segni, toda la Iglesia se cubría de malignidad, la santidad había desaparecido completamente, la justicia había perecido y la verdad enterrada. Simón el Mago estuvo señoreando en la Iglesia, misma en la que los papas y obispos se dieron al lujo y a la fornicación. La preparación ascética y científica de los papas dejó mucho que desear, la moral de muchos de ellos era muy baja y la práctica de la vida célibe no se practicaba. Los obispos obtenían sus cargos de forma muy irregular, sus vidas y prácticas, como su conversación, era diferente a su llamado, no tenían nada que ver con las de Cristo sino que sus motivos eran totalmente mundanos…la autoridad papal perdió el respeto por parte de muchos, el resentimiento creció tanto en la Curia como en el papado.(Catholic Encyclopedia, tomo 6.,pp.793 al 794 y tomo 12.,pp.700 al 703).
Papa León IX ( n.1002 –m.1054) . Este papa fue un inescrupuloso aventurero que consumió su pontificado viajando por toda Europa junto a una cuota de sus caballeros. Dejó el mundo peor de lo que lo encontró. La Iglesia lo llamó, muy recatadamente, lapsi (equivocado¬), admitiendo que el “desertó de la fe…y se alejó ofreciendo sacrificios a falsos dioses (thurificati)…y no se sabe por qué se retractó de su religión”.(Catholic Encyclopedia, Pecci, tomo 3.,p.117)
San Pedro Damián (n.1007 y m.1072), el más fiero de los censores de su época, desarrolla en su obra El libro de Gomorra un tenebroso cuadro sobre la degeneración existente en la moral de los clérigos. Esta obra ha sobrevivido a pesar de las censuras y quemas de obras como la citada, Más adelante afirma, “una tendencia natural al asesinato y brutalidad aparece con los papas. No tienen ninguna inclinación de poder vencer su abominable lujuria. Muchos han sido vistos haciendo gala de su lascivia, dando así lado a los apetitos de la carne y hacen uso de su libertad para poder perpetrar toda clase de crímenes”.(ibid)
Años 1061 a 1073
Llega el Papa Alejandro II, casi doce años en los que la iglesia se desgarró por los sismas de los antipapas, la simonía y la incontinencia clerical.( Catholic Encyclopedia de Pecci, tomo1.,p.541).
Anotamos aquí la extraordinaria confesión de la misma Iglesia, “En varias oportunidades de la historia de la Iglesia los pretendientes ilegales a la silla papal se levantaron y con cierta frecuencia ejercieron las funciones pontificales en desafío al verdadero ocupante. De acuerdo al Cardenal Hergenrother (muerto en 1890), el último antipapa fue Felix V (1439 al 1449).
Esa misma autoridad enumera 29 antipapas que son”(Catholic Enciclopedia, tomo 1.,p.582)
El Obispo Bartolomeo Platina (n.1421 y m.1481), historiador cristiano y primer prefecto de la embriónica Librería Vaticana (1475..1481)admite que un directo linaje dentro de los papas “se interrumpió en repetidos períodos después de Nicolás I (Papa entre el 858 y 867) y que “un interregno de ocho años, siete meses y nueve días, etc., etc.”. A estas interrupciones se las llama, piadosamente, vacaciones. El Obispo Platina totaliza 127 años, cinco meses y nueve días ( Vital Pontificum por el Obispo Platina, Primera edición, 1479. También se puede leer lo mismo en la Catholic Enciclopedia, tomo 12., pp.767 y 768.
En todo caso Platina falla en anotar las vacaciones que se ocurrieron en los 9 siglos, más o menos, que precedieron a Nicolás I. “Desafortunadamente son pocos los anales de la Iglesia antes del año 1198 que se han revelado” (Encyclopedia Biblica, Adams y Charles Black. Londres, 1899).
Año 1144
Lucio II, o Gerardo Caccianemici , es elegido papa después de 10 extrañas semanas de Cónclave. La historia moderna Católica lo clasifica como “un pilar de la Iglesia Romana”, pero
La verdad es en realidad otra. El Papa Lucio II ordena una cruzada contra su propio pueblo en Roma. Los residentes se levantan contra él dirigidos por Giordano Pierleoni y lo vence con una gran pérdida de vidas. Entre ellas la del mismo papa. Murió por las heridas recibidas, un 15 de febrero de 1145.
(The Pope Encyclopedia; an A to Z of the Holy See, Mattew Bunson, Crown, N.Y.,1995)
Viene ahora el “glorioso Siglo XII” que, por alguna razón, los “fieles” lo exaltan orgullosamente por encima de otros siglos del obscurantismo de la fe que preludia la horrible Inquisición, y los 35 años de cruzadas contra los Cátaros o Albigenses para combatir la cacareada “supresión de la herejía” En éste período de la historia Católica, cientos de miles de seres humanos fueron asesinados brutalmente por la Iglesia, y lo más preciado de Francia fue dejado en desolación.
Años 1181 a 1185
Sube al trono Lucio III quien gana gran poder en el aparato represivo oficial de la Iglesia. En 1184 declara herejes a los Cátaros y ordena una cruzada contra ellos.
Una “cruzada” no es otra cosa que una guerra instigada por la Iglesia Católica en contra de los “supuestos” enemigos de la misma. Para ello se alega de un “propósito religioso” y se autoriza bajo una Bula Papal.
Nota: 86 años, en 1096, el Papa Urbano II (Papa entre 1088 y 1099) ordenó las primeras 8 cruzadas de la Iglesia y que se extendieron, en el tiempo, hasta completar 19 cruzadas, mismas que continuaron sin cesar por un término de 475 años ( del 1096 al 1571).
Encontramos difícil comprender la conmoción creada por la Cristiandad y el ardor papal por las amargas campañas en contra de los Cátaros y, más tarde, en contra de la progenie de Federico II y los Templarios .El objetivo de todo ello fue, realmente el económico, pero nada se dice al respecto.
El Papa Celestino III (n.1106-m.1198) apoyó la iniciativa del Papa Lucio II, de aniquilar a todo Cátaro de la faz de la tierra. Para llevarlo a efecto, ahora en el siglo 13, el Papa Inocencio III, cuyo nombre fue el de Lotario Di Segni, papa entre 1198 y1216, y “uno de los más grandes papas de la Edad Media”, dio órdenes a Dominic De Guzman (1170-1223) para que organizar4a una tropa de inmisericordes seguidores conocidos como “el ejército Católico” y fue así como pudo reunir un cuerpo militar de 200.000 hombres de infantería, asistidos por 20.000 caballeros con monturas y escudos. El pueblo los llamó “Corta Gargantas”, pero Dominic los denominó “Milicia de Jesucristo”. (Catholic Enciclopedia, tomo 5.,p.107). Más tarde se le adicionaron 100.000 personas más, totalizando, ya al final de su historia, unos 500.000 hombres guerra. La misma enciclopedia católica califica a éste Inocencio III como el Papa que gobernó en “uno de los más vergonzosos episodios de la historia Cristiana”(The Papacy, por George Weindenfeld & Nicholson Ltd., London, 1964.,p.67)
A raiz de su vehemencia en poder controlar “la amenaza de la herejía”, su nom,bre llegó a ser un sinónimo de creueldad.(Catholic Enciclopedia, tomo 8.,p.16 y Encyclopedie Diderot, obra editada en 1759). Clemente XIII, papa entre 1758 y 1769, ordenó destruir tal obra.
Años 1198 a 1216
Sube al solio Inocencio III . Muchos católicos exaltan sobremanera a este papa y lo consideran como uno de los principales arquitectos en el desarrollo de la civilización Europea.
Una vez elegido en 1198 suprimió todos los registros de la historia antigua de la Iglesia, estableciendo para ello los “Archivos Secretos”. “Desafortunadamente sólo unos pocos de los registros anteriores al año 1198 habían sido publicados”. Ésta sola y única admisión de tal verdad nos revela que 12 siglos de historia se han escondido en las Bóvedas del Vaticano y, por ende, se desconocen públicamente.
Para refrenar a los nobles de su época éste papa les concedió grandes poderes, y entre ellos a su hermano. Este nepotismo añadido a su conducta despótica se incrementó y fue así cómo en el 1203 los ciudadanos de Roma se levantaron en armas e hicieron huir tanto al papa como a su hermano al interior del país. Pero, a la larga, regresó con toda su crueldad, característica nada inusual entre los “grandes papas” y se portó indiferente a la horrorosa carnicería que él ya había causado antes.
En el IV Concejo Luterano, efectuado en Abril del 1215, condenó la carta Magna y ordenó que todos los judíos debian hacer uso de una vestimenta que los distinguiera de los demás. También declaró que cualquiera que fuese encontrado leyendo la Biblia “fuese apedreado hasta morir”; labor que cumplieron fielmente los “soldados de la milicia de la Iglesia”. Su propósito en verdad fue uno, el de ampliar los planes de sus negocios que efectuaba con su milicia y poder dominar toda la Weltherschaft Europea y así poder someter a todos los reyes y príncipes aun juicio por parte de la “Santa Sede”. (Catholic Encyclopedia, tomo 15.,p.287 y la Encyclopedie Diderot, edición de 1759)
La intrusión del papa en los asuntos de Alemania y, más tarde, en los de Constantinopla terminaron en desastre. Su único éxito fue el que obtuvo en contra de los desarmados Cátaros. “Sin duda alguna que por ésta razón muchos historiadores le negaron el título de “grande, que de otra forma hubiese podido merecer.” A la de edad de 55 años, Inocente III fue asesinado a espada bajo los intereses de la cruzada en contra de los moros, misma que se había decidido en el Concejo Luterano” (Catholic Encyclopedia, tomo 8.,p.16)
Años 1227 a 1241
Llega al solio Gregorio IX, Tanto él como Ugolini Di Conti (n.1143-m.1241) confirman la sorpresiva actitud de la Iglesia hacia la ortodoxia. Ordena a sus clérigos instruir a los laicos que “cuando oigan a cualquiera hablar mal de la fe Cristiana la defiendan, no con palabras, sino con la espada, introduciéndosela, si ello era posible, hasta lo más profundo de su estómago”(Chronicles of the Crusades, por G. De Villehardouin, p.148)
Año 1243
Asume ahora el papado Sinisbaldo Fieschi (n.1207-m.1254). Es nativo de Génova y toma el nombre de Inocencio III y su papado lo ejerció entre 1243 al 1254). Este papa “superó, en ferocidad, a todos sus predecesores como también en lo inescrupuloso de sus ataques.” (The Chronology of Richard Of San Germano, tomo 12.,p.507)
Después de haber finiquitado lo de la aniquilación de sus “enemigos” –si, aniquilación es el correcto término- los Cátaros, dedico su atención militar hacia la familia de Federico II (1194-1250) Emperador del Sacro Imperio Romano. Éste último fue la “Maravilla del Mundo” y el último gran gobernante de la dinastía Hohenstaufen. Su familia y su hijo Conrado se opusieron siempre al “Ejército de la Iglesia”. Calificó al papa como “Un dragón de raza venenosa.”
Años 1254 a 1261
Llega al trono el papa Alejandro IV. De éste papa la misma Enciclopedia Católica, versión en Inglés, nos refiere lo siguiente, “..Alejandro IV…con facilidad fue llevado a la perdición por los murmullos de sus numerosos aduladores, se inclinó a prestar oído a las sugerencias malignas de personas avaras…continuó con la política de Inocencio IV de una guerra de exterminio en contra de la progenie de Federico II…y el pueblo se levantó en contra de la Santa Sede durante su triste reinado…la unidad de la Cristiandad fue cosa del pasado.”(Catholic Enciclopedia, tomo 1. pp.287 a 288).
La historia de la muy peculiar elección (que ahora se conoce con el nombre de Cónclave) esta saturada de corrupción y la podemos comprobar al leer que “después de 10 días de ocurrir la muerte de Nicolás IV (m.1292), los diez Cardenales se reunieron pero transcurrieron dos años y tres meses para poder elegir un nuevo papa.”( The Popes: A Concise Biographical History, p.19). Al final, y por alguna extraña razón, los diez cardenales eligieron, en 1294, a Pietro Di Morrone como nuevo papa. Éste se llamó Celestino V.
Éste, antes y después de su elección, vivió como ermitaño en unas rusticas cuevas del monte Abbruzzi, al sur de Roma.
Con Celestino V comprobamos otra “confesión” de la ignorancia, simplicidad y falta de discernimiento del oficio papal manifestado por muchos de ellos y que se extendió por el término de 15 siglos dentro de la historia cristiana.
A Celestino V se le describe como “un hombre de muy limitados estudios y completamente falto de experiencia en las cosas del mundo.” (Ibid,.p238). Más sin embargo por la ausencia del mismo la poderosa maquinaria del cardenal-guerrero, natural de Ostia, Latino Malabranca, los militantes de la Iglesia florecieron como nunca. (Enciclopedie Diderot).
