sábado, 2 de junio de 2007

LA IDENTIDAD VERSUS EL PAPEL DE LA CONFUSIÓN


La IDENTIDAD versus el PAPEL DE LA CONFUSIÓN es una etapa de la vida que ocurre en el ser humano entre las edades de los 12 a los 20 años de acuerdo al bien conocido Ego-Psicólogo Erik Erikson..
A Erikson se le conoce mejor por sus conceptos acerca de ésta fase específica, comparada con las otras siete que forman parte de su TEORIA acerca del desarrollo mental.
Sí, ésta es una “teoría” y la Psicología se basa en teorías. ¿Podemos nosotros relacionar esta teoría con el acaecer diario de nuestra juventud actual?. Si, se puede, y la misma hace posible que podamos entender qué es lo que ha pasado y pasa cuando vemos cómo nuestra juventud se ha dejado llevar por la corriente del mundo actual.
Se intenta acá el poder ofrecer algún “alimento” en qué pensar para así poder confrontar y tratar de resolver los problemas existentes que vivimos aún hoy día.
De acuerdo a Erikson ésta fase de la vida es una en la que los muchachos han estado aprendiendo lo que ellos son y lo que pueden hacer acumulando, en sí mismos, la información correspondiente..
Durante esta fase o etapa de “identidad” versus el papel de “confusión” el adolescente tiene que reunir toda esta información acerca de ellos mismos y de su mundo que les circunda y en el cual viven para poder llegar a la conclusión de cómo pueden encajar en el mismo. Y una vez que ellos se comprometen consigo mismos a poseer una identidad cierta, continuarán adelante de una forma saludable en su próxima etapa de sus vidas.
Erikson enseña que el ganar una identidad personal marca el final de la etapa “Identidad versus Papel de Confusión” y así el adolescente se convierte en un adulto.
La identidad sólo es lo que la persona es en sí misma.
Las fuentes de información pueden ser muchas: el hogar, el medio en el que se crían, el colegio, la universidad, la iglesia y muchos otros medios más.
Un lugar saludable donde los jóvenes se pueden criar es uno en el que el individuo se sienta confortable o en aquél en el que desea estar siempre.
Los jóvenes son como nosotros y desean, por supuesto, sentirse seguros y saber que pertenecen a ese lugar. Desean. ser amados y aceptados, saber que pertenecen o forman parte de algo o de alguien.
Ellos aprenden por el ejemplo que nosotros les damos. Nuestros niños son una réplica de nosotros mismos. Tienden a poner en práctica algunas de nuestras costumbres prácticas, aficiones y conductas.
Si ellos ven en nosotros amor e interés sinceros, también ellos manifestarán esas cualidades con sus compañeros y amigos.
La información que puedan obtener nuestros muchachos, en nuestro hogar, colegio o universidad, es la misma que habrán de aplicar, más tarde, en su vida adulta.


Compilación y traducción de un artículo, escrito por Rory Ries, publicado en la revista “TODAY” y efectuadas por J.N.Robles Olarte.
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