sábado, 19 de julio de 2014

ESTUDIOS BÍBLICOS BASADOS EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS HEBREAS


C Á P S U L A S
= L V I I I=
Por: J.N.Robles Olarte
Es triste decirlo, pero los “Pastores” líderes encargados de tal labor No CONOCEN  sus responsabilidades desde donde  direccionan  el destino del género humano! En principio dos razones tienen la culpa de todo ello, 1) Han sido engañados por la falsa educación materialista que han recibido de las religiones de turno, y de origen humano que, prejuiciadas, rechazan con desdén la revelación genuina y divina de nuestro ÚNICO Padre y Creador del universo, 2) Porque se ha perdido, como antes hemos dicho, la llave que puede abrir, dar acceso,  a ese conocimiento que sólo podremos encontrar en las SAGRADAS ESCRITURAS HEBREAS. Ningún otro libro, ya sea el Nuevo Testamento, el Talmud. El Corán, etc., puede suplir ese conocimiento.  La “llave vital” de ese gran vacio en lograr conocerla radica, simplemente, en la carencia de llegar a conocer la identidad de las grandes potencias mundiales de la actualidad, como los Estados Unidos de Norte América, la Unión Soviética, China, Gran Bretaña, Alemania, Francia y otras naciones Europeas Occidentales que las páginas de las Escrituras mencionan muy a menudo…la improbable teoría de la evolución, no comprobada aún,  es la que ha sustituido la verdad, y tomada como el concepto fundamental de una supuesta aproximación al conocimiento racional.  Estamos invadidos por un avanzado “racionalismo ilustrado” que nos ha llevado al obscurantismo, la confusión, y a la mala interpretación de la verdad.  Estamos sumidos en una catástrofe intelectual y espiritual por todo ello, gracias a Satanás y a las falsas religiones generadas por ella!

¿Se mencionan acaso en las Escrituras, con nombre propio, los Estados Unidos de Norte América, Gran Bretaña y otras naciones como las del noroccidente de Europa tales como Holanda, Bélgica, Francia, Noruega, Suecia, Dinamarca?  Por supuesto que si, y para ello es necesario conocer, estudiar, e investigar las Escrituras Hebreas con una mente abierta, y sin prejuicios preconcebidos en cualquiera de los grupos religiosos que nos invaden por todas partes.  Existen profecías que se refieren, definitivamente,  a Rusia, Alemania, Italia, Turquía, Etiopía, Libia y Egipto, de hoy.  Por ejemplo, a Turquia se le menciona en las Escrituras  como Edom o Esaú, ya que aquélla procede éste último.  De igual forma los diferentes grupos o naciones  Árabes provienen de los descendientes de Ismael; y a Rusia se le conoce como Magog. Hay que comparar las líneas genealógicas descritas en las Escrituras con las historias del mundo para poder descifrar sus orígenes y nombres actuales.

La historia Escritural de naciones como Estados Unidos de Norte América y Gran Bretaña es la más increíble que se pueda conocer.  Además de ser fascinante e interesante se basa en las promesas que el mismo Creador les dio a Abraham y a su pueblo en Génesis 12:1 al 3. Nótese el aspecto dual de tales promesas, 1) ““Haré de ti una “Gran Nación””, son Sus palabras;  ello denota promesas de carácter nacional y material, además de prominencia por el hecho de ser el Pueblo Escogido, 2) “”En ti TODAS LAS FAMILIAS DE LA TIERRA SERÁN BENDITAS”” Implica en si misma grandeza nacional y bendiciones para las demás naciones si es que siguen las pautas del Eterno creador!  Estas bendiciones vuelven a repetirse, como para autenticar más su genuinidad, en Génesis 22:18 y Génesis 17:5 al 9.  La llave clave para poder obtener todo esto radica en la OBEDIENCIA ABSOLUTA de Sus Preceptos, Mandatos, Leyes y Estatutos!

La grandeza nacional le fue prometida a Israel –las diez tribus perdidas- , no así a los descendientes de la tribu de Judáh, como bien nos lo describe Génesis 12: 1 al 3 y Génesis 17: 1 al 5.  Éste hecho es bueno recordarlo porque Judáh, que ha estado representando a la nación que hoy conocemos como Israel, se ha adjudicando esas bendiciones tanto nacionales como .  Ya lo dijimos antes, que a través de los descendientes de Abraham, una de esas naciones procedentes de él, llegaría a ser una GRAN NACIÓN, y que en él “todas las familias de la tierra” serían benditas. Lo demuestra la historia del mundo y las profecías de las Escrituras Hebreas.

Cuando se habla de “Gran nación” se refiere a toda la tierra que abarca los cuatro puntos cardinales que Abraham podía ver.  Sus descendientes habrían de recibir toda la tierra comprendida entre el rio Nilo y el rio Éufrates!  Los  Judíos jamás han constituido varias naciones, sino UNA sola.  Por su obediencia  inquebrantable a la Señal del Día Sábado se hizo acreedora a ciertas bendiciones también.  Las mismas se las juró el mismo Creador en Génesis 22:16 al 18.  Vemos allí cómo es una promesa INCONDICIONAL,  puesto que ya Abraham había cumplido su parte en tal evento. Un detalle adicional: ellos, los Israelitas, las Diez Tribus,  habrían de poseer “las puertas de sus enemigos”.  Si estudiamos la historia del mundo constataremos que los pueblos de habla inglesa, descendientes de las Diez Tribus, poseyeron todos los pasos o estrechos y canales del mundo. En la actualidad ya todos ellos los han perdido por su desobediencia! Ejemplos: el Canal de Panamá, el Canal del Suez, el Estrecho de Gibraltar, como para nombrar unos pocos!

El Poderoso de Israel, el Eterno, volvió a ofrecer Sus tremendas promesas tanto a Isaac como a Jacob después de habérselas ofrecido a Abraham.  El Creador rechazó a Israel y otros descendientes de Abraham para que heredasen las bendiciones otorgadas;  sabemos cómo Esaú, hermano mellizo de Jacob, vendió su Primogenitura a su hermano Jacob , por lo que el Creador lo rechazó.  Los derechos de primogenitura confirmados a Isaac, los podemos leer en Génesis 26:1 al 5, donde habremos de constatar los dos aspectos de tales promesas, tanto los de la GRANDEZA como los de las BENDICIONES nacionales! (Génesis 27:26/29 y Génesis 28;13 al 14)

Después de los eventos anteriores, el Poderoso de Israel  le apareció a Jacob y le cambió el nombre por el de ISRAEL.  Ésta palabra proviene de la Hebrea “YISRA´EL” (Strong H-3478) que significa, “Él gobernará como el Eterno Creador”.  Por ello encontramos las expresiones “las muchas naciones” , “una nación grande” y una “Comunidad de Naciones” o “Compañía de naciones”.  Ya sabemos quiénes son tales naciones,  los Estados Unidos de Norte América (una unión de Estados) y la Gran Bretaña (una Comunidad de Naciones). Nuevamente aquí podemos observar que la promesa no se cumplió ni se ha cumplido en los descendientes de Judáh,  aquéllos que conformaron la Israel de hoy día!

Génesis 49:10 nos relata, De Judáh no se apartará el CETRO, ni la vara de gobierno de entre sus pies, y le estarán sometidas todas las Tribus hasta que venga el Shilo”. Éste verso puede tener dos consideraciones, 1) Las promesas de bendiciones, de “una semilla”, el Mashiach, a quienes muchos llaman “el cetro”,  y 2) el Cetro representa la “Vara” de quien gobierna, que denota “poder para gobernar”, autoridad o Soberanía.  El CETRO, entonces, es una combinación de los dos aspectos ya citados.  Ello se ha cumplido absolutamente entre los descendientes de la tribu de Judáh.  No esta por demás aclarar el hecho de que la familia que ha gobernado en la Gran Bretaña han sido de la línea de Judáh, del Rey David, al igual que la mayoría de los presidentes de los Estados Unidos de Norte América!

En 1 Crónicas 5:1 al 2 se nos dice que a raíz de que Rubén perdió su Primogenitura por haber profanado el lecho de su padre Jacob, perdió y se cedió el mismo a José y sus dos hijos, Manasés y Efraím.  Es así como José, no siendo el primogénito, adquiere por voluntad del Creador y su padre Jacob, tal derecho; mismo que se ha perpetuado hasta el presente, en sus descendientes. También lo obtuvieron cuando Esaú vendió, por un plato de lentejas, la primogenitura a su hermano Jacob, padre de José. Vemos cómo es doble ese derecho de primogenitura que les corresponde legalmente  tanto a Manasés como a Efraím.

RECAPITULEMOS: la promesa del Cetro se le cedió a Judáh y sus descendientes.  Las promesas de Primogenitura le correspondieron en realidad a los descendientes de José, Efraím y Manasés.  Aunque la transferencia de tales derechos se hizo tanto a Efraím como a Manasés, los otros hijos de Israel también obtuvieron sus respectivas bendiciones que se pueden leer en Génesis 49.  Tanto Efraím como Manasés poseen el derecho legítimo de llamarse ISRAEL en honor de su padre Israel, y no así Judáh y sus descendientes!  A Efraím siempre se le consideró, a pesar de ser el menor de los dos, que llegaría a ser más grande e importante que Manasés puesto que es el poseedor legal de la primogenitura.  Cuando en las Escrituras se habla de Israel , siempre viene a la memoria el nombre de Efraím, y ella misma lo confirma.  Manasés también fue muy bendecido, llegando a constituir una Mancomunidad de Naciones a nivel mundial,  como bien nos lo recuerda Génesis 48:l9.

A partir de Génesis 48:16 tanto Efraím como Manasés adquieren el calificativo de ISRAEL,  mientras que Judáh vino a constituir solamente otra nación completamente diferente, la que habría de poseer el Cetro!  Ni a los descendientes de Efraím, como a los de Manasés, se les ha concedido con el calificativo de Judíos por la sencilla razón de  que no lo son en verdad, además de haber perdido su identidad a partir del momento que estuvieron cautivos  en tierras de Babilonia..  De ésta forma  nuestro  Eterno Creador dividió, las dos fases de los bendiciones/promesas hechas a Abraham, entre dos naciones absolutamente separadas, Israel y Judáh.

Muchos se han preguntado el por qué Israel se convirtió en las DIEZ TRIBUS PERDIDAS.  La razón es muy sencilla; simplemente porque dejaron de obedecer al creador y cometieron adulterio espiritual adorando baales e ídolos; además, dejaron de guardar la Señal del día Shabbath, por lo que llegaron a ser considerados gentiles, perdiendo así su verdadera identidad nacional.  Éxodo 31:12 al 17 bien nos recuerda que el Creador hizo del Shabbath   el Signo/Pacto entre él y Su pueblo Israel! Y quien no lo guarde NO pertenecerá  a Su pueblo. Así de sencillo!

Un “Signo o Señal”  es algo que identifica.  El Creador descansó, bendijo, santifico,  puso aparte, separó UN DÍA para que el hombre descansara de su obra y Le adorara a Él en verdad y amor profundo. También fue, y es, un día en el que habríamos de recordar siempre Su creación. La creación misma es una prueba de quién es el Poderoso de Israel, y lo identifica como el verdadero CREADOR de todo.  La intensión y propósito verdaderos del día Shabbath es mantener al hombre en el conocimiento del único Soberanos del cosmos.  Es así cómo el Shabbath identifica a ISRAEL como el verdadero pueblo del Creador. Puesto que Israel rechazó el signo/señal, fueron expulsados y perdieron su identidad.” (Ezequiel 20:10 al 24).  Pero a pesar de ello, estén donde estén, sean quienes sean, son ellos, Israel y no los Judíos quienes tienen derecho a la primogenitura a partir de los años 1600 de nuestra Era Común. Son ellos, los de la nación de Israel, los que heredaron las INQUEBRANTABLES promesas hechas a Abraham como las de grandeza nacional, recursos de toda clase, riquezas y poder!

Todo lo ya expuesto acerca de Israel nos lleva a concluir que Israel, hasta nuestros días, nunca ha retornado a su tierra de origen, Samaria.  De Asiria, donde estuvieron en cautiverio, se han trasladado, con el transcurrir del tiempo, a otras naciones del mundo.  Samaria fue repoblada por  con otros pueblos gentiles, que aquéllos había conquistado.  Es así como Israel, la Casa de Israel, ha permanecido sin rey (Oseas 3.4), y no retornaron, como muchos lo suponen, a Palestina con los de la tribu de Judá, en los días de Esdras y Nehemías. Aquéllos que retornaron, después de los 70 años de cautiverio, fueron los de la Casa de Judáh, con remantes de  Benjamín y  Leví.

Judáh también fue llevada a cautividad precisamente por haber abandonado la “Señal” del pacto, el Shabbath.  Permanecieron cautivos en babilonia por 70 años, 130 años már tarde que los de la Casa de Israel en Babilonia; muchos de ellos retornaron a sus lugares de origen como bien nos lo narra Esdras 2:11 y Esdras 1:5, y reconstruyeron el Templo.  Hasta nuestros días los Judios ortodoxos guardan el Shabbath, y por ello es que el mundo los mira como la Casa de Israel.  Si en la actualidad fuéramos a Jerusalém  constataremos que la nación, como tal, no guarda realmente el Shabbath. Su último rey fue Zedequías, a quien le sacaron los ojos, y sus hijos fueron muertos en su presencia por orden de Nabucodonosor. El profeta Jeremías fue el escogido para salvar y llevar hacia el norte la semilla que habría de dar continuidad a la línea real procedente de David. Esta es una de las historias más fabulosas e increíbles de la forma cómo el Creador actúa en bien de Su pueblo, y que podemos leer en los capítulos 40 al 43 de Jeremías y en el capítulo 21 de Ezequiel.

Una nueva tierra se le habría de asignar a la Casa de Israel, desde donde se habrían de mover más de acuerdo a lo profetizado en 2 Samuel 7:10.  Existe en la actualidad, y siempre se ha distinguido por ser una nación poderosa, de muchas riquezas, una tierra donde se habrían de establecer por gracia del Creador,  140 años después de su original cautividad,  y con la ayuda del Profeta Jeremías.  Ha sido considera como otra nación gentil más.  La ubicación de éste pueblo está ubicada  al ”norte” de Jerusalém, el lugar donde Jeremías plantó la simiente de David, hace más de 2500 años!


Son variadas las profecías que nos dan una luz para poder descifrar qué lugar es ese. Las podemos encontrar en Oseas 12;1 al 2, Salmos 89: 25 al 26, Jeremías 3:11 al 18, Oseas 11:8 y 10,  donde encontraremos las palabras claves como “islas”, “mar”, “occidente”, “norte”. Es así como  la Israel de hoy, de los “días del fin” (Jeremías 30:2,4,9), es decir Efraím (Jeremías 31: 6 y 9), y “Samaria” (Jeremías 31:5) dominan en “las costas del mar” (Jeremías 31:8) y se han dispersado por sus conquistas a otros lugares del planeta, se encuentra al noroccidente de Jerusalém, y en el “mar”. Si leemos a Isaías 49 encontraremos allí más detalles interesantes con respecto de ésta maravillosa historia en donde el Eterno Creador ha tenido metida Su mano a favor de Su pueblo, ISRAEL!

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