Para ese entonces el Rey de Nápoles, Carlos II, necesitaba de los favores del papa y envió una comitiva a verle en su cueva. Celestino V asistió a tal reunión y después de la misma le concedió al rey extraordinarios e ilimitados poderes. Por ser Celestino V un papa de “desastrosa simplicidad” se le solicitó que renunciara, y fue así cómo Benedetto Gaetani o Caetano, según otros, (n.1234-m.1303), hombre robusto y rico prelado de gran ambición, se valió de un subterfugio para engañar a celestino: introdujo un tubo por una las paredes de la habitación y le hablo haciendo ver que quien le hablaba era el mismo Dios y le pedía que renunciara al papado.
Año 1296
Fue así cómo en Febrero de 1296 Gaetani compró el papado por la suma de 7000 florines de oro, se convirtió en el Papa Bonifacio VIII y ejerció el cargo hasta 1303. Celestino V, de inmediato, fue hecho prisionero y encerrado en una oscura celda del castillo y allí, brutalmente maltratado, murió.
Éste traidor a la fe Católica, una vez en el solio se dedicó a enriquecer su familia, los Gaetani, especialmente a su hijo Pietro, de dudoso carácter. Por esa razón entró en una dolorosa disputa con la familia Colonna, misma que se caracterizó por expulsar los malos papas de Roma.
Cuando el Cardenal Esteban Colonna, hermano del cardenal Santiago Colonna capturó un embarque de oro y plata con destino al Papa Bonifacio VIII y su familia, fueron excomulgados y se les declaró una cruzada. Los Colonna respondieron con un comunicado donde informaban que Bonifacio VIII había obtenido el papado fraudalentamente y se solicitó que fuese llevado al Concejo General, para un juicio. El ejército de Bonifacio VIII, bajo el liderazgo de unos de sus cardenales destruyó todas las propiedades de los Colonna y los dispersó por toda Europa.
Se le acusa, igualmente, de haber tenido intimidades con una condesa francesa.. A inicios de sus primeros siete años de papado, en 1296, hizo entrega de las dos más famosas Bulas en la historia de la Iglesia. Su tono nos recuerda las sonadas palabras de apertura de Gegorio VII (1073-1085).
En Noviembre de 1302 Bonifacio VIII hace entrega de su malvada “Bula de las Dos espadas”( UNAM Sanctam) que formalizó la estructura esencial de la Cristiandad en los siglos a seguir, como es el uso y control de las “dos espadas o poderes”. “Ambas espadas están en poder de la Iglesia, la espiritual y la temporal; la espiritual se empuña, en la Iglesia, por los clérigos; la secular la ejerce la Iglesia en mano de sus milicias…y el poder espiritual tiene el derecho de establecer y guiar al poder secular, como también el juzgar cuando no funcione ésta correctamente…en consecuencia, cualquiera que se oponga a las dos espadas de la Iglesia, se opone a la Ley de Dios.”(Bull Sanctam Unam, Bonifacio VIII, 18 de Noviembre de 1302; vista en conjunto en la Catholic Encyclopedia, tomo 15., p.126)
Bajo el gobierno de Bonifacio VIII la Iglesia fue una totalmente mundana que gobernaba y se hacía a vastos territorios en Italia, conocidos como “territorios de la Iglesia”. No fue hasta 1870 cuando patriotas italianos se hicieron a la bayoneta y recuperaron los mismos. Bajo el gobierno de Víctor Manuel II, rey de Sardinia y Piedemonte, Roma volvió a formar parte de los territorios de Italia, declarando que la ciudad eterna volvía a ser la capital del nuevo y restaurado Reino Unido de Italia. Los Estados papales, con 15774 millas cuadradas de superficie y unos tres millones de habitantes, pertenecían al “portafolio de inversiones del Vaticano” y del mapa de Europa y la historia. Es así cómo, poco después, la Iglesia quedó con sólo 108 acres de tierra, la que hoy se conoce como “Ciudad del Vaticano” y nunca más tuvo dominio alguno sobre tierras mal habidas en toda Europa. Su reinado y soberanía temporal había llegado, en un instante, a su fin.
La Catholic Encyclopedia le dedica 9 páginas a Bonifacio VIII en las que se da información nada interesante, pero se admite su falta de carácter, pero se evaden los cargos serios que en verdad se merecía y merece. Es de notar que en las primeras ediciones de la Enciclopedia Británica se hace referencia que este papa tuvo relaciones con el Demonio. (E.B., tercera edición, 1779). Con posterioridad, y a partir de la edición 11 de la Enciclopedia Británica (E.B.), ya los términos usados en relación a tal vergonzosa actitud sólo se mencionan pero con palabras más “suaves”, en atención a que, en verdad, el dinero si puede comprar conciencias.,”
En un período que excede a los 240 años, entre el 1119 y 1445, los papas fueron desalojados de Roma por la fuerza y ejercieron sus cargos ya sea en Avignon, Anagni,, Orvieto, Viterbo, Siena, Florencia, Pisa y Perugia.
Años 1304 a 1314
Llega al papado Clemente V. Su nombre de pila, Bertrand De Got (n.1264-m.1314). Por sus numerosos crímenes es desalojado de Roma y establece su “corte” en la ciudad de Avignon, sita al sur de Francia. Fue en ésta ciudad donde los papas residieron por más de siete décadas y de forma permanente hasta 1377.
El famoso intelectual italiano Francesco Tetrarca (1304-1374), en su obra “Cartas Sin Título”, describe vívidamente todas las obscenidades cometidas por los papas que allí residieron y como las que se pueden leer en Letter Var.VIII, Letter Misc. XVIII, Letter VIII. (Epistolae Sine Nomine, University Press., USA., 1969).
Años 1334 a 1342
Un nuevo papa llega. Éste es el papa Clemente Benedicto XII o Jacques Fournier (n.1285-m.1342). Sólo fue coronado hasta el 8 de Enero de 1335, en Avignon. Este papa era un bebedor empedernido, Se le considera como el “mejor” de los papas de Avignon. El Obispo Mollet lo describe como “un Nerón, una ruina del laicado, una víbora para el clericado, un mentiroso y un borracho.”(A Histsory of the Popes, McCabe.,p.115)
Años 1342 a 1352
Surge ahora el papa sibarita Clemente VI, o Pierre Roger (n.1291-m.1352) quien compró Avignon a la reina de Nápoles e hizo de su palacio uno de los más bellos y glamorosos de toda Europa. Tetrarca también se refiere a éste papa en sus “Epistolae Sine Nomine”(Letter Misc. VIII.,p.98)
Años 1378 a 1389
Éste es uno de los papas más desastrosos de la historia papal. Se llamó Urbano VI o Bartolomeo Prugnano (n.1318-m.1389). La Iglesia lo corona con el calificativo de “piadoso”, pero muy enérgico”. Tomó a su servicio una tropa de soldados mercenarios, muy común en la época, y alejó a sus contrarios al interior del país.
Antes de poder recobrar las posesiones papales perdidas, en el sur, vendió todas la vasijas sagradas de la Iglesia Romana, mismas que ya se las había ofrecido a sus hijos e hijas. Reunió grandes riquezas confiscando las propiedades de ricos nobles y creó la venta de Oficios Eclesiales de 37 obispados adicionales. El Rey de Nápoles, Carlos III se disgustó y envió un ejército para que lo atacase, pero Urbano VI escapó escalando las paredes del Palacio Papal. Por último Urbano VII intentó recolectar dinero para llevar a efecto una cruzada contra Nápoles pero, en 1389, murió envenenado.
Años 1389 a 1404
Sube al solio el “generoso y discreto” Bonifacio IX. Su nombre, Pietro Tomacelli (n.1389-m.1404). Desaparece el negocio de los “sacros oficios” hasta que la Oficina papal lo guarda como un “valor para intercambiar”. Los agentes del papa solían vender, al mejor postor, los beneficios de las vacantes al que más dinero pudiese ofrecer. En el 1400 Bonifacio IX anunció un jubileo. Los peregrinos que asistían eran conscientes de los peligros que representaba lo de los estragos causados por la Peste Negra y los atracos durante el viaje, pero aún así se atrevían ir a Roma.
Año 1404
Sucede a Bonifacio IX el “gentil y virtuoso” Papa Inocencio VII. Su nombre, Cosmo Migliori (n.1336-m.1406). Éste conservó los 16 años del viejo escándalo del Sisma de Occidente, creado por la existencia de múltiples papas. Fuertemente se opuso a sus rivales. Se dedicó a enriquecer a sus familiares, que fueron tan insufribles, que Roma los expulsó con el acostumbrado derramamiento de sangre.
Año 1406
En el intervalo habido los Cardenales franceses habían elegido a Benedicto XIIII, Pedro De Luna (n.1328-m.1423), como sucesor de Clemente VII, pero con la condición, bajo juramento, que haría todo el esfuerzo posible de acabar con el sisma que había surgido entre él y su rival, Angelo Carrazo (también conocido como Cortarrio o Corrarrio) –n.1336-m.1417- y quien se convirtió en el papa Gregorio XII, en 1406.
Nota: Aclaramos que un “sisma, en el lenguaje en la teología y su canon, es la ruptura de una unión existente dentro de la Iglesia. Benedicto XIII se rehusó, por supuesto, a dar un solo paso para obtener tal unidad.
A este papa se le ocurrió la increíble idea de rebuscar y destruir todas las copias de los libros del siglo 2 que contenían la frase “el verdadero nombre de Jesucristo” (Enciclopedia Británica, edición de 1779). Creó cuatro nuevos puestos de Cardenal para que, específicamente, condenaran el Tratado Secreto Latino conocido como Mar Yesu. Después, dio instrucciones para que todas las copias del misterioso libro “Libro de Elxal” fuese destruido.
Años 1408 a 1410
En Mayo 21 de 1408, el Rey francés Carlos VI (1338-1422) dio instrucciones, por Decreto Real, que la Iglesia Francesa y todos los ciudadanos franceses retiraran toda obediencia al Papa Benedicto XIII. Anuló toda ayuda económica para los cristianos y declaró a Francia neutral en lo religioso – decisión que no fue levantada hasta que un francés fue elegido papa, años más tarde.
En todo ese tiempo tanto Benedicto XIII como Gregorio XII fueron dos papas legales pero conflictivos, enfrascados en una guerra a causa de sus ambiciones personales. Cada un de ellos se consideraba “verdadero papa”.
Cuando Benedicto XIII hacía sus maletas hacia Roma supo, por sus informantes, que había sido elegido un tercer papa, Alejandro V (Papa entre 1409 a 1410). El Cristianismo tenía ahora 3 papas legales, cada uno de ellos con ejército y odio abundante por su rival.
La Catholic Encyclopedia da su testimonio con las siguientes palabras, “El Gran Sisma (1373 al 1414, 41 años en total) desgarró la Iglesia. Ya como cardenal, Alejandro V, había sancionado el pacto habido en el Colegio Cardenalicio con el propósito de obtener un común acuerdo por la unidad. Así se atrajo el descontento de Gregorio XII quien trató de deponerlo. En el Concejo de Pisa (1409) Alejandro V predicó el sermón de apertura con una cruda condena dirigida a sus papas rivales. Presidió las deliberaciones de los “teólogos” quienes declararon que ellos eran papas herejes y cismáticos…en el mundo Católico rival…su legitimidad fue cuestionada y el mundo Cristiano se disgustó en encontrar que en vez de dos papas tenían tres.”(Ibid, tomo 1.,pp-288-289)
Alejandro V murió sorpresivamente. Se sospecha que fue envenenado en 1410 (Cosa rara, cierto?)
Años 1410 a 1415
Así es cómo se elige a Baldassare Cossa (n.1370- m.1419) para reemplazar a Alejandro V y toma como nombre oficial de Papa Juan XXIII (no confundirlo con el otro Papa Juan XXIII que reinó entre 1958 y 1963). Anotamos aquí que éste fue el más corruptp de todos los papas que hayan portado la tiara.
Dietrich Von Nieheim (1338-1418), un abogado contemporáneo , alemán y de gran carácter que estuvo al servicio papal por algunas décadas, anota en su obra “De Schismate” que, como legado papal en Bolonia, “Cossa había escogido personalmente una comisión de jugadores y prostitutas a su servicio. Por el término de 15 años fue la cabeza visible del sistema financiero corrupto y dirigió las tropas mercenarias que actuaban con toda ferocidad y libertad bajo las órdenes de sus comandantes.
Después de contemplar el asqueroso espectáculo de tres engreídos papas, por el término de 4 años, los prelados y laicos notables de la Iglesia persuadieron al emperador Segismundo que convocara y presidiera un Concejo general de la Iglesia en Constanza, en 1414. Fueron 4 enigmáticos años donde se desafió todo buen entendimiento. “La incontinencia que se ponía en práctica por miembros de la Iglesia, desmoralizaron la ciudad donde se reunieron.” (Samuel Edgar en su obra The Variations of Popery, Londres, 1838, segunda edición.,p.533). Los sacerdotes hacían uso de 1500 prostitutas conocidas con el remoquete de “prostitutas vagabundas” (Ibid) que los animaban después de efectuadas las reuniones que se llevaban a cabo en el “Concejo General de la Iglesia”.
Años 1417 a 1431
Después de dos años de violentas disputas los cardenales eligieron a Odo Colonna (n.1368 y m.1431) como Papa Martín V. Tanto él como sus sucesores prestaron juramento solemne de reformar el papado y la Iglesia, pero en realidad cayeron en lo más bajo del fango.
Los papas que precedieron a Martín V poco hicieron por mejorar la ciudad de Roma, y después que Martín V había retornado de un largo exilio aprobó la legalización y protección de los abusos cometidos en la Curia. Se encontró con que las vacas pastaban en su calles. Eso sucedió en el 1420.
Cuando él supo que un profesor de la Universidad de Oxford había traducido la Biblia, se volvió un energúmeno y después, de haber muerto John Wycliffe (1321-1384), hizo desenterrar sus huesos para hacerlos añico y los dispersó en el río Swift. Eso sucedió después de 43 años de la muerte de Wycliffe.
Esas acciones nos demuestran la incertidumbre de una mente inestable, difícilmente compatible con la sanidad mental. Así es cómo en esos “siglos de una cultura oscura, la corte papal fue de lo más depravado que haya podido existir en cualquier otro período del Obscurantismo.”(Catholic Encyclopedia, de Pecci, tomo 2, p.337).
Los escritores Cristianos han considerado los siglos 15 y 16 como decadentes, y pocos de ellos han dado al lector la más mínima pista de los vicios flagrantes cometidos, la deliberada corrupción, la indecencia de los numerosos baños comunales, la diabólica crueldad que persistió a pesar de la eflorescencia del arte, y el cínico aumenmto de la traición y la mentira en las relaciones Cristianas internacionales.(A Histsory of the Popes, op.cit., capít. 1, p.97).
Años 1458 a 1464
Sube al estrado papal el Papa Pío II. Su nombre de pila, Aeneas Sylvius Piccolomini. Unas vez posesionado trató de suprimir todo conocimiento de su anterior carrera como ladrón y asaltador de casas, pero sus propósitos no tuvieron éxito alguno y los rumores de sus andanzas se difundieron ampliamente.
Años 1471 a 1484
Sube al solio de san Pedro el Papa Sixto IV. Su sobrino, el Cardenal Rafael Riario, preparó un complot contra Giuliano De Medici. Éste fue muerto brutalmente.
La actitud de este papa ante la conspiración de Pazzi, sus guerras y traiciones es proverbial, pero se le puede abonar el hecho de que tomó medidas para suprimir los abusos cometidos en la Inquisición , se opuso vigorosamente a los Valdenses y también anuló los Decretos del “Concejo de Constanza” (Catholic Encyclopedia, tomo 16, p. 32/33).
Años 1484 a 1492
Giovanni Battista Cibo es el próximo Papa. Se le conoció con el nombre de Inocente III
.Tuvo acceso al papado luego de haber comprado los votos de los Cardenales. Por ello los recompensó con inmensas riquezas, esplendor y gloria. Sus interese se centraron sólo en las mujeres y el sexo. Tuvo una vasta progenie que superó los 100 hijos ilegítimos. El costo de mantener esos hijos, hijas, mujeres y nietos fue inmenso y con ello colaboró en la “corrupción de la Curia” (The Popes: A Concise Biographical History, op.cit.pp.302/304).
Inocente III ( Inocente? ) “se engordó de tal forma que ya para la primavera de 1492 era una masa informe de carne, incapaz de poder asimilar los alimentos, así que sólo podía ingerir unas cuantas gotas de leche que le proveía el seno de una joven mujer.” (Historia Ecclesiastica, MS 1151, p.1181).
Años 1492 a 1503
Sube al solio el papa Alejandro VI, es decir Rodrigo Borgia. Fue su reinado un gobierno en el que “el papado del renacimiento llegó a su más bajo nivel de corrupción”(The Papacy, por George Weindenfeld & Nicholson, Londres, 1964, p.107).
Después de la muerte de Inocencio VIII y de 14 días de violentos altercados e intrigas por parte de los cardenales, fue elegido éste Alejandro VI. Durante el Cónclave, facciones armadas conocidas como “escuadrones” asesinaron a más de 200 personas en las calles de Roma. Once cardenales vendieron sus votos y la Iglesia apoyó tal acción. (“Diarium” de Burchard, apéndice del volumen 3). “El hecho de que Borgia asegurara su elección con la más repugnante simonía es un hecho muy bien autenticado para tener duda alguna de ello.”(Catholic Enciclopedia, Pecci.,tomo 2.,p.309)
Rodrigo fue un miembro de la infame familia Borgia, misma que derivó su prominencia y poder de los políticos Italianos. Su origen español fue un factor importante en su elección ya que los Cardenales no estaban dispuestos a elegir un papa Francés.
Antes de 1460, cuando sólo era Cardenal y Legado papal, se le reportó al mismo Papa Pío II (1458-1462) que Rodrigo efectuaba bailes obscenos con mujeres desnudas en un jardín de Siena. Allí continuó disfrutando de tales espectáculos hasta el final de su vida. Su “pontificado” proveyó uno de los más graves escándalos dentro del Vaticano: desde el “Reinado de las Prostitutas” como el de los desfiles de su licenciosa sexualidad en la que no se puso ninguna o poca censura.
Todo esto lo sabemos hoy día por el diario del Capellán alemán Johann Burchard, quien presenció personalmente todas esas orgías. También este capellán es autor del comentario, “El Papa de la Cristiandad fue todo un engaño” (“Diarium,”, Burchard)
Fue este papa único y prominente en sus amores efectuados en el “Palacio Sagrado”. Con sus doce (12) hijos ilegítimos – entre ellos, César, Giovanni, Lucrecia y Cofre-y en unión de sus numerosas amantes convirtieron, nuevamente, al Vaticano en un “Burdel”(The Records of Rome, 1868, British Library).
Éste bárbaro Papa fue testigo presencial cuando su hijo Cesare acuchillara a su Capellán, lo decapitara y clavara su cabeza en el extremo superior de una pértiga y pusiera una nota don de se podía leer, “Esta es la cabeza de m i abuelo quien prostituyó a su hija.“(A History of the Popes, op.cit. y capítulo sobre Alejandro VI y en la obra “Anecdota Eclesiástica, Vienta, París, edic.de 1731, reimpresa en 1822; también lo podemos leer en la Enciclopedie Diderot.) En ésta última podemos leer las palabras proferidas por el Papa mismo, “Oh gran Dios! Hasta cuando ésta supersticiosa secta cristiana, y hasta cuando perdurará éste advenedizo invento!”
En el año 1501 hizo entrega de un edicto donde se ordenaba que “ningún libro donde se discuta sobre la religión cristiana se podrá imprimir sin el previo visto bueno del Arzobispo local o lleve dentro del permiso dado el privilegio personal del Papa mismo.” Éste fue el principio del famoso “Índice de los Libros Prohibidos”. Hoy se le conoce con la consabida palabra “Imprimatur”.
Alejandro VI murió en 1503, dando así final a su infame carrera. Ello fue causa de alegría por parte del pueblo de Roma. Al médico que lo atendió se le premió por no haber hecho lo posible para que sobreviviera. Después de su muerte su cuerpo se tornó negro y fétido, hecho mismo que dio lado rumores nada gratos. Se pensó que había sido envenenado (históricamente la Iglesia de Roma lleva sobre sus espaldas la pesada carga del asesinato, por envenenamiento, de por lo menos 40 papas.)
Años 1503 a 1513
Sube al solio el papa Julio IUI. Su nombre, Giuliano Della Rovere (n.1444 y m1513) É Éste papa luchaba e intrigaba como un príncipe del mundo. Fue famoso por prolongar las guerras sangrientas de la Iglesia. Constantemente se encontraba en el campo de batalla, al frente de sus tropas, vestido con sus armaduras y, en una oportunidad, casi es hecho prisionero. El más hábil historiador florentino , Francesco Guicciardini (1483-1540) y gobernador papal en Modena y Regio nos cuenta, “..un soldado en casca; bebía y juraba con mucha frecuencia y guiaba a sus tropas; era voluntarioso, de malas pulgas y difícil de manejar. Le gustaba montar en su caballo hasta las escalinatas del Palacio Luterano y llegar a su habitación y amarrarlo allí. (Historia D´Italia, .Guicciardini, 1537.,edic. de 1832)
Años 1513 a 1521
Este nuevo papa toma el nombre de León X. No había sido ordenado sacerdote aún cuando fue elegido. La falla se enmendó un 15 de Marzo en una celebración efectuada en el vaticano en honor a la muerte del “Divino Julio,” Julio César. (Enciclopedia Britannica, tercera edición, Edimburgo, 1788-97, Vol. 9)
Cuando asciende al solio, éste papa León X, manifiesta alegre y feliz la expresión, “Dios me ha dado el papado, ahora dejadme que lo goce.” Ello era una indicación de lo que habría de venir. Con él se desarrolla, completamente, la venta (negocio) de “indulgencias” y se organiza, dentro del cristianismo, la estructura para el otro golpe militar, la decimoctava cruzada, contada desde la de 1096.
En los “Annales Ecclesiastici”, de César Baronius, se afirma que “León X agotó las arcas del Tesoro papal.” Siempre se rodeó de personajes vulgares y grotescos. Solía representar, con Cardenales como actores, comedias obscenas. Su principal amigo, el Cardenal Bimmiena, hacía representar comedias que eran las más vulgares que se pudieran representar. Por ello se afirma que “León X se dedicó, devotamente, a los placeres de la carne, especialmente a aquéllos que no se pueden, por decencia, mencionar.” (Historia D`Italia, edic.de 1832.,Libro 16, cap.5.,p.254)
Escasamente la Iglesia tuvo un papa que se dedicara a los placeres más costosos, como también el que hubiera existido un hombre más inclinado al dinero que él. En principio, el Papa Julio II había iniciado lo de las indulgencias, como ya lo vimos anteriormente, para recavar fondos con el propósito de construir la basílica de San Pedro en Roma, pero León X amplió las mismas y convirtió las indulgencias en una doctrina de la Iglesia.( Indulgences: Their Origin, Nature and Development, Quarachi, 1897)
Un año después de su elección, vendió el arzobispado de Mainz y dos diócesis a un joven noble, rico y desenfrenado, llamado Alberto de Brandenburg por una increíble suma de dinero. También le permitió que pudiese recobrar su “inversión” con el sórdido tráfico de las imndulgencias, actitud que, finalmente, encendió la ira de Marín Lucero.( Catholic Encyclopedia, tomo 7.,p.787).
Con tales indulgencias se le prometía, a quien las podía obtener, “una perpetua felicidad en éste mundo y, gloria eterna, en el otro.”(Ibid)
500 años antes ya el Vaticano había recibido su licencia para abrir su propio Banco particular.. En palabras de Lord Bryce (1838-1922) y refiriéndose a las indulgencias nos cuenta que “se trataba de un estridente fraude contra los tontos…unja portentosa falsedad e inexcusable evidencia de la verdadera forma de pensar de los sacerdostes que la fraguaron.” (The Holy Empire, por Lord Bryce, 1864, cap.6.,p.107).
Para acabar de de llenar las arcas del Vaticano, y mantener su “lujosa abundancia”, León X amplió la venta de las indulgencias. Para ello fue asistido, principalmente, por su pariente Lautentius Pucci a quien elevó al cargo de Cardenal de Santi-quattro, y a Johan Tetzel, un antiguo oficial del ejército de los caballeros teutónicos de Prusia. Los vendedores de tales indulgencias solían portar una gran cruz roja de madera, y se movían, de una a otra parte, dejando tras de si, una gran nube de humo de incienso además de cánticos.”( Enciclopedia Diderot, ampliado en la obra History of the Great reformation of the 16th Century, por J.H. Merle D`Aubigné, 1840, Londres; traducidad por el Profesor. S.L.MacGuire, 1942, vol. 2., p.168)
Se le asigna a León X las siguientes palabras, “Cuán bien sabemos qué ganaciosa ha sido la superstición de ésta fábula acerca de Jesucristo y que ha estado entre nosotros y nuestros predecesorers.” Esta expresión fue cambiada por ésta otra, “Que bien y que buenas ganancias se han obtenido de los Cristianos con ésta maravillosa tradición acerca de Jesucristo” Ésta última expresión, concebida para desvirtuar la primera, es obra de los confundidos “teólogos” Católicos.
El Cardenal Bembo echa por tierra esas excusas cuando nos dice, “León X se le conoció como uno que no creía en el Cristianismo. Anduvo contrario a la fe y condenó los evangelios y, por ende, debió ser un hereje; fue culpable de sodomía practicada con sus camareros; adicto a los placeres de la carne, al lujo, a la holgazanería; era ambicioso, dado a la no castidad e inclinado a la sensualidad, permanecía todo el día rodeado de músicos y bufones. Su infalible embriagues fue proverbial, practicaba la incontinencia y los efectos de sus crímenes hizo añicos la constitución del pueblo.” (Letters and Comments on Pope Leo X, Ibid)
Años 1522 a 1523
Llega, ahora, al papado, uno oriundo de Holanda, nacido en la ciudad de Utrech. Su nombre, Florenszoon Boeyens (n.1459 y m.1523) y no podía hablar el italiano. Toma el nombre de Papa Adriano VI y promete reformar la Iglesia. Manifiesta éstas palabras, “Nosotros, prelados y clérigos, nos hemos desviado del camino correcto y desde un largo período de tiempo atrás, ninguno ha hecho el bien, no, ninguno.” (Secrets of The Christian Fathers, por el Obispo J.W. Segerus, 1685, y reimpreso en 1897., p.227). Como no se le aceptó como tal se le consideró como el “pontificado del último papa no italiano y sólo un episodio.”
Años 1523 a 1534
El próximo Conclave se efectuó dentro de los veinte días de la muerte de Adriano VI. Todos los Cardenales se reunieron en la Capilla Sextina con todas sus galas y eligieron con nuevo Papa al bastardo de una gran familia Florentina. Su nombre, Giulio D`Medici (n.1478 y m.1534). Se convierte en el Papa Clemente VII (1523-1534).
Durante su papado, y en 15627, Roma cayó bajo las tropas del rey Carlos V de España. Su población, que en ese entonces era de unos 98000 habitantes, se redujo a 32000, en sólo 8 días y todo ello por las perfidias cometidas por Clemente VII. En tal carnicería cayeron 147 hombres de la Gurdia Suiza. El nepotismo practicado durante su pontificado es proverbial como también su ambición por obtener territorios para anexárcelos. La información sobre éste papa es mucho más abundante y se puede ller en los Anales de la Catholic Encyclopedia, tomo 16.,pp.264-265).
El Vaticano se ha dedicado a inundar el mundo con falsas informaciones acerca de sus papas, y el más increíble ejemplo son los famosos –más bien llamémoslos infames- “Libro de los Papas” ó, en latín, Liber Pontificalis y el Liberian Catalogue. Ambos libros muy notables por sus narraciones ficticias acerca de los antiguos y míticos “Sucesores de San Pedro” (Catholic Enciclopedia,. Tomo 9.,pp.224-225; y también en la edición Pecci, tomo 2., p.371)
Estos dos libros nos proveen de condescendientes diatribas que describen a los pontífices como “dóciles y devotos papas”, muchos de los cuales nunca existieron y más bien nos proveen de información espuria con aire de ingenuidad que, a menudo, sabe distraer al lector incauto.
La misma Iglesia ha confesado que la obra Liber Pontificalis (Libro de los papas) son crónicas o anales ficticios. Esta sola admisión la podemos encontrar en la misma Catholic Enciclopedia. Leemos en ella, “En la mayoría de las copias manuscritas que se encuentran al principio son correspondencia espuria habida entre el Papa Dámaso I (366-383) y San Jerónimo (c.347-420). En la Edad Media esas cartas se consideraron genuinas.
El historiador papal Buschene (1548-1640) ha probado, en forma exhaustiva y convincente, que la primera serie de biografías, desde San Pedro hasta Felix III ( o Felix IV, según otros) se compilaron bajo las órdenes de Bonifacio II ( 530-532 ), sucesor de Félix III, Los compiladores del Liber Pontificalis también “hicieron uso de algunos escritos históricos y de un número de fragmentos apócrifos (i.e. de las obras “Reconocimiento del Pseudo-Clementino”, “Constitutum Sylvestri”, las espurias Actas del pretendido “Sínodo de los 275 Obispos”. etc. y el “Hechos de los Mártires de Roma”. Más tarde los papas aprovecharon la oportunidad de entregar cartas pontifícales aptas para tal ocasión, atribuyendo tales cartas a los papas cuyos nombres se mencionan en la obra Liber Pontificalis.” (Ibid, tomo 5., pp 773-780, y tomo 9, pp.224-225,s.s.)
Algunos escritores de la Iglesia han tratado de purificar el carácter de los papas pasados, pero el Dr. Ludwing pastor ( 1854-1928 ), historiador alemán del papado, admite francamente con una increíble irreverencia, que “la evidencia en contra de los Santos Padres es tan fuerte que devolverles su reputación es imposible.” (“History of the Popes from the Close of the Middle Ages”, Ludwing Pastor Freherr von Campersfelden, citado en “A History of the Popes”, obra del Dr. Joseph McCabe, op.cit., vol 2.).
Para finalizar éste aparte digamos que el Oficio Papal es único dentro de la historia de las religiones del mundo, no sólo por la sangre que se ha derramado en defensa de su poder y dios, la deshonestidad de sus credenciales y el historial de traiciones para con sus propios ideales.
Años 1534 a 1549
Sube al solio Pablo III. Su nombre de pila, Alessandro Farnese. El papado continúa en su camino hacia la degeneración y sin ningún paralelo en toda la historia de las religiones del mundo.
Años 1572 a 1585
Sube al solio el Papa Gregorio XIII. Durante su reinado aún continúa en actividad la Naviera Papal y se efectúa otro cambio en el calendario, del Juliano al Gregoriano. Cambio éste que dificultó muchas cosas.
Éste papa fue el que comisionó al pintor Giorgio Vasari (n.1511 y m.1574) para que pintara un cuadro de la flota anclada en el puerto de Messina, Sicilia. El verdadero significado de los anales de tal fuerza naval anula, por completo, la presentación que hoy se presenta para hacer ver que se trataba de un papado con “dulzura y luz” dentro de la Iglesia.
Nota:
Entre los años 1549 y 1585 hubo, según la “Lista Oficial de los Papas” provista por la The Treasure Realm, 8 papas que fueron:
Pablo III (1534-1549)
Julio III (1550-1555)
Marcelo II (1555)
Pablo IV (1555-1559)
Pío IV (1559-1565)
San Pío V (156-1572)
Gregorio XIII (1572-1585) y
Sixto V (1585-1590). Como podremos observar, en el año 1555, existieron tres papas en el solio de San Pedro, en el Vaticano.
Información obtenida de THE CRIMINAL HISTORY OF THE PAPACY, Partes 1, 2 y 3, de Tony Bushby, Diciembre de 2006.
Como la historia de los Papas ha sido tan obscura, desde sus mismos inicios, habremos de iniciar y basar nuestra valoración partiendo del año 855 E.C. cuando un “grupo de nobles Europeos, portadores de una lujuria indecente y brutal donde muchos de ellos aún no podían escribir sus nombres”, se hicieron al Papado y lo condujeron hasta su final, 623 años más tarde en 1527, y cuando bajo los subterfugios del Papa Clemente VIII (1523-1524) Roma cayó bajo el ejército del Emperador Carlos V (Annals of Hicmar, Archbishop of Reims, publicado cerca del 905 E.C.
Años 855 a 858
Comencemos nuestra historia con el Papa, o más bien, Antipapa Anastasio. Éste aparece en la lista “oficial” de los papas y ejerció el mismo en el 855 EC.. Le sigue, ahora en el mismo año del 855 EC, una papisa. Sí, un papa mujer cuyo nombre fue Joan Anglicus quien, oficialmente, ocupó la silla de Pedro entre 855 y 858. A diferencia de Marozia, una mujer que tuvo ingerencias dentro del papado por varias décadas en el siglo 10, como podremos ver más adelante, fue elegida formalmente y así, ante los ojos de los Católicos, fue una legítima sucesora de San Pedro. Su historia la podemos leer en la obra de Thomas de Elmham y que se conoce con el título de Official List of the Popes. De ella también se hace referencia en la Catholic Encyclopedia, tomo I., p.109, como en el tomo XII.,p.767 et al. Es de anotar que entre éste período de 4 años pasaron por la silla de Pedro, los papas Juan (antipapa él), León IV (847-855), Benedicto III (855-858),y Nicolás I (858-867).
Años 858 a 872
Accede al papado, Adrian II (867-872).
Años 872 a 882
Llega al solio papal Juan VIII. Este papa crea una fuerza naval con personal cristiana y que se conoció como “los navegantes guerreros”. Fue creado por allá en el 881, pero los detalles de su magnitud y misiones no existen públicamente, pero se recuerda en la obra de la Enciclopedie Diderot. En ella se le califica como “el Papa de la Flota Guerrera” y que aún operaba para 1579. Este documento se encontró dentro de una documentación que en otra oportunidad perteneció a la poderosa familia Romana Crescenti, familia que intervino en los golpes de estado dados a los papas desde mediados del siglo 10 hasta comienzos del siglo 11.
La Flota del Papa aún operaba en el siglo 16, casi 700 años después de su inicio, bajo los auspicios del Papa Gregorio XIII, quien nació en 152 y murió en 1585.
Le siguen otros 2 papas, Marino II (882-884) y Adriano III quien fue atado sobre la parte superior de un camello, esputado por el pueblo y apedreado, causándole la muerte.
Año 896
Muere el Papa Formoso. Tiempo este en el cuál se produjo la más profunda humillación a la Iglesia Católica co0mo nunca antes se había experimentado. Le sucede el Papa Bonifacio VI, quien sólo gobernó 15 días. Le sucede el Papa Esteban VII o Esteban VI según otros geneólogos. Este papa no sólo abusó de la memoria del Papa Formoso sino que trató indignamente su cadáver. Esteban VII fue estrangulado en prisión en el verano del 897.
Años 897 a 904
Le suceden al anterior 6 Papas cuya designación o elección se debe a luchas habidas entre los partidos políticos de la época.
Años 904 a 911
El último de los anteriores 6 papas fue Cristóforo quien es depuesto por el Papa Sergio III. Este estuvo en la silla de San Pedro entre los años 904 al 911, 7 años. (Catholic Encyclopedia. Tomo 2, p.147)
Años 914 a 928
Ocupa el solio papal Juan X con la ayuda de su amante Teodora quien lo había recomendado el Arzobispo de Rávena. Se le recuerda como un comandante y militar que estuvo al frente en la guerra contra los Sarracenos, a quienes venció. Más tarde Teodora se casa con el Marqués de Toscaza y preparan un golpe de estado contra el mismo Juan X. Éste fue muerto por asfixia con una almohada en el Castillo de San Ángelo por los hombres de la noble Marozia.
Año 928
Los hombres de Marozia llevan al solio Papal a León VI, pero éste es reemplazado, poco después de 7 meses, por Esteban VII (VII). Éste gobernó por el término de 2 años.
Años 931 a 935
Marozia otorga el papado a su hijo y a quien se le conoció como Papa Juan XI. Éste papa fue engendrado, ilegítimamente, por el Papa Sergio III como bien lo confirma el escritor de la época, Flodoard. Previamente Sergio III había tomado por la fuerza y con la ayuda de la madre de Marozia, Teodora, el solio papal. ( The Popes: A Concise Biographical History de Eric John, y editado por Burns & Oates, Publishers to the Holy See, London, p.19. Imprimatur de Georgious L. Craven).
Es de notar que Marozia gobernó la Cristiandad como una dictadora sacerdotal y que a pesar de que ella no podía firmar su nombre, lo hizo ‘por muchas décadas y fue así la cabeza, no visible, de la Iglesia Católica. Se le conoció como “la prostituta de los Papas”, sí, en plural.
Cuando el Papa Juan XI cae enfermo, Marozia pone temporalmente en el solio a un viejo monje quien, más tarde, se rehúsa entregarlo; fue obligado a renunciar, por la fuerza, y llevado a prisión donde murió de inanición.
Juan XI retoma el solio, pero muere en 1936. Vemos, así, cómo para éste tiempo la Santa Sede fue gobernada por mujeres inmorales y disolutas, y que aún ara ese tiempo no se había desarrollado ninguna Doctrina Cristiana.
Los historiadores Cristianos, de manera airada echan a un lado la verdadera naturaleza de esos Papas y manifiestan que “nunca se les consideró intachables” pero ignoran a propósito que cometieron profundos ultrajes a la común decencia humana.
Años 955 a 964
Sucede en el solio el Papa Juan XII (n..c.937 y m.964) . Éste fue otro papa impío que invocaba a dioses y diosas paganos. Mantuvo su trono por el término de 10 años. Gustaba emborracharse con sus “amigas escarlatas”. Tuvo sexo incestuoso con sus hermanas y violó a varias monjas. En el famoso juicio que se le hizo por el asesinato de uno de sus oponentes, según el cronista Benedicto de Soracte.. ( Annals of Beneventum in the Monumenta Germaniae, tomo 5 )
Este Papa Juan XII, según la historia popular, fue muerto por el Demonio, pero en verdad fue asesinado por un marido celoso, cuando estaba violando a su mujer, en uno de los suburbios de Roma.(Ibid)
Años 963 a 965
Este nuevo Papa se le conoció como León VIII. Fue designado por el Emperador Otto quien buscaba un clérigo de vida respetable. ¡No hallo ninguno! y se decidió, al fin, escoger a éste que era un laico que trabajaba al servicio civil de la ciudad de Roma. Fue elegido en sólo 1 día.(Ibid)
A León VIII se le ha reconocido, por parte de la Iglesia moderna como “un verdadero Papa” pero “su elección es un rompecabezas”, rompecabezas que los canonistas no se han preocupado desenredar” (Ibid) La degradación continua dentro de la Iglesia y es así cómo “los Papas que llevaron el nombre de Benedicto, desde el VI hasta el IX inclusive, pertenecieron al período más oscuro de la historia papal, y…
Año 973,
…es así cómo Benedicto VI fue llevado a la fuerza a prisión por el antipapa Bonifacio VII y estrangulado bajo sus órdenes en 974.
Benedicto VII fue también un laico e impuesto, por la fuerza, en el solio papal. Fue éste mismo quien expulsó a Bonifacio VII y que, según palabras del Papa Silvestre II (99-1003) “fue un horrible monstruo que, en criminalidad, sobrepasó a todo el resto del género humano en maldad.”
Años 1032 a 1045
Sube al solio, ahora, el Papa Benedicto IX (c.1012-1055/1065/1085). Éste causó escándalos dentro de la Iglesia y la sociedad de la época por mucho tiempo con su vida desordenada.
Años 1044 a 1048
Vuelve al solio Benedicto IX. Su nombre pila fue Grottaferrata Teofilatto ó Theophylact, según otros. En su primer reinado se cuenta que obtuvo el papado tras una cruenta y criminal contienda por el solio. Oficialmente permitió la entrada de homosexuales a la Basílica de San Pedro convirtiendo la misma en un burdel de hombres, obteniendo con ello inmensos ingresos económicos por tal actividad.
Su violenta y licenciosa conducta provocó al pueblo de Roma y fue así como en Enero de 1044 los residentes de la ciudad eligieron a Juan de Sabina quien tomó el nombre de Papa Silvestre III para que reemplazar a Benedicto IX. Éste último huyó, junto con sus hermanos, a las colinas Sabinas. Posteriormente vendió el papado a su padrino Giovanni Graciano quien asumió, a su vez, la silla papal como Papa Gregorio VI. En el 1074 reaparece Benedicto VII y reclama de nuevo el papado. La misma Iglesia declara que “fue un inmoral...cruel e indiferente para con las cosas espirituales, y su irrespeto por una vida ascética era bien conocida. Fue el peor de los papas desde Juan XII” ( The Popes:A Concise Biographical History, ibid.,p.175)
Año 1049 a 1054
Sube al solio el Papa León IX. Para esa época, Según San bruno Obispo de Segni, toda la Iglesia se cubría de malignidad, la santidad había desaparecido completamente, la justicia había perecido y la verdad enterrada. Simón el Mago estuvo señoreando en la Iglesia, misma en la que los papas y obispos se dieron al lujo y a la fornicación. La preparación ascética y científica de los papas dejó mucho que desear, la moral de muchos de ellos era muy baja y la práctica de la vida célibe no se practicaba. Los obispos obtenían sus cargos de forma muy irregular, sus vidas y prácticas, como su conversación, era diferente a su llamado, no tenían nada que ver con las de Cristo sino que sus motivos eran totalmente mundanos…la autoridad papal perdió el respeto por parte de muchos, el resentimiento creció tanto en la Curia como en el papado.(Catholic Encyclopedia, tomo 6.,pp.793 al 794 y tomo 12.,pp.700 al 703).
Papa León IX ( n.1002 –m.1054) . Este papa fue un inescrupuloso aventurero que consumió su pontificado viajando por toda Europa junto a una cuota de sus caballeros. Dejó el mundo peor de lo que lo encontró. La Iglesia lo llamó, muy recatadamente, lapsi (equivocado¬), admitiendo que el “desertó de la fe…y se alejó ofreciendo sacrificios a falsos dioses (thurificati)…y no se sabe por qué se retractó de su religión”.(Catholic Encyclopedia, Pecci, tomo 3.,p.117)
San Pedro Damián (n.1007 y m.1072), el más fiero de los censores de su época, desarrolla en su obra El libro de Gomorra un tenebroso cuadro sobre la degeneración existente en la moral de los clérigos. Esta obra ha sobrevivido a pesar de las censuras y quemas de obras como la citada, Más adelante afirma, “una tendencia natural al asesinato y brutalidad aparece con los papas. No tienen ninguna inclinación de poder vencer su abominable lujuria. Muchos han sido vistos haciendo gala de su lascivia, dando así lado a los apetitos de la carne y hacen uso de su libertad para poder perpetrar toda clase de crímenes”.(ibid)
Años 1061 a 1073
Llega el Papa Alejandro II, casi doce años en los que la iglesia se desgarró por los sismas de los antipapas, la simonía y la incontinencia clerical.( Catholic Encyclopedia de Pecci, tomo1.,p.541).
Anotamos aquí la extraordinaria confesión de la misma Iglesia, “En varias oportunidades de la historia de la Iglesia los pretendientes ilegales a la silla papal se levantaron y con cierta frecuencia ejercieron las funciones pontificales en desafío al verdadero ocupante. De acuerdo al Cardenal Hergenrother (muerto en 1890), el último antipapa fue Felix V (1439 al 1449).
Esa misma autoridad enumera 29 antipapas que son”(Catholic Enciclopedia, tomo 1.,p.582)
El Obispo Bartolomeo Platina (n.1421 y m.1481), historiador cristiano y primer prefecto de la embriónica Librería Vaticana (1475..1481)admite que un directo linaje dentro de los papas “se interrumpió en repetidos períodos después de Nicolás I (Papa entre el 858 y 867) y que “un interregno de ocho años, siete meses y nueve días, etc., etc.”. A estas interrupciones se las llama, piadosamente, vacaciones. El Obispo Platina totaliza 127 años, cinco meses y nueve días ( Vital Pontificum por el Obispo Platina, Primera edición, 1479. También se puede leer lo mismo en la Catholic Enciclopedia, tomo 12., pp.767 y 768.
En todo caso Platina falla en anotar las vacaciones que se ocurrieron en los 9 siglos, más o menos, que precedieron a Nicolás I. “Desafortunadamente son pocos los anales de la Iglesia antes del año 1198 que se han revelado” (Encyclopedia Biblica, Adams y Charles Black. Londres, 1899).
Año 1144
Lucio II, o Gerardo Caccianemici , es elegido papa después de 10 extrañas semanas de Cónclave. La historia moderna Católica lo clasifica como “un pilar de la Iglesia Romana”, pero
La verdad es en realidad otra. El Papa Lucio II ordena una cruzada contra su propio pueblo en Roma. Los residentes se levantan contra él dirigidos por Giordano Pierleoni y lo vence con una gran pérdida de vidas. Entre ellas la del mismo papa. Murió por las heridas recibidas, un 15 de febrero de 1145.
(The Pope Encyclopedia; an A to Z of the Holy See, Mattew Bunson, Crown, N.Y.,1995)
Viene ahora el “glorioso Siglo XII” que, por alguna razón, los “fieles” lo exaltan orgullosamente por encima de otros siglos del obscurantismo de la fe que preludia la horrible Inquisición, y los 35 años de cruzadas contra los Cátaros o Albigenses para combatir la cacareada “supresión de la herejía” En éste período de la historia Católica, cientos de miles de seres humanos fueron asesinados brutalmente por la Iglesia, y lo más preciado de Francia fue dejado en desolación.
Años 1181 a 1185
Sube al trono Lucio III quien gana gran poder en el aparato represivo oficial de la Iglesia. En 1184 declara herejes a los Cátaros y ordena una cruzada contra ellos.
Una “cruzada” no es otra cosa que una guerra instigada por la Iglesia Católica en contra de los “supuestos” enemigos de la misma. Para ello se alega de un “propósito religioso” y se autoriza bajo una Bula Papal.
Nota: 86 años, en 1096, el Papa Urbano II (Papa entre 1088 y 1099) ordenó las primeras 8 cruzadas de la Iglesia y que se extendieron, en el tiempo, hasta completar 19 cruzadas, mismas que continuaron sin cesar por un término de 475 años ( del 1096 al 1571).
Encontramos difícil comprender la conmoción creada por la Cristiandad y el ardor papal por las amargas campañas en contra de los Cátaros y, más tarde, en contra de la progenie de Federico II y los Templarios .El objetivo de todo ello fue, realmente el económico, pero nada se dice al respecto.
El Papa Celestino III (n.1106-m.1198) apoyó la iniciativa del Papa Lucio II, de aniquilar a todo Cátaro de la faz de la tierra. Para llevarlo a efecto, ahora en el siglo 13, el Papa Inocencio III, cuyo nombre fue el de Lotario Di Segni, papa entre 1198 y1216, y “uno de los más grandes papas de la Edad Media”, dio órdenes a Dominic De Guzman (1170-1223) para que organizar4a una tropa de inmisericordes seguidores conocidos como “el ejército Católico” y fue así como pudo reunir un cuerpo militar de 200.000 hombres de infantería, asistidos por 20.000 caballeros con monturas y escudos. El pueblo los llamó “Corta Gargantas”, pero Dominic los denominó “Milicia de Jesucristo”. (Catholic Enciclopedia, tomo 5.,p.107). Más tarde se le adicionaron 100.000 personas más, totalizando, ya al final de su historia, unos 500.000 hombres guerra. La misma enciclopedia católica califica a éste Inocencio III como el Papa que gobernó en “uno de los más vergonzosos episodios de la historia Cristiana”(The Papacy, por George Weindenfeld & Nicholson Ltd., London, 1964.,p.67)
A raiz de su vehemencia en poder controlar “la amenaza de la herejía”, su nom,bre llegó a ser un sinónimo de creueldad.(Catholic Enciclopedia, tomo 8.,p.16 y Encyclopedie Diderot, obra editada en 1759). Clemente XIII, papa entre 1758 y 1769, ordenó destruir tal obra.
Años 1198 a 1216
Sube al solio Inocencio III . Muchos católicos exaltan sobremanera a este papa y lo consideran como uno de los principales arquitectos en el desarrollo de la civilización Europea.
Una vez elegido en 1198 suprimió todos los registros de la historia antigua de la Iglesia, estableciendo para ello los “Archivos Secretos”. “Desafortunadamente sólo unos pocos de los registros anteriores al año 1198 habían sido publicados”. Ésta sola y única admisión de tal verdad nos revela que 12 siglos de historia se han escondido en las Bóvedas del Vaticano y, por ende, se desconocen públicamente.
Para refrenar a los nobles de su época éste papa les concedió grandes poderes, y entre ellos a su hermano. Este nepotismo añadido a su conducta despótica se incrementó y fue así cómo en el 1203 los ciudadanos de Roma se levantaron en armas e hicieron huir tanto al papa como a su hermano al interior del país. Pero, a la larga, regresó con toda su crueldad, característica nada inusual entre los “grandes papas” y se portó indiferente a la horrorosa carnicería que él ya había causado antes.
En el IV Concejo Luterano, efectuado en Abril del 1215, condenó la carta Magna y ordenó que todos los judíos debian hacer uso de una vestimenta que los distinguiera de los demás. También declaró que cualquiera que fuese encontrado leyendo la Biblia “fuese apedreado hasta morir”; labor que cumplieron fielmente los “soldados de la milicia de la Iglesia”. Su propósito en verdad fue uno, el de ampliar los planes de sus negocios que efectuaba con su milicia y poder dominar toda la Weltherschaft Europea y así poder someter a todos los reyes y príncipes aun juicio por parte de la “Santa Sede”. (Catholic Encyclopedia, tomo 15.,p.287 y la Encyclopedie Diderot, edición de 1759)
La intrusión del papa en los asuntos de Alemania y, más tarde, en los de Constantinopla terminaron en desastre. Su único éxito fue el que obtuvo en contra de los desarmados Cátaros. “Sin duda alguna que por ésta razón muchos historiadores le negaron el título de “grande, que de otra forma hubiese podido merecer.” A la de edad de 55 años, Inocente III fue asesinado a espada bajo los intereses de la cruzada en contra de los moros, misma que se había decidido en el Concejo Luterano” (Catholic Encyclopedia, tomo 8.,p.16)
Años 1227 a 1241
Llega al solio Gregorio IX, Tanto él como Ugolini Di Conti (n.1143-m.1241) confirman la sorpresiva actitud de la Iglesia hacia la ortodoxia. Ordena a sus clérigos instruir a los laicos que “cuando oigan a cualquiera hablar mal de la fe Cristiana la defiendan, no con palabras, sino con la espada, introduciéndosela, si ello era posible, hasta lo más profundo de su estómago”(Chronicles of the Crusades, por G. De Villehardouin, p.148)
Año 1243
Asume ahora el papado Sinisbaldo Fieschi (n.1207-m.1254). Es nativo de Génova y toma el nombre de Inocencio III y su papado lo ejerció entre 1243 al 1254). Este papa “superó, en ferocidad, a todos sus predecesores como también en lo inescrupuloso de sus ataques.” (The Chronology of Richard Of San Germano, tomo 12.,p.507)
Después de haber finiquitado lo de la aniquilación de sus “enemigos” –si, aniquilación es el correcto término- los Cátaros, dedico su atención militar hacia la familia de Federico II (1194-1250) Emperador del Sacro Imperio Romano. Éste último fue la “Maravilla del Mundo” y el último gran gobernante de la dinastía Hohenstaufen. Su familia y su hijo Conrado se opusieron siempre al “Ejército de la Iglesia”. Calificó al papa como “Un dragón de raza venenosa.”
Años 1254 a 1261
Llega al trono el papa Alejandro IV. De éste papa la misma Enciclopedia Católica, versión en Inglés, nos refiere lo siguiente, “..Alejandro IV…con facilidad fue llevado a la perdición por los murmullos de sus numerosos aduladores, se inclinó a prestar oído a las sugerencias malignas de personas avaras…continuó con la política de Inocencio IV de una guerra de exterminio en contra de la progenie de Federico II…y el pueblo se levantó en contra de la Santa Sede durante su triste reinado…la unidad de la Cristiandad fue cosa del pasado.”(Catholic Enciclopedia, tomo 1. pp.287 a 288).
La historia de la muy peculiar elección (que ahora se conoce con el nombre de Cónclave) esta saturada de corrupción y la podemos comprobar al leer que “después de 10 días de ocurrir la muerte de Nicolás IV (m.1292), los diez Cardenales se reunieron pero transcurrieron dos años y tres meses para poder elegir un nuevo papa.”( The Popes: A Concise Biographical History, p.19). Al final, y por alguna extraña razón, los diez cardenales eligieron, en 1294, a Pietro Di Morrone como nuevo papa. Éste se llamó Celestino V.
Éste, antes y después de su elección, vivió como ermitaño en unas rusticas cuevas del monte Abbruzzi, al sur de Roma.
Con Celestino V comprobamos otra “confesión” de la ignorancia, simplicidad y falta de discernimiento del oficio papal manifestado por muchos de ellos y que se extendió por el término de 15 siglos dentro de la historia cristiana.
A Celestino V se le describe como “un hombre de muy limitados estudios y completamente falto de experiencia en las cosas del mundo.” (Ibid,.p238). Más sin embargo por la ausencia del mismo la poderosa maquinaria del cardenal-guerrero, natural de Ostia, Latino Malabranca, los militantes de la Iglesia florecieron como nunca. (Enciclopedie Diderot).
Para ese entonces el Rey de Nápoles, Carlos II, necesitaba de los favores del papa y envió una comitiva a verle en su cueva. Celestino V asistió a tal reunión y después de la misma le concedió al rey extraordinarios e ilimitados poderes. Por ser Celestino V un papa de “desastrosa simplicidad” se le solicitó que renunciara, y fue así cómo Benedetto Gaetani o Caetano, según otros, (n.1234-m.1303), hombre robusto y rico prelado de gran ambición, se valió de un subterfugio para engañar a celestino: introdujo un tubo por una las paredes de la habitación y le hablo haciendo ver que quien le hablaba era el mismo Dios y le pedía que renunciara al papado.
Año 1296
Fue así cómo en Febrero de 1296 Gaetani compró el papado por la suma de 7000 florines de oro, se convirtió en el Papa Bonifacio VIII y ejerció el cargo hasta 1303. Celestino V, de inmediato, fue hecho prisionero y encerrado en una oscura celda del castillo y allí, brutalmente maltratado, murió.
Éste traidor a la fe Católica, una vez en el solio se dedicó a enriquecer su familia, los Gaetani, especialmente a su hijo Pietro, de dudoso carácter. Por esa razón entró en una dolorosa disputa con la familia Colonna, misma que se caracterizó por expulsar los malos papas de Roma.
Cuando el Cardenal Esteban Colonna, hermano del cardenal Santiago Colonna capturó un embarque de oro y plata con destino al Papa Bonifacio VIII y su familia, fueron excomulgados y se les declaró una cruzada. Los Colonna respondieron con un comunicado donde informaban que Bonifacio VIII había obtenido el papado fraudalentamente y se solicitó que fuese llevado al Concejo General, para un juicio. El ejército de Bonifacio VIII, bajo el liderazgo de unos de sus cardenales destruyó todas las propiedades de los Colonna y los dispersó por toda Europa.
Se le acusa, igualmente, de haber tenido intimidades con una condesa francesa.. A inicios de sus primeros siete años de papado, en 1296, hizo entrega de las dos más famosas Bulas en la historia de la Iglesia. Su tono nos recuerda las sonadas palabras de apertura de Gegorio VII (1073-1085).
En Noviembre de 1302 Bonifacio VIII hace entrega de su malvada “Bula de las Dos espadas”( UNAM Sanctam) que formalizó la estructura esencial de la Cristiandad en los siglos a seguir, como es el uso y control de las “dos espadas o poderes”. “Ambas espadas están en poder de la Iglesia, la espiritual y la temporal; la espiritual se empuña, en la Iglesia, por los clérigos; la secular la ejerce la Iglesia en mano de sus milicias…y el poder espiritual tiene el derecho de establecer y guiar al poder secular, como también el juzgar cuando no funcione ésta correctamente…en consecuencia, cualquiera que se oponga a las dos espadas de la Iglesia, se opone a la Ley de Dios.”(Bull Sanctam Unam, Bonifacio VIII, 18 de Noviembre de 1302; vista en conjunto en la Catholic Encyclopedia, tomo 15., p.126)
Bajo el gobierno de Bonifacio VIII la Iglesia fue una totalmente mundana que gobernaba y se hacía a vastos territorios en Italia, conocidos como “territorios de la Iglesia”. No fue hasta 1870 cuando patriotas italianos se hicieron a la bayoneta y recuperaron los mismos. Bajo el gobierno de Víctor Manuel II, rey de Sardinia y Piedemonte, Roma volvió a formar parte de los territorios de Italia, declarando que la ciudad eterna volvía a ser la capital del nuevo y restaurado Reino Unido de Italia. Los Estados papales, con 15774 millas cuadradas de superficie y unos tres millones de habitantes, pertenecían al “portafolio de inversiones del Vaticano” y del mapa de Europa y la historia. Es así cómo, poco después, la Iglesia quedó con sólo 108 acres de tierra, la que hoy se conoce como “Ciudad del Vaticano” y nunca más tuvo dominio alguno sobre tierras mal habidas en toda Europa. Su reinado y soberanía temporal había llegado, en un instante, a su fin.
La Catholic Encyclopedia le dedica 9 páginas a Bonifacio VIII en las que se da información nada interesante, pero se admite su falta de carácter, pero se evaden los cargos serios que en verdad se merecía y merece. Es de notar que en las primeras ediciones de la Enciclopedia Británica se hace referencia que este papa tuvo relaciones con el Demonio. (E.B., tercera edición, 1779). Con posterioridad, y a partir de la edición 11 de la Enciclopedia Británica (E.B.), ya los términos usados en relación a tal vergonzosa actitud sólo se mencionan pero con palabras más “suaves”, en atención a que, en verdad, el dinero si puede comprar conciencias.,”
En un período que excede a los 240 años, entre el 1119 y 1445, los papas fueron desalojados de Roma por la fuerza y ejercieron sus cargos ya sea en Avignon, Anagni,, Orvieto, Viterbo, Siena, Florencia, Pisa y Perugia.
Años 1304 a 1314
Llega al papado Clemente V. Su nombre de pila, Bertrand De Got (n.1264-m.1314). Por sus numerosos crímenes es desalojado de Roma y establece su “corte” en la ciudad de Avignon, sita al sur de Francia. Fue en ésta ciudad donde los papas residieron por más de siete décadas y de forma permanente hasta 1377.
El famoso intelectual italiano Francesco Tetrarca (1304-1374), en su obra “Cartas Sin Título”, describe vívidamente todas las obscenidades cometidas por los papas que allí residieron y como las que se pueden leer en Letter Var.VIII, Letter Misc. XVIII, Letter VIII. (Epistolae Sine Nomine, University Press., USA., 1969).
Años 1334 a 1342
Un nuevo papa llega. Éste es el papa Clemente Benedicto XII o Jacques Fournier (n.1285-m.1342). Sólo fue coronado hasta el 8 de Enero de 1335, en Avignon. Este papa era un bebedor empedernido, Se le considera como el “mejor” de los papas de Avignon. El Obispo Mollet lo describe como “un Nerón, una ruina del laicado, una víbora para el clericado, un mentiroso y un borracho.”(A Histsory of the Popes, McCabe.,p.115)
Años 1342 a 1352
Surge ahora el papa sibarita Clemente VI, o Pierre Roger (n.1291-m.1352) quien compró Avignon a la reina de Nápoles e hizo de su palacio uno de los más bellos y glamorosos de toda Europa. Tetrarca también se refiere a éste papa en sus “Epistolae Sine Nomine”(Letter Misc. VIII.,p.98)
Años 1378 a 1389
Éste es uno de los papas más desastrosos de la historia papal. Se llamó Urbano VI o Bartolomeo Prugnano (n.1318-m.1389). La Iglesia lo corona con el calificativo de “piadoso”, pero muy enérgico”. Tomó a su servicio una tropa de soldados mercenarios, muy común en la época, y alejó a sus contrarios al interior del país.
Antes de poder recobrar las posesiones papales perdidas, en el sur, vendió todas la vasijas sagradas de la Iglesia Romana, mismas que ya se las había ofrecido a sus hijos e hijas. Reunió grandes riquezas confiscando las propiedades de ricos nobles y creó la venta de Oficios Eclesiales de 37 obispados adicionales. El Rey de Nápoles, Carlos III se disgustó y envió un ejército para que lo atacase, pero Urbano VI escapó escalando las paredes del Palacio Papal. Por último Urbano VII intentó recolectar dinero para llevar a efecto una cruzada contra Nápoles pero, en 1389, murió envenenado.
Años 1389 a 1404
Sube al solio el “generoso y discreto” Bonifacio IX. Su nombre, Pietro Tomacelli (n.1389-m.1404). Desaparece el negocio de los “sacros oficios” hasta que la Oficina papal lo guarda como un “valor para intercambiar”. Los agentes del papa solían vender, al mejor postor, los beneficios de las vacantes al que más dinero pudiese ofrecer. En el 1400 Bonifacio IX anunció un jubileo. Los peregrinos que asistían eran conscientes de los peligros que representaba lo de los estragos causados por la Peste Negra y los atracos durante el viaje, pero aún así se atrevían ir a Roma.
Año 1404
Sucede a Bonifacio IX el “gentil y virtuoso” Papa Inocencio VII. Su nombre, Cosmo Migliori (n.1336-m.1406). Éste conservó los 16 años del viejo escándalo del Sisma de Occidente, creado por la existencia de múltiples papas. Fuertemente se opuso a sus rivales. Se dedicó a enriquecer a sus familiares, que fueron tan insufribles, que Roma los expulsó con el acostumbrado derramamiento de sangre.
Año 1406
En el intervalo habido los Cardenales franceses habían elegido a Benedicto XIIII, Pedro De Luna (n.1328-m.1423), como sucesor de Clemente VII, pero con la condición, bajo juramento, que haría todo el esfuerzo posible de acabar con el sisma que había surgido entre él y su rival, Angelo Carrazo (también conocido como Cortarrio o Corrarrio) –n.1336-m.1417- y quien se convirtió en el papa Gregorio XII, en 1406.
Nota: Aclaramos que un “sisma, en el lenguaje en la teología y su canon, es la ruptura de una unión existente dentro de la Iglesia. Benedicto XIII se rehusó, por supuesto, a dar un solo paso para obtener tal unidad.
A este papa se le ocurrió la increíble idea de rebuscar y destruir todas las copias de los libros del siglo 2 que contenían la frase “el verdadero nombre de Jesucristo” (Enciclopedia Británica, edición de 1779). Creó cuatro nuevos puestos de Cardenal para que, específicamente, condenaran el Tratado Secreto Latino conocido como Mar Yesu. Después, dio instrucciones para que todas las copias del misterioso libro “Libro de Elxal” fuese destruido.
Años 1408 a 1410
En Mayo 21 de 1408, el Rey francés Carlos VI (1338-1422) dio instrucciones, por Decreto Real, que la Iglesia Francesa y todos los ciudadanos franceses retiraran toda obediencia al Papa Benedicto XIII. Anuló toda ayuda económica para los cristianos y declaró a Francia neutral en lo religioso – decisión que no fue levantada hasta que un francés fue elegido papa, años más tarde.
En todo ese tiempo tanto Benedicto XIII como Gregorio XII fueron dos papas legales pero conflictivos, enfrascados en una guerra a causa de sus ambiciones personales. Cada un de ellos se consideraba “verdadero papa”.
Cuando Benedicto XIII hacía sus maletas hacia Roma supo, por sus informantes, que había sido elegido un tercer papa, Alejandro V (Papa entre 1409 a 1410). El Cristianismo tenía ahora 3 papas legales, cada uno de ellos con ejército y odio abundante por su rival.
La Catholic Encyclopedia da su testimonio con las siguientes palabras, “El Gran Sisma (1373 al 1414, 41 años en total) desgarró la Iglesia. Ya como cardenal, Alejandro V, había sancionado el pacto habido en el Colegio Cardenalicio con el propósito de obtener un común acuerdo por la unidad. Así se atrajo el descontento de Gregorio XII quien trató de deponerlo. En el Concejo de Pisa (1409) Alejandro V predicó el sermón de apertura con una cruda condena dirigida a sus papas rivales. Presidió las deliberaciones de los “teólogos” quienes declararon que ellos eran papas herejes y cismáticos…en el mundo Católico rival…su legitimidad fue cuestionada y el mundo Cristiano se disgustó en encontrar que en vez de dos papas tenían tres.”(Ibid, tomo 1.,pp-288-289)
Alejandro V murió sorpresivamente. Se sospecha que fue envenenado en 1410 (Cosa rara, cierto?)
Años 1410 a 1415
Así es cómo se elige a Baldassare Cossa (n.1370- m.1419) para reemplazar a Alejandro V y toma como nombre oficial de Papa Juan XXIII (no confundirlo con el otro Papa Juan XXIII que reinó entre 1958 y 1963). Anotamos aquí que éste fue el más corruptp de todos los papas que hayan portado la tiara.
Dietrich Von Nieheim (1338-1418), un abogado contemporáneo , alemán y de gran carácter que estuvo al servicio papal por algunas décadas, anota en su obra “De Schismate” que, como legado papal en Bolonia, “Cossa había escogido personalmente una comisión de jugadores y prostitutas a su servicio. Por el término de 15 años fue la cabeza visible del sistema financiero corrupto y dirigió las tropas mercenarias que actuaban con toda ferocidad y libertad bajo las órdenes de sus comandantes.
Después de contemplar el asqueroso espectáculo de tres engreídos papas, por el término de 4 años, los prelados y laicos notables de la Iglesia persuadieron al emperador Segismundo que convocara y presidiera un Concejo general de la Iglesia en Constanza, en 1414. Fueron 4 enigmáticos años donde se desafió todo buen entendimiento. “La incontinencia que se ponía en práctica por miembros de la Iglesia, desmoralizaron la ciudad donde se reunieron.” (Samuel Edgar en su obra The Variations of Popery, Londres, 1838, segunda edición.,p.533). Los sacerdotes hacían uso de 1500 prostitutas conocidas con el remoquete de “prostitutas vagabundas” (Ibid) que los animaban después de efectuadas las reuniones que se llevaban a cabo en el “Concejo General de la Iglesia”.
Años 1417 a 1431
Después de dos años de violentas disputas los cardenales eligieron a Odo Colonna (n.1368 y m.1431) como Papa Martín V. Tanto él como sus sucesores prestaron juramento solemne de reformar el papado y la Iglesia, pero en realidad cayeron en lo más bajo del fango.
Los papas que precedieron a Martín V poco hicieron por mejorar la ciudad de Roma, y después que Martín V había retornado de un largo exilio aprobó la legalización y protección de los abusos cometidos en la Curia. Se encontró con que las vacas pastaban en su calles. Eso sucedió en el 1420.
Cuando él supo que un profesor de la Universidad de Oxford había traducido la Biblia, se volvió un energúmeno y después, de haber muerto John Wycliffe (1321-1384), hizo desenterrar sus huesos para hacerlos añico y los dispersó en el río Swift. Eso sucedió después de 43 años de la muerte de Wycliffe.
Esas acciones nos demuestran la incertidumbre de una mente inestable, difícilmente compatible con la sanidad mental. Así es cómo en esos “siglos de una cultura oscura, la corte papal fue de lo más depravado que haya podido existir en cualquier otro período del Obscurantismo.”(Catholic Encyclopedia, de Pecci, tomo 2, p.337).
Los escritores Cristianos han considerado los siglos 15 y 16 como decadentes, y pocos de ellos han dado al lector la más mínima pista de los vicios flagrantes cometidos, la deliberada corrupción, la indecencia de los numerosos baños comunales, la diabólica crueldad que persistió a pesar de la eflorescencia del arte, y el cínico aumenmto de la traición y la mentira en las relaciones Cristianas internacionales.(A Histsory of the Popes, op.cit., capít. 1, p.97).
Años 1458 a 1464
Sube al estrado papal el Papa Pío II. Su nombre de pila, Aeneas Sylvius Piccolomini. Unas vez posesionado trató de suprimir todo conocimiento de su anterior carrera como ladrón y asaltador de casas, pero sus propósitos no tuvieron éxito alguno y los rumores de sus andanzas se difundieron ampliamente.
Años 1471 a 1484
Sube al solio de san Pedro el Papa Sixto IV. Su sobrino, el Cardenal Rafael Riario, preparó un complot contra Giuliano De Medici. Éste fue muerto brutalmente.
La actitud de este papa ante la conspiración de Pazzi, sus guerras y traiciones es proverbial, pero se le puede abonar el hecho de que tomó medidas para suprimir los abusos cometidos en la Inquisición , se opuso vigorosamente a los Valdenses y también anuló los Decretos del “Concejo de Constanza” (Catholic Encyclopedia, tomo 16, p. 32/33).
Años 1484 a 1492
Giovanni Battista Cibo es el próximo Papa. Se le conoció con el nombre de Inocente III
.Tuvo acceso al papado luego de haber comprado los votos de los Cardenales. Por ello los recompensó con inmensas riquezas, esplendor y gloria. Sus interese se centraron sólo en las mujeres y el sexo. Tuvo una vasta progenie que superó los 100 hijos ilegítimos. El costo de mantener esos hijos, hijas, mujeres y nietos fue inmenso y con ello colaboró en la “corrupción de la Curia” (The Popes: A Concise Biographical History, op.cit.pp.302/304).
Inocente III ( Inocente? ) “se engordó de tal forma que ya para la primavera de 1492 era una masa informe de carne, incapaz de poder asimilar los alimentos, así que sólo podía ingerir unas cuantas gotas de leche que le proveía el seno de una joven mujer.” (Historia Ecclesiastica, MS 1151, p.1181).
Años 1492 a 1503
Sube al solio el papa Alejandro VI, es decir Rodrigo Borgia. Fue su reinado un gobierno en el que “el papado del renacimiento llegó a su más bajo nivel de corrupción”(The Papacy, por George Weindenfeld & Nicholson, Londres, 1964, p.107).
Después de la muerte de Inocencio VIII y de 14 días de violentos altercados e intrigas por parte de los cardenales, fue elegido éste Alejandro VI. Durante el Cónclave, facciones armadas conocidas como “escuadrones” asesinaron a más de 200 personas en las calles de Roma. Once cardenales vendieron sus votos y la Iglesia apoyó tal acción. (“Diarium” de Burchard, apéndice del volumen 3). “El hecho de que Borgia asegurara su elección con la más repugnante simonía es un hecho muy bien autenticado para tener duda alguna de ello.”(Catholic Enciclopedia, Pecci.,tomo 2.,p.309)
Rodrigo fue un miembro de la infame familia Borgia, misma que derivó su prominencia y poder de los políticos Italianos. Su origen español fue un factor importante en su elección ya que los Cardenales no estaban dispuestos a elegir un papa Francés.
Antes de 1460, cuando sólo era Cardenal y Legado papal, se le reportó al mismo Papa Pío II (1458-1462) que Rodrigo efectuaba bailes obscenos con mujeres desnudas en un jardín de Siena. Allí continuó disfrutando de tales espectáculos hasta el final de su vida. Su “pontificado” proveyó uno de los más graves escándalos dentro del Vaticano: desde el “Reinado de las Prostitutas” como el de los desfiles de su licenciosa sexualidad en la que no se puso ninguna o poca censura.
Todo esto lo sabemos hoy día por el diario del Capellán alemán Johann Burchard, quien presenció personalmente todas esas orgías. También este capellán es autor del comentario, “El Papa de la Cristiandad fue todo un engaño” (“Diarium,”, Burchard)
Fue este papa único y prominente en sus amores efectuados en el “Palacio Sagrado”. Con sus doce (12) hijos ilegítimos – entre ellos, César, Giovanni, Lucrecia y Cofre-y en unión de sus numerosas amantes convirtieron, nuevamente, al Vaticano en un “Burdel”(The Records of Rome, 1868, British Library).
Éste bárbaro Papa fue testigo presencial cuando su hijo Cesare acuchillara a su Capellán, lo decapitara y clavara su cabeza en el extremo superior de una pértiga y pusiera una nota don de se podía leer, “Esta es la cabeza de m i abuelo quien prostituyó a su hija.“(A History of the Popes, op.cit. y capítulo sobre Alejandro VI y en la obra “Anecdota Eclesiástica, Vienta, París, edic.de 1731, reimpresa en 1822; también lo podemos leer en la Enciclopedie Diderot.) En ésta última podemos leer las palabras proferidas por el Papa mismo, “Oh gran Dios! Hasta cuando ésta supersticiosa secta cristiana, y hasta cuando perdurará éste advenedizo invento!”
En el año 1501 hizo entrega de un edicto donde se ordenaba que “ningún libro donde se discuta sobre la religión cristiana se podrá imprimir sin el previo visto bueno del Arzobispo local o lleve dentro del permiso dado el privilegio personal del Papa mismo.” Éste fue el principio del famoso “Índice de los Libros Prohibidos”. Hoy se le conoce con la consabida palabra “Imprimatur”.
Alejandro VI murió en 1503, dando así final a su infame carrera. Ello fue causa de alegría por parte del pueblo de Roma. Al médico que lo atendió se le premió por no haber hecho lo posible para que sobreviviera. Después de su muerte su cuerpo se tornó negro y fétido, hecho mismo que dio lado rumores nada gratos. Se pensó que había sido envenenado (históricamente la Iglesia de Roma lleva sobre sus espaldas la pesada carga del asesinato, por envenenamiento, de por lo menos 40 papas.)
Años 1503 a 1513
Sube al solio el papa Julio IUI. Su nombre, Giuliano Della Rovere (n.1444 y m1513) É Éste papa luchaba e intrigaba como un príncipe del mundo. Fue famoso por prolongar las guerras sangrientas de la Iglesia. Constantemente se encontraba en el campo de batalla, al frente de sus tropas, vestido con sus armaduras y, en una oportunidad, casi es hecho prisionero. El más hábil historiador florentino , Francesco Guicciardini (1483-1540) y gobernador papal en Modena y Regio nos cuenta, “..un soldado en casca; bebía y juraba con mucha frecuencia y guiaba a sus tropas; era voluntarioso, de malas pulgas y difícil de manejar. Le gustaba montar en su caballo hasta las escalinatas del Palacio Luterano y llegar a su habitación y amarrarlo allí. (Historia D´Italia, .Guicciardini, 1537.,edic. de 1832)
Años 1513 a 1521
Este nuevo papa toma el nombre de León X. No había sido ordenado sacerdote aún cuando fue elegido. La falla se enmendó un 15 de Marzo en una celebración efectuada en el vaticano en honor a la muerte del “Divino Julio,” Julio César. (Enciclopedia Britannica, tercera edición, Edimburgo, 1788-97, Vol. 9)
Cuando asciende al solio, éste papa León X, manifiesta alegre y feliz la expresión, “Dios me ha dado el papado, ahora dejadme que lo goce.” Ello era una indicación de lo que habría de venir. Con él se desarrolla, completamente, la venta (negocio) de “indulgencias” y se organiza, dentro del cristianismo, la estructura para el otro golpe militar, la decimoctava cruzada, contada desde la de 1096.
En los “Annales Ecclesiastici”, de César Baronius, se afirma que “León X agotó las arcas del Tesoro papal.” Siempre se rodeó de personajes vulgares y grotescos. Solía representar, con Cardenales como actores, comedias obscenas. Su principal amigo, el Cardenal Bimmiena, hacía representar comedias que eran las más vulgares que se pudieran representar. Por ello se afirma que “León X se dedicó, devotamente, a los placeres de la carne, especialmente a aquéllos que no se pueden, por decencia, mencionar.” (Historia D`Italia, edic.de 1832.,Libro 16, cap.5.,p.254)
Escasamente la Iglesia tuvo un papa que se dedicara a los placeres más costosos, como también el que hubiera existido un hombre más inclinado al dinero que él. En principio, el Papa Julio II había iniciado lo de las indulgencias, como ya lo vimos anteriormente, para recavar fondos con el propósito de construir la basílica de San Pedro en Roma, pero León X amplió las mismas y convirtió las indulgencias en una doctrina de la Iglesia.( Indulgences: Their Origin, Nature and Development, Quarachi, 1897)
Un año después de su elección, vendió el arzobispado de Mainz y dos diócesis a un joven noble, rico y desenfrenado, llamado Alberto de Brandenburg por una increíble suma de dinero. También le permitió que pudiese recobrar su “inversión” con el sórdido tráfico de las imndulgencias, actitud que, finalmente, encendió la ira de Marín Lucero.( Catholic Encyclopedia, tomo 7.,p.787).
Con tales indulgencias se le prometía, a quien las podía obtener, “una perpetua felicidad en éste mundo y, gloria eterna, en el otro.”(Ibid)
500 años antes ya el Vaticano había recibido su licencia para abrir su propio Banco particular.. En palabras de Lord Bryce (1838-1922) y refiriéndose a las indulgencias nos cuenta que “se trataba de un estridente fraude contra los tontos…unja portentosa falsedad e inexcusable evidencia de la verdadera forma de pensar de los sacerdostes que la fraguaron.” (The Holy Empire, por Lord Bryce, 1864, cap.6.,p.107).
Para acabar de de llenar las arcas del Vaticano, y mantener su “lujosa abundancia”, León X amplió la venta de las indulgencias. Para ello fue asistido, principalmente, por su pariente Lautentius Pucci a quien elevó al cargo de Cardenal de Santi-quattro, y a Johan Tetzel, un antiguo oficial del ejército de los caballeros teutónicos de Prusia. Los vendedores de tales indulgencias solían portar una gran cruz roja de madera, y se movían, de una a otra parte, dejando tras de si, una gran nube de humo de incienso además de cánticos.”( Enciclopedia Diderot, ampliado en la obra History of the Great reformation of the 16th Century, por J.H. Merle D`Aubigné, 1840, Londres; traducidad por el Profesor. S.L.MacGuire, 1942, vol. 2., p.168)
Se le asigna a León X las siguientes palabras, “Cuán bien sabemos qué ganaciosa ha sido la superstición de ésta fábula acerca de Jesucristo y que ha estado entre nosotros y nuestros predecesorers.” Esta expresión fue cambiada por ésta otra, “Que bien y que buenas ganancias se han obtenido de los Cristianos con ésta maravillosa tradición acerca de Jesucristo” Ésta última expresión, concebida para desvirtuar la primera, es obra de los confundidos “teólogos” Católicos.
El Cardenal Bembo echa por tierra esas excusas cuando nos dice, “León X se le conoció como uno que no creía en el Cristianismo. Anduvo contrario a la fe y condenó los evangelios y, por ende, debió ser un hereje; fue culpable de sodomía practicada con sus camareros; adicto a los placeres de la carne, al lujo, a la holgazanería; era ambicioso, dado a la no castidad e inclinado a la sensualidad, permanecía todo el día rodeado de músicos y bufones. Su infalible embriagues fue proverbial, practicaba la incontinencia y los efectos de sus crímenes hizo añicos la constitución del pueblo.” (Letters and Comments on Pope Leo X, Ibid)
Años 1522 a 1523
Llega, ahora, al papado, uno oriundo de Holanda, nacido en la ciudad de Utrech. Su nombre, Florenszoon Boeyens (n.1459 y m.1523) y no podía hablar el italiano. Toma el nombre de Papa Adriano VI y promete reformar la Iglesia. Manifiesta éstas palabras, “Nosotros, prelados y clérigos, nos hemos desviado del camino correcto y desde un largo período de tiempo atrás, ninguno ha hecho el bien, no, ninguno.” (Secrets of The Christian Fathers, por el Obispo J.W. Segerus, 1685, y reimpreso en 1897., p.227). Como no se le aceptó como tal se le consideró como el “pontificado del último papa no italiano y sólo un episodio.”
Años 1523 a 1534
El próximo Conclave se efectuó dentro de los veinte días de la muerte de Adriano VI. Todos los Cardenales se reunieron en la Capilla Sextina con todas sus galas y eligieron con nuevo Papa al bastardo de una gran familia Florentina. Su nombre, Giulio D`Medici (n.1478 y m.1534). Se convierte en el Papa Clemente VII (1523-1534).
Durante su papado, y en 15627, Roma cayó bajo las tropas del rey Carlos V de España. Su población, que en ese entonces era de unos 98000 habitantes, se redujo a 32000, en sólo 8 días y todo ello por las perfidias cometidas por Clemente VII. En tal carnicería cayeron 147 hombres de la Gurdia Suiza. El nepotismo practicado durante su pontificado es proverbial como también su ambición por obtener territorios para anexárcelos. La información sobre éste papa es mucho más abundante y se puede ller en los Anales de la Catholic Encyclopedia, tomo 16.,pp.264-265).
El Vaticano se ha dedicado a inundar el mundo con falsas informaciones acerca de sus papas, y el más increíble ejemplo son los famosos –más bien llamémoslos infames- “Libro de los Papas” ó, en latín, Liber Pontificalis y el Liberian Catalogue. Ambos libros muy notables por sus narraciones ficticias acerca de los antiguos y míticos “Sucesores de San Pedro” (Catholic Enciclopedia,. Tomo 9.,pp.224-225; y también en la edición Pecci, tomo 2., p.371)
Estos dos libros nos proveen de condescendientes diatribas que describen a los pontífices como “dóciles y devotos papas”, muchos de los cuales nunca existieron y más bien nos proveen de información espuria con aire de ingenuidad que, a menudo, sabe distraer al lector incauto.
La misma Iglesia ha confesado que la obra Liber Pontificalis (Libro de los papas) son crónicas o anales ficticios. Esta sola admisión la podemos encontrar en la misma Catholic Enciclopedia. Leemos en ella, “En la mayoría de las copias manuscritas que se encuentran al principio son correspondencia espuria habida entre el Papa Dámaso I (366-383) y San Jerónimo (c.347-420). En la Edad Media esas cartas se consideraron genuinas.
El historiador papal Buschene (1548-1640) ha probado, en forma exhaustiva y convincente, que la primera serie de biografías, desde San Pedro hasta Felix III ( o Felix IV, según otros) se compilaron bajo las órdenes de Bonifacio II ( 530-532 ), sucesor de Félix III, Los compiladores del Liber Pontificalis también “hicieron uso de algunos escritos históricos y de un número de fragmentos apócrifos (i.e. de las obras “Reconocimiento del Pseudo-Clementino”, “Constitutum Sylvestri”, las espurias Actas del pretendido “Sínodo de los 275 Obispos”. etc. y el “Hechos de los Mártires de Roma”. Más tarde los papas aprovecharon la oportunidad de entregar cartas pontifícales aptas para tal ocasión, atribuyendo tales cartas a los papas cuyos nombres se mencionan en la obra Liber Pontificalis.” (Ibid, tomo 5., pp 773-780, y tomo 9, pp.224-225,s.s.)
Algunos escritores de la Iglesia han tratado de purificar el carácter de los papas pasados, pero el Dr. Ludwing pastor ( 1854-1928 ), historiador alemán del papado, admite francamente con una increíble irreverencia, que “la evidencia en contra de los Santos Padres es tan fuerte que devolverles su reputación es imposible.” (“History of the Popes from the Close of the Middle Ages”, Ludwing Pastor Freherr von Campersfelden, citado en “A History of the Popes”, obra del Dr. Joseph McCabe, op.cit., vol 2.).
Para finalizar éste aparte digamos que el Oficio Papal es único dentro de la historia de las religiones del mundo, no sólo por la sangre que se ha derramado en defensa de su poder y dios, la deshonestidad de sus credenciales y el historial de traiciones para con sus propios ideales.
Años 1534 a 1549
Sube al solio Pablo III. Su nombre de pila, Alessandro Farnese. El papado continúa en su camino hacia la degeneración y sin ningún paralelo en toda la historia de las religiones del mundo.
Años 1572 a 1585
Sube al solio el Papa Gregorio XIII. Durante su reinado aún continúa en actividad la Naviera Papal y se efectúa otro cambio en el calendario, del Juliano al Gregoriano. Cambio éste que dificultó muchas cosas.
Éste papa fue el que comisionó al pintor Giorgio Vasari (n.1511 y m.1574) para que pintara un cuadro de la flota anclada en el puerto de Messina, Sicilia. El verdadero significado de los anales de tal fuerza naval anula, por completo, la presentación que hoy se presenta para hacer ver que se trataba de un papado con “dulzura y luz” dentro de la Iglesia.
Nota:
Entre los años 1549 y 1585 hubo, según la “Lista Oficial de los Papas” provista por la The Treasure Realm, 8 papas que fueron:
Pablo III (1534-1549)
Julio III (1550-1555)
Marcelo II (1555)
Pablo IV (1555-1559)
Pío IV (1559-1565)
San Pío V (156-1572)
Gregorio XIII (1572-1585) y
Sixto V (1585-1590). Como podremos observar, en el año 1555, existieron tres papas en el solio de San Pedro, en el Vaticano.
Información obtenida de THE CRIMINAL HISTORY OF THE PAPACY, Partes 1, 2 y 3, de Tony Bushby, Diciembre de 2006.
lunes, 17 de septiembre de 2007
HABLAR O CALLAR
HABLAR oportunamente, es acierto.
HABLAR frente al enemigo, es civismo.
HABLAR ante una injusticia, es valentía.
HABLAR para rectificar, es un deber.
HABLAR para defender, es compasión.
HABLAR ante un dolor, es consolar.
HABLAR para ayudar a otros, es caridad.
HABLAR con sinceridad, es rectitud.
HABLAR de si mismo, es vanidad.
HABLAR restituyendo fama, es honradez.
HABLAR aclarando chismes, es estupidez.
HABLAR disipando falsos, es de conciencia.
HABLAR de defectos, es lastimar.
HABLAR debiendo callar, es necedad.
HABLAR por hablar, es tontería.
HABLAR de Dios, significa mucho amor.
CALLAR cuando acusan, es heroísmo.
CALLAR cuando insultan, es amor.
CALLAR las propias penas, es sacrificio.
CALLAR de si mismo, es humildad.
CALLAR miserias humanas, es caridad.
CALLAR a tiempo, es prudencia.
CALLAR en el dolor, es penitencia.
CALLAR palabras inútiles, es virtud.
CALLAR cuando hieren, es santidad.
CALLAR para defender, es nobleza.
CALLAR defectos ajenos, es benevolencia.
CALLAR debiendo hablar, es cobardía.
Se desconcoe el autor.
HABLAR frente al enemigo, es civismo.
HABLAR ante una injusticia, es valentía.
HABLAR para rectificar, es un deber.
HABLAR para defender, es compasión.
HABLAR ante un dolor, es consolar.
HABLAR para ayudar a otros, es caridad.
HABLAR con sinceridad, es rectitud.
HABLAR de si mismo, es vanidad.
HABLAR restituyendo fama, es honradez.
HABLAR aclarando chismes, es estupidez.
HABLAR disipando falsos, es de conciencia.
HABLAR de defectos, es lastimar.
HABLAR debiendo callar, es necedad.
HABLAR por hablar, es tontería.
HABLAR de Dios, significa mucho amor.
CALLAR cuando acusan, es heroísmo.
CALLAR cuando insultan, es amor.
CALLAR las propias penas, es sacrificio.
CALLAR de si mismo, es humildad.
CALLAR miserias humanas, es caridad.
CALLAR a tiempo, es prudencia.
CALLAR en el dolor, es penitencia.
CALLAR palabras inútiles, es virtud.
CALLAR cuando hieren, es santidad.
CALLAR para defender, es nobleza.
CALLAR defectos ajenos, es benevolencia.
CALLAR debiendo hablar, es cobardía.
Se desconcoe el autor.
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