jueves, 27 de noviembre de 2008

LA DISPUTA DE TORTOSA…DE NUEVO VISITADAPor : Sir Charles Barouh Abraham, KtB, PhD.

En el año 1263-, en la ciudad de Barcelona, Reino de Aragón, las disputas religiosas entre Cristianos y un Judío, Nahamanides, se llevó a efecto para determinar la verdad acerca de la Cristiandad del Judaísmo. El Rabí Nahamanides habló con gran franqueza y, en la conclusión de tal disputa el Rey Jaume I de Aragón, declaró que él nunca había oído acerca de una causa tan injusta defendida con tal imparcialidad. Esto llevó a una masiva quema de literatura Judía y por ello el gran Rabí se trasladó a Provenza donde acabó de concluir con las responsabilidades de su vida.
Mas sin embargo, fue la GRAN DISPUTA DE TORTOSA, en Terragona, por allá en los años 1413 –1414, que tuvo los más drásticos efectos sobre el pueblo Judío. En 1412 el Anti-Papa Benedicto XIII, quiern fue reconocido como tal en España, ordenó se enviasen delegados a las comunidades de Aragón y Cataluña para una discusión, ante su presencia, sobre los clamores de un Judío converso y oportunista, de nombre Gerónimo, Tal disputa se realizó por cerca de 20 meses, y en los que se efectuaron 69 sesiones. La presidió el mismo Papa Benedicto XIII, quien también participó muy activamente. Desde el mismo inicio la disputa no asumió la forma de una de libre discusión entre las partes, sino de una de ataques propagandísticos misioneros acompañados de presión psicológica hasta el punto de llegar a la intimidación y amenazas por parte del lado Cristiano en contra de los Judíos, con el propósito de obligarlos a aceptar los argumentos de sus adversarios. En esa disputa los más importantes representantes Judíos fueron, el Rabí Zerahia ha-Levi, el Rabí Atruc ha-Levi, el Rabí Joseph Albo y el Rabí Mattathias ha-Yizhari.
Inmediatamente después del primer encuentro el Papa anunció -contrario a las promesas que con antelación había dado a los Judíos- que no era su intensión llevar a efecto una discusión entre dos partes iguales, sino el probar la verdad del Cristianismo y sus principios. Gerónimo, entonces, abrió la disputa con velada amenaza en contra de los obstinados Judíos, y durante la misma pasó a la amenaza directa. En el argumento presentado por los Judíos, él les respondió acusándolos de herejía en contra de su propia religión y que por ello deberían ser tratados por la Inquisición. Dentro de ésta pesada atmósfera los delegados Judíos fueron agobiados por el temor y la confusión, por ende, ocasionalmente, no se atrevieron –o no tuvieron éxito- en saber responder correctamente, especialmente a raíz de aquéllas respuestas que no le complacían al Papa y que despertaron vulgares reprimendas.
La Disputa de Tortosa llevó a histéricas oleadas de conversión forzada de Judíos y familias Judías al Cristianismo, a todo lo largo y ancho de Aragón y Castilla, hecho que resultó en una amplia difusión de progroms que forzaban a la conversión en el 1391
El libro del Eclesiastés nos dice que existe un tiempo y lugar para todo. Tal momento ha llegado. Ese tiempo es ahora y el lugar es el ciber-espacio en donde permanecerá para siempre.
Yo, Hahan Charles Barouh Abraham doy esos pasos hacia adelante para revisitar la Disputa de Tortosa como un humilde representante de mi pueblo Judío. Hoy día la Iglesia debe considerar objetivamente y con mente abierta nuestra respuesta a todos aquéllos que pudiesen cometer la injusticia del hombre en contra de aquéllos congéneres en nombre del “Príncipe de la Paz”
Señor, enséñanos a Orar.
“Y sucedió que, estando él orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos, “Señor, enséñanos a orar”, como enseñó Juan a sus discípulos.” (Lucas 11:1, Biblia de Jerusalén, aquí y en todas las siguientes citas, a menos que se indique otra fuente)• Con éste versículo se nos introduce a una de las más bellamente elaborada oraciones que se hayan podido expresar. Rigurosamente monoteísta, “el Padre Nuestro” ha servido, con el transcurrir de los siglos, como el prototipo ideal de una ferviente oración y petición Cristianos. Y así las cosas, debemos preguntarnos, ¿realmente el Cristianismo ha sabido integrar la lección teológica comunicada por Jesús a sus discípulos en ésta oración?. Un análisis a éste modelo de oración bien puede tener un atraso de cerca de dos milenios. Veremos, de nuevo, que no es mucho lo que ha podido comunicar pero que, al menos, igualmente no comunica nada. Como un preludio a nuestro análisis, debemos pasar a revisar una cantidad de realidades tanto linguísticas como teológicas .: 1) En el siglo que precede la destrucción del Templo, por parte de los Romanos en el 70 E.C., el siglo en el que el histórico Jesús vivió y enseñó hubo muchas escuelas que competían entre sus pensamientos y prácticas Judías. Josefo menciona sólo tres sectas en ese período : a) los Fariseos, b) los Saduceos y c) los esenios. Jesús, de forma consistente, citó una cuarta secta, la de los “escribas”. Posteriormente las investigaciones sobre los Rollos del Mar Muerto nos han revelado la existencia contemporánea de otras sectas, incluyendo, entre ellas, la de los Zado0kitas/Pacto de Damasco, y quienes fueron discípulos de Moreh Tzèdek, el “Maestro de la Justicia”. Posiblemente un siglo antes que viviera Jesús. Partiendo de los escritos de Philo de Alejandría también sabemos de los Therapeutae, quizás, ideológicamente, relacionados con los Esenios. Ellos representaban la tradición mística de los Judíos de la Diáspora Occidental de habla Griega. En muchos puntos fueron diferentes de las tradiciones de habla Aramea Oriental den el suroccidente de la Parthia Iranés y que, eventualmente, produjo el Talmud Babli, es decir, el Talmud Babilónico. Representantes de todas éstas escuelas bíblicas del pensamiento convergieron, sistemáticamente, en Jerusalén para intercambiar allí ideas y celebrar las Festividades Bíblicas en el Templo. Así mismo allí estuvieron representantes de la Comunidad Judía del África, cuyos descendientes conocemos hoy día como los Beta Israel , los tan llamados “Judíos Negros” de Etiopía. Jesús y Pablo bien pudieron tener un íntimo conocimiento de los numerosos y divergentes hilos de opinión conflictiva. Incluso aquéllos Sicarios Ultra Ortodoxos, conocidos como Zelotes. 2) Las propias enseñanzas de Jesús han sido, con mucha frecuencia, mal interpretadas y usadas como un ataque al desarrollo Farisíaco de la qabbalat ha-Zequenim, es decir, la “tradición de los ancianos” que tuvo que ser codificada dentro de las Mishna por parte del Patriarca Judah el Príncipe en la ciudad Galilea de Sephoris, a principios del siglo tercero de la Era Común.
En realidad, sin embargo, Jesús mismo no trajo una nueva teología radical. Trajo un mensaje de Restauración profundamente fundamentalista, Ese mensaje fue para las “ovejas perdidas de Israel” y para quienes él vino y enseñó el “Evangelio” del Reino de Dios”. Pero bajo una cruel opresión Romana muchos de los del pueblo Judío se encontraron a sí mismos alienados en su propio y auténtico llamado nacional de “poder ser una luz para los gentiles”, un “pueblo santo y un reino de sacerdotes”.
¿Cuál es éste Reino de Dios, i Basileia toú que Jesús enseñó? Realmente ha entendido el Cristianismo su profundo mensaje para la humanidad? Ciertamente que la mente popular ha malinterpretado el profundo mensaje del yom ha-Shem ha-gadol ve-ha-nora , es decir, “el gran y terrible día del Señor” (Joel 3:4)
Dentro de la literatura ética Judía encontramos todo un género dedicado al tema del ta´amei ha-mitavo o “razones para los mandamientos”. Una minuciosa consideración de las parábolas de Jesús concernientes al i Basileia toú Theoú , el Reino de Dios, nos lleva ineludiblemente a concluir que ello es lo más profundo de su propia visión acerca del Reino de Dios, algo realmente simple. Enseñó que la sociedad humana bien se podría transformar en una de una utopía en una realidad si sólo una respuesta intuitiva del heséd . es decir afecto o cariño, se pudiese inculcar dentro de la humanidad.
En toda la filosofía Griega, exaltada como lo fue, el concepto de hesed, es decir, afecto o cariño, no estuvo nunca presente. De un extremo al otro las virtudes encomiadas por los autores Griegos y Romanos, nos encontramos con que ellos manifiestan un vacio total cuando se hace referencia al afecto o cariño. Tal idea nunca amaneció entre ellos. Esa idea y concepto Judío es una contribución Judía al pensamiento humano. La antigua Iglesia de habla griega luchó por expresar tal expresión haciendo uso de términos tales como “ágape”, amor y “charis”, satisfacción, de donde nos proviene la palabra “caridad”. Los padres de la Iglesia latina añadieron la palabra “gratia”, de donde nos proviene la palabra “gracia”. Fue el comité del Rey James (Rey Santiago de Inglaterra) de 1611 que, por primera vez, acuñó la palabra ”cariño” para usarla en la versión de la Biblia King James, pero no la aplicaron universalmente a lo largo del Nuevo Testamento. Allí existe todo un mundo de di9ferencia entre la palabra “amor” y “cariño”. Uno, como persona, siente en forma abstracta “amor” pero, concretamente, lo que se siente es “cariño” o “afecto”. Bien, aún hoy día un claro0 y sentido común se puede restaurar al discurso teológico Inglés y, por supuesto, en muchos pasajes del Nuevo Testamento si encontramos las palabras “amor”, “caridad” o “gracia”, que también se pueden reemplazar por una palabra, “cariño”. Para clarificar ideas considere lo que sigue : “por la gracia de Dios” es igual que “el afecto o cariño de Dios” ; “si yo no tengo caridad” es igual que decir “si yo no tengo afecto” ; “En esto conocerán todos que son discípulos míos”, léase “tener cariño el uno por el otro”(Juan 13:35).
I Basileia toú Thou, el “reino de Dios”, una utopía internacional señalada, divinamente, con cariño fue, en esencia, el evangelio que enseño Jesús. Él no acometió en contra de la Torah o la tradición de los ancianos. Él si acometió en contra de la carencia de afecto o cariño en su aplicación por parte de la sociedad de su época. Todo lo contrario, él enseñó “si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi padre le amará y vendremos a él, y haremos morada en él.”(Juan 14:23). “Entonces Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos y les dijo : En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los Fariseos. Haced, pues, y observad todo lo que os digan” (Mateo 23: 1.3aª). Aquí, de forma clara e inequívoca, Jesús aboga no sólo por la observancia de la Torah she-bi-khtav, la Torah escrita sino, específicamente, por la Torah she-be-al-peh , es decir, la Torah oral, la “tradición de los ancianos” enseñada por los escribas y Fariseos, por aquellos que han heredado la autoridad de Moisés y se han sentado en la “silla de Moisés”. Justamente se puede preguntar : Pero esto, necesariamente, ¿hay que aplicarlo con los gentiles? Definitivamente debemos confesar que es irrelevante si los Gentiles reconocen o no la autoridad Rabínica heredada de la shalshelet ha-masorah , es decir, la “cadena de las tradición”. La pregunta subyacente no esta lejos : Acaso los Cristianos aman o no a Jesús ¿ Guardarán su palabra ¿ Éste es el tema más sewrio cuando leemos las explícitas declaraciones de Jesús : “Por tano, el que traspase uno de éstos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos, en cambio, el que los observe y los enseñe, ese será grande en el Reino de los Cielos.”(Mateo 5:19-20). Jesús no atacó ni la Torah escrita ni la Torah oral. Específicamente él atacó sólo la carencia de cariño o ternura en la práctica de las mitzvoth, como un propósito infra estructural por el cual Dios nos dio la Torah.
Finalmente se debe subrayar que las enseñanzas de Jesús no se centran en creer sino en la acción correcta, es decir, en el afecto o cariño, en una conducta moralmente correcta. Considere usted lo siguiente : Pregúntele a cualquier ministro sobre el Evangelio y que es lo que uno debe hacer para poder heredar vida eterna y así podremos saber, en su respuesta, la doctrina en la que él cree y enseña. Pero, que fue lo que Jesús mismo respondió ¿Acaso habla él de una conducta moralmente correcta? “Uno de los principales le preguntó . Maestro bueno, ¿ qué he de hacer para tener en herencia una vida eterna ¿ (Lucas 18:18b). Acaso Jesús le respondió “Yo soy un dios- Creed en esto y acéptame como tu Señor y Salvador personal y así tendrás vida eterna ¿ Éste momento pudo haber sido el más propicio posible para poder afirmar la doctrina que hoy día todos toman por cierta. Pero no, no fue así; en su ejemplar humildad dijo, “¿Por qué me dices bueno? Ninguno es bueno sino uno, es a saber, Dios. Más si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.”(Mateo 19:17, Versión de Cipriano de Valera, 1865). Un pobre conocimiento y distinción que existe entre el Judaísmo y las religiones hijas, el Cristianismo e Islamismo pende, justamente, en éste punto. El Camino a seguir con el Dios de la Antiogua Israel y el Judaísmo moderno es, en su misma esencia, un sistema ético y moral, y no un sistema de creencias. “Hace esto…y viviréis.”(Génesis 42:18).y no “practicad ésta creencia y vivíd”, fue y es la máxiuma en la que la religión de Jesús nació y enseñó. En ninguna porción de las escrituras Hebreas podrá encontrar usted que se le invite a creer en Dios. En ningún lugar de las escrituras Hebreas podrá enco0ntrar la frase “Tú debes creer en Dios”. Ahora, considere : ¿Qué sentido tiene el “creer en la gravedad?” La gravedad, simplemente, es la gravedad. La puede percibir en cualquier lugar. Dios, simplemente, es sólo Dios. Todo lo demás proviene de Él ¡
Considere, ahora, la palabra de Dios a través del profeta Miqueas, “Se te ha declarado, hombre, lo que es bueno, lo que YHWH de ti reclama : tan solo practicar la equidad, amar la piedad y caminar humildemente con tu Dios”(Miqueas 6:8) Note usted muy claramente que Dios habla aquí a través de su profeta Miqueas y declara la conducta personal a seguir, y no de creencia alguna, que es lo que Dios desea y espera de nosotros. “Practicar la equidad” significa simplemente ser fiel ; “amar la piedad” significa ser generoso, y “caminar humildemente” significa llevar una vida de humildad ante Dios. Por supuesto que allí no se requiere “Creer” - ni en lo más mínimo. Una conducta éticamente moral, “rectitud”, es lo que Él requiere del hombre.
Si uno pudiese buscar y argüir sobre el profundo significado espiritual de la expresión idiomática “caminar humildemente con tu Dios” lo podemos encontrar ya descrito, de forma irrefutable, en Deuteronomio 10, “Y ahora, Israel, ¡que te pide tu Dios, sino que temas a YHWH tu Dios, que sigas todos Sus caminos, que le ames, que sirvas a YHWH tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, que guardes los mandamientos de YHWH y Sus preceptos que Yo te prescribo hoy para que seas feliz?(Deuteronomio 10:12-13) ¿Ha leído usted acaso en las Sagradas Escrituras alguna referencia en cuanto a catecismo o creencia alguna? Por el contrario. La fe o convicción de la Antigua Israel, la fé en la que nació y vivió Jesús fue, esencialmente, un sistema ético, moral…”Hace esto y viviréis”(Génesis 42:10b).
Pero, ¿Qué de la iglesia primitiva? Ésta interrogante es de una importancia crítica para la Restauración. Si en verdad la epístola de Santiago fue o no de la autoría del hermano de Jesús, se hubiese debatido la misma entonces, por casi más de dos siglos. Una cosa es cierta: la epístola de Santiago refleja la posición mental de la Iglesia Primitiva. Reléala. Ninguna creencia se proclama allí, sólo se habla acerca de una conducta ética-moral, que es el tema central del autor. “La religión pura e inmaculada ante Dios es ésta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en su tribulación y conservarse incontaminado del mundo ¿De qué sirve, hermano mío, que alguien diga “tengo fe”- creo -, si no tiene obras –una conducta éticamente moral? ¿Acaso podrá salvarle la fe.–creencias?...Así también la fe –creencias- , si no tiene obras –conducta correcta, ética- es estéril?...Porque así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe –creencias- sin obras- está muerto…¿Hay entre vosotros quien tenga sabiduría o experiencia…aquél, pues, que sabe hacer el bien –lo correcto-, lo ético- y no lo hace, comete pecado”(Santiago 1:27 ; 2:14,17,20,26 ; 3:13 ; 4:17).
La incredulidad y una conducta ética es de lo que trata la Epístola de Santiago, un auténtico producto Judío-Cristiano que, hasta nuestros días, ha sobrevivido a la “Helenización del Evangelio”El corolario de la diferencia existente entre ética y creencia, entre obras y fé, es que existen dos preguntas fundamentalmente diferentes sobre las que el Judaísmo y la Cristiandad predicanLa Cristiandad busca “justificación”, es decir, “salvación para vida eterna”; el Judaísmo busca la “santificación de la vida misma”. En los pasados dos mil años, y hasta hoy día, los Judíos comprenden, de forma abstracta, la “justificación” –la salvación.; mientras que los Cristianos escasamente entienden el imperativo bíblico9 y el proceso de santificar cada momento de la vida misma.
3) Una tercera realidad que no puede ser pasada por alto, aunque no exclusiva entre las diferencias existentes entre la oración Judía y la Cristiana, reside en la proporción de oración versus la petición. Aunque ambos sistemas religiosos se basan en el concepto de la oración y en que Dios existe, oye y responde, esto es, que Él es una deidad personal, y aunque ambas religiones ejercen muchas formas de oración –peticiones-, protestas, confesiones, meditación, recolección, agradecimientos, bendiciones, adoración e intercesión – la observación empírica inevitablemente concluye que el tefillah o davening –oración Judía - es esencialmente de agradecimiento, adoración y alabanza; mientras que la oración Cristiana se centra, fundamentalmente, en la petición e intercesión-
¿Que es lo que debemos preguntar, entonces, es la naturaleza de la oración en el Nuevo Testamento? Tendemos a pensar que la oración del Padre Nuestro debería, por supuesto, establecer los estándares y servir como el bosquejo de la oración a todo lo largo del mismo. ¿Acaso esto es así? Sí, lo es. Cuando lo veamos dentro de poco más adelante. Res accendent lumina rebús , vamos a poner nuestra atención al tema que tenemos a mano, el Padre Nuestro y que todos pensamos que conocemos muy bien.
[1] Él les dijo: cuando oréis decid, Padre nuestro que estás en los cielos…” (Lucas ll:2a, Versión de Cipriano de Valera, 1865). Esta fórmula introductoria es prototípicamente Mishnáica, es decir post-Bíblica en su concepción y fraseología. Considere la oración matutina que cada Judío observante expresa antes de leer el Salmo del día dice servicio: Avinu she-ba-shamayim , “Padre nuestro que estás en los cielos, trátanos generosa y graciosamente por Tu Todopoderoso poder y maravilloso nombre por el cual somos llamados.”(Book of Prayers According to the Custom of the Spanish and Portuguese Jews, Second Edition, David de Sola Pool, Union of Sephardic Congegrations, New York, 1992, p.9)
El Padre Nuestro es estrictamente monoteísta, dirigida directamente al Padre, y no a ningún otro. Está de acuerdo con los versículos en Isaías: “Yo, YHWH, ese es Mi nombre, Mi Gloria no cedo a otro, ni Mi prez a los IDOLOS (Isaías 42:8) , y lo repite de nuevo, “”Por Mi, Por Mi lo hago ¡cómo Mi no0mbre –YHWH- sería profanado? No cederé a otro Mi Gloria”(Isaías 48:11). Aquí, en la oración del Padre Nuestro, encontramos el inefable paradigma para toda oración del Nuevo Testamento. Lo que no podemos leer allí es una oración que se dirija a Jesús, al Espíritu Santo0, o a María, o a los santos del histórico santoral Cristiano. Ni podremos encontrar soporte espiritual alguno paras la doxología perennemente popular de “Gloria sea para el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo”. Por lo menos a todo lo largo y ancho del Nuevo Testamento podremos encontrar, sin excepción alguna, que las alabanzas y gloria pertenecen exclusivamente al Padre.
Consulte, si lo desea, cualquier Concordancia Bíblica y busque la frase “Gloria de Dios”. Tal cita bien se puede encontrar en la primera epístola de Pablo a los Corintios, “…cualquier otra cosa, hacedlo para gloria de Dios”(1 Corintios 10:31b) De igual forma, si deseamos localizar, todos y cada uno de los ejemplos de oración en el Nuevo Testamento, lo que sólo necesitamos es consultar unja Concordancia Bíblica y buscar la entrada que corresponda, ya sea “Padre” o “Abba Padre”. Sin duda ni desviación alguna, toda oración se dirige en forma absoluta y exclusiva al Padre. Hacer algo totalmente diferente nos confronta a hacer caso omiso de las palabras del profeta de Dios, Isaías, cuando dice, “…¿cómo Mi nombre sería profanado? No cederé a otro Mi Gloria.”(Isaías 48:11b). Jesús, sus discípulos, Pablo y la Antigua Iglesia Judía debieron decir, todos ellos, “Gracias, Padre” y no ninguna otra frase equivalente. Pero no confíe sólo en mi palabra, escrute diligentemente las Escrituras por usted mismo
[2] “Santificado sea Tu nombre”( Mateo 6:9b) De nuevo notamos que el único énfasis que se hace es sobre el nombre de Dios. Nos encontramos la oración Aramea Qaddish , con la que se completa éste tema: Yitgaddal ve-yitqddash shemethh rabba, es decir, “Exaltado y santificado sea el gran nombre de Dios”(Book of Prayers, ibid, p.18).
[3] “Venga tu reino”(Mateo 6:10ª) se refiere a i Basileia toú Theoú , todo un mundo lleno de compasión y conocimiento del Señor, como bien está escrito, “…porque la tierra estará llena del conocimiento de YHWH, como cubren las aguas el mar.”(Isaías 11:9b)
[4] “Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”(Mateo 6:10b). A todo lo largo de los dos mil años de historia Cristiana, éste versículo se ha aplicado vergonzosamente muy mal. Muy a menudo éste texto se ha usado como una excusa para explotar y oprimir al común de la gente, ya que se razona que si el obispo de Roma, el Papa, fuese en realidad el Vicario de Cristo, entonces la voluntad de Roma y del “Príncipe de la Iglesia” debería estar en un total de acuerdo con la lectura doctrinal de éste versículo y, por ende, ser obedecido. Sólo lo temporal, es decir, los príncipes seculares y reyes han tenido la arrogancia de desafiar ésta doctrina. Sin embargo, y en verdad, la frase “voluntad de Dios” en el griego Koine, lo thelima toú Theoú, es una expresión idiomática que, de nuevo, se refiere a la observancia práctica de los preceptos ordenados por Dios. Aquí Jesús está enseñando que, así como en los cielos se obedecen los mandamientos de Dios, así, de igual forma, el género humano debiera obedecer esos mandatos del Señor y Dios.

[5]”Dadnos el pan de cada día”(Mateo 6:11ª) Una petición por excelencia, sí, y una petición moderada con un precedente bíblico. En toda oración petitoria la suposición subyacente es la de que Dios puede invertir las circunstancias prevalecientes. Un antídoto para los excesos de esta suposición nos es dado en Deuteronomio, “No tentarás al Señor tu Dios” (Deuteronomio. 6:16, Mateo 4:7) referenciados por Jesús es la tentación que siguió a su bautismo, en donde su reacción, a la diabólica invitación de convertir piedras en panes bien, nos sirve como el comentario al versículo en referencia: “No sólo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”, que subraya nuevamente la conducta que se debe tener en la cotidianidad de la vida, de acuerdo a los preceptos del Señor Dios(Mateo 4:4 , Deuteronomio 8:3).

[6]” La versión que leemos en Lucas es mucho más fácil de entender, “Y perdónanos nuestros pecados”(Lucas ll:4ª) El perdón de los pecados fue condicional al volvernos de hacer el mal para hacer el bien. “Venid, hijos, oídme, el temor hacia YHWH voy a enseñaros, ¿Quien es el hombre que apetece la vida, deseoso de días para gozar de bienes? Guarda del mal tu lengua, tus labios de decir mentira; apártate del mal y obra el bien, busca la paz y anda tras ella”(Salmos 34:12-14). Este cambio de dirección, llamado en Hebreo teshuvah, es el concepto que se traduce como “arrepentimiento”. Juan bautizó paras la remisión de pecados, pero sólo después que la persona hubiese decidido cambiar de una vida de autosatisfacción a otra nueva de propósito centrada en el altruismo. Mucho antes de Juan la dinámica del “cambio de dirección”, es decir del arrepentimiento, había sido siempre el prerrequisito para el perdón de los pecados, como bien podemos leer enseguida, en la dedicación ofrecida por Salomón al inaugurar el Primer Templo, “…si oran en éste lugar y alaban Tu Nombre y se convierten de su pecado porque los humillaste, escuiha Tu desde los cielos y perdona el pecado de Tu siervo0 y de Tu pueblo Israel, pues les enseñarán el camino bueno por el que deberán andar…”(1 Reyes 8:35b-36b). Y también como David, el padre de Salomón, escribió en Salmos 51:17, “El sacrificio a Dios es un espíritu contrito; un corazón contrito y humillado, oh Dios, que no lo desprecias.”
Mucho antes de Juan, y de su bautismo, para la remisión de los pecados se necesitaba de un sincero arrepentimiento, la puerta de oro para poder obtener el perdón de los pecados. Juan no innovó nada: su bautismo sólo fue el símbolo externo de una profunda transformación producida por el arrepentimiento. Es, pues, la súplica, el arrepentimiento y la re dedicación de saber hacer la voluntad del Señor Dios que abre los portales divinos del perdón, como bien Salomón lo concluye en su oración inaugural, “Que YHWH, nuestro Dios, esté con nosotros como estuvo con nuestros padres, que no nos abandone ni nos rechace…para que todos los pueblos de la tierra sepan que YHWH es Dios y no hay otro, y vuestros corazones estén enteramente con YHWH,, nuestro Dios, para caminar según Sus decretos y para guardar Sus mandamientos como hoy”(1 Reyes 8:57,60-61).

[7]”Así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”(Mateo 6:12b) Una palabra de claridad es necesario aquí en nuestra discusión, ya que el concepto de “pecado” ha sido inadecuadamