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S U L A S
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Por: J.N.Robles Olarte
Nuestro Creador usó a Jeremías como Profeta para
advertir a Judáh de sus rebeliones y sus
transgresiones. Le asignó el encargo de
advertir a la rebelde nación el inminente castigo que habrían de padecer la
invasión y posterior cautividad en manos de las fuerzas armadas de Caldea, a
menos que reconocieran su culpabilidad, y cambiaran sus caminos. El Poderoso de
Israel se valió de Jeremías para advertir a Judáh de su inminente cautividad y
la caída y derrocamiento del trono de David. Ésta no hizo caso alguno a las
advertencias, y el rey Nabucodonosor, y sus ejércitos, invadieron la tierra y
se llevaron a cautiverio, entre todos ellos, a los más notables del país.,
hacia babilonia. Así fue como Judáh cesó
de ser un Reino, no existiendo más que una dinastía que gobernara, la de David!
A pesar de lo anterior no debemos olvidar las palabras
consignadas en Jeremías 1:10, “Yo te
pongo…para desarraigar…para derribar, arruinar y…edificar y plantar” Esos “desarraigos, destrucción, edificación
y plantación” se refiere a naciones, particularmente procedentes de la línea real de David. Recordemos también que sólo las hijas de
Zedequías, el Rey quedaron como su “simiente”, puesto que sus hijos varones
fueron muertos ante su misma presencia entre los años 586AEC y 585AEC, al mismo
tiempo que se destruía el Templo de Salomón!
La dinastía masculina de Zedequías y todos los nobles de su reino fueron
muertos, quedando así sin herederos el Reino de Judáh!. Es cierto que desde ese día no ha existido
uno de la tribu de Judáh que se haya sentado en el trono! Tal reino se traspasó
a los herederos de Efraím, así como fue profetizado!
Aunque la línea real masculina de Zedequías fue
destruida por Nabucodonosor sobrevivieron sus hijas quienes, tomadas por el
Profeta Jeremías, fueron llevadas a las islas británicas e Irlanda donde ya se
habían establecido, mucho años antes, descendientes de los hermanos EBER y GADE, a su vez descendientes de Tamar, hija de David. Éstos habían
fundado la ciudad de TEA- MUR o Teas a secas, nombre que proviene de la
palabra hebrea Torah, Ley. También se le conoce con el nombre de “DOW`S TOWN”, o “Pueblo de David”, en
Castellano (en el 1016, A.E.C fue su fundación). David viajó a Irlanda y dió su hija TAMAR en
matrimonio a un descendiente de GEDE,
llamado IRIÁL. Es así como el linaje de David no se pierde y
se establece una familia gobernante en Irlanda, descendiente de la línea real
de Efraím. En éste desarraigar y
plantación de la línea Davídica, se cumple lo que en Ezequiel 21, versos 25 al
27, y Oseas 3, verso 4, se profetíza . De ésta forma el Eterno ha mantenido el
cumplimiento de Su Palabra en cuanto a que David nunca le habría de faltar
quien se sentase en su trono!
La maravillosa verdad de la instalación y reconstrucción
del trono de David está revelada dentro de un “acertijo y una parábola” que se
expresa en un lenguaje simbólico, en éstos “días del fin”. Se encuentra
descrito en todo el capítulo 17 del libro de Ezequiel. Para entender lo que allí se dice se debe leer
MUY CUIDADOSAMENTE tal capítulo, en su totalidad. Lo primero que debemos tener en cuenta es que
tal profecía NO se refiere a Judáh sino a la Casa de Israel. Recordemos que
cuando Ezequiel escribió el libro que lleva su nombre las Diez Tribus Perdidas
ya habían sido tomadas en cautiverio y, por ende, no pudieron recibir éste
mensaje profético. Éste es el mensaje que nos puede dar la luz e ilustración
para poderlo entender, y enseñar a las Diez Tribus Perdidas que ellos son,,
aún, la Casa de Israel, la Casa o Reino del Norte!
En principio, el Eterno manifestó a Ezequiel que
expusiera un “acertijo”, y luego una “parábola” (Ezequiel 7:1 al 10). Luego, comenzando por el verso 11, Él nos
explica su significado en el verso 12, diciéndonos, “Dile ahora a la Casa Rebelde…¿sabéis lo que éstas cosas significan?
Diles…” De inmediato e el acertijo se explica muy claramente en los
versos 3 al 4, donde se identifica a Nabucodonosor como el rey que vino a
Jerusalém, la toma y se lleva cautivos al Rey, sus hijos y la Corte hacia
Babilonia, matando, después, en presencia de Zedequías, a sus hijos y a todos
los varones de su Corte (Versos 5 al 6).
La segunda parte del acertijo se encuentra en los versos 7 al 21, donde
la “gran águila” representa a
Faraón, y a los Judíos que se fueron hacia Egipto y fueron muertos o dispersos
allí.
La segunda parte, la “parábola”, que trata de la plantación del trono de David
en las Islas Británicas, más exactamente en Irlanda, se encuentra en los versos
22 al 24 del mismo capítulo 17 de Ezequiel.
La rama más alta es el rey efraimita de Judáh, y el tallo más tierno es,
por supuesto, una mujer, una de las hijas del Rey Zedequías. No olvidemos que
los hijos de Zedequías fueron muertos, todos, por el Rey Nabucodonosor, en
Babilonia; y que la palabra “monte” se refiere a un “gobierno” o “nación”, en
las profecías bíblicas. La joven
princesa desposada, descendiente de la línea de David, vino a ser la “semilla
real” para tal trasplante del trono de David en una gran y prominente nación, o
monte, como lo han sido las Islas Británicas.
Irlanda y Gran Bretaña! El trono de David se trasplanta en ISRAEL, en
las Islas Británicas, después de haberse despojado del mismo a
Judáh, por su INFIDELIDAD!
La infidelidad siempre ha sido de origen humano. No ha sido del terno porque É no cambia, es
el mismo ayer, hoy, mañana y siempre.
Por ello es que en el trono de David no ha cesado de existir. El Creador jamás olvida Sus pactos, y es por
ello que nos dice, “Sobre la montaña que
es la Gloria de Israel lo plantaré, y elevará su ramaje, y producirá fruto, y
vendrá a ser un cedro fuerte -una nación
poderosa-, y habitará debajo de él todo pájaro
-pueblo- de toda especie, a la
sombra de sus ramas habitarán” (Ezequiél 17:23), como lo fueron las
naciones que conformaron la pasada y
gran “MANCOMUNIDAD BRITÁNICA”. “Yo, el
Eterno Creador, lo digo y lo hago” (Verso 24).
Judáh, el gran árbol de la profecía, después de haber
tenido el trono por el término de 130 años, después que la Casa de Israel había
sido tomada cautiva, es llevada a cautiverio, y en el más bajo estado de
esclavitud, se cumplen aquéllas palabras de “…se
ha secado el gran árbol verde (Judáh), y el seco (Israel) ha florecido” que
bien podemos comparar con lo descrito en Ezequiél 21:31 al 32, “…quita la tiara, y depón la diadema real…no
será más así, ¡elevaré al bajo, y al alto humillaré! …hasta que venga AQUÉL cuyo es el derecho -David-
y a él se lo daré.” Se habla
aquí de la tasnferencia del trono, de Judáh hacia Israel. Ya Israel se había independizado en Irlanda por cuatro siglos e
Israel, en Irlanda, tenía una Línea Real a la que una de las hijas de Zedequías
se habría de unir. Los israelitas
irlandeses fueron una antigua colonia que NO fue a cautiverio como sus otros
hermanos que si fueron llevados a Asiria, y a la que David había traído su hija
TAMAR para establecerla y casarla allí, después que fue violada por su hermano
Rubén en su tierra natal, Palestina!
De acuerdo a la profecía de Oseas 3, verso 4, Israel
habría de permanecer sin rey por muchos días.
Ésta nación se dispersó entre
muchas otras pueblos, pero un pequeño número de ellos ya se había
establecido, permanentemente, en una localidad de su propiedad y en tiempos de
Jeremías. . Después de 140 años de su original cautividad se hicieron a las
mismas. Poseían también el derecho de
PROMOGENITURA y se cumplió en ellos lo profetizado ya en 2 Samuel 7:10
confirmado, a su vez, por 1 Crónicas 17:9, el de poder encontrar “una nueva y
diferente tierra, y no ser más
inquietados y vejados como lo fueron en
el pasado”, ni se volverían a mover más de allí. Ésta tierra no es otra sino a que conforman las
ISLAS BRITÁNICAS E IRLANDA Y
ESCOCIA! Lo que el Eterno Creador se
propone, lo cumple…! Es el lugar donde, hace más de 2500 años, el Profeta
Jeremías condujo, vía Egipto, a las hijas del rey Zedequías! Otras profecías que avalan lo anterior las
encontramos en, Oseas 12:1, Salmos 89:28, Jeremías 3:11/12, Jeremías 3:18. EN EL FUTURO Y CERCANO ÉXODO, en “aquéllos
días”, habrán de retornar, para siempre,. a Samaria y Jerusalém, la antigua
Palestina, procedentes del norte, de las Islas británicas!
Vendrá el día
-aquél día- cuando una voz detrás
de cada uno de nosotros nos dirá, “No vayas por la izquierda, o por la
derecha”, cuando un niño conducirá al león y al carnero, juntamente. Ese “tiempo” será el Maravilloso Mundo de
Mañana, el “día” de bendiciones maravillosas que el Eterno Creador tiene
dispuestas y reservadas para Su hijos
fieles, aquéllos que se han dejado guiar por Él en Su Camino.
Otra profecía para los “días del fin” es la que
encontramos en Jeremías 31. Allí se hace
consideración de “aquellos días”, y se dirigen específicamente a Israel, en los
versos 2,4 y 9. Otras están dirigidas a Efraím y son las que están en los
versos 6 y 9; con respecto a Samaria, la capital de Israel, la Casa del Norte,
tenemos el verso 5. Aquí se hace alusión a las “costas de la tierra”, verso 8,
donde se evidencia la nación Británica
que se ha distinguido, en la historia del mundo, como la nación que se dispersó
ampliamente por todo el planeta y cuyo poder, riquezas, y empuje ha dejado sus
huellas en sus pasadas colonias. Se encuentra al Noroccidente de Jerusalém,
como bien lo describe Isaías 49:1 al 3!
En el capítulo 49 de Isaías hemos visto que se hace
referencia de Israel cpn el calificativo de “Oh Islas”, “Oh Israel”,
y “Tierras de las Costas”. Es
sucedió 300 sños atrás- En Jeremìas 31:7 también se le llama “Efraím”. Y “Mi Primogénito” en Jeremías 31:9/10. Con ello vemos como, en el
pasado, y hoy día, la Casa de Israel se ubica en unas islas que están en medio
del océano, que fue la cabeza de
naciones, ubicada al noroccidente de Jerusalém; una tierra de costas y por ende
un pueblo que fue dominante por muchos siglos de pueblos, naciones, y
océanos. Una prueba fehaciente de su
poder y dominación es el hecho de que haya poseído y controlado las “puertas de
sus enemigos”, como el Canal del Suez, panamá, Estrecho de Gibraltar, Islas
Malvinas, Hong Kong, Paso del Kiber, Malta, Singapur y muchas , muchas otras
áreas del mundo! Esas naciones dominantes no han sido otras que los Estados
Unidos y Gran Bretaña que, en su tiempo histórico preponderante, constituyó una
Mancomunidad de Naciones.. Se dio asÍ cumplimiento a lo profetizado en Génesis 22:17 y Génesis 24:60. La palabra del
Eterno Creador, nuestro único Padre, SIEMPRE SE CUMPLE!
A finales de los años 1800 se descubrieron, en Asiria,
algunas “tabletas de barro” con escrituras
“cuneiforme”, las que más tarde se tradujeron en los años 1930. Éstas tablillas contienen los apuntes acerca
de la deportación del pueblo de Israel, comprobando con ello que las Diez Tribus
de Israel, la Casa del Norte, cuya capital fue Samaria, fueron llevados en
cautiverio, congregados y asimilados por la cultura Asiria. Más tarde se les
identificó como los Cimerios, Escitas y Godos En los anales de
nustra historia se nos cuenta que, por muchos cientos de años, y a través de
diferentes movimientos hechos por ellos, los escitas, los Cimerios y los Godos
emigraron, esencialmente, hasta el norte de Europa. Se les conoció como los
pueblos Celtas y Anglo-Sajones. La palabra “Sajón”
proviene de la inglesa “Saxon”, que,
a su vez, es una contracción de la frase inglesa “Isaac´s son”, es decir, “Hijos de Isaac”. En algunas piedras de
mármol , encontradas en Nínive, se hallaron grabaciones que se refieren a un
pueblo conocido como “ESAKSKA”, que
corresponde al nominativo Hebreo “Beth
Isaac” y que en castellano significa “Casa
de Isaac”.
Hagamos un paréntesis aquí para recordarles tanto a
Israel como a Judáh ciertas palabras de nuestro Creador, “Porque se ha rebelado contra Mis Leyes, haciendo más maldad que los
paganos, y contra Mis estatutos más que los países de su alrededor…porque
cuanto habéis sido más turbulentos que las otras naciones, y en Mis estatutos
no habéis andado, y Mis Leyes no habéis cumplido, y ni siquiera habéis hecho
conforme a las leyes de las naciones que están a vuestro alrededor de
vosotros…Yo también OS DISMINUIRÉ, y Mi ojo NO PERDONARÁ, como TAMPOCO TENDRÉ
PÌEDAD de vosotros…” (Ezequiél 5:6,7,11).
“Bueno sería que leyeran los capítulos 5 y 6 de Ezequiél, en su
totalidad, para que puedan apreciar con más certeza lo que el Creador tiene
preparado para las desobedientes Israel y Judáh, en el futuro cercano!
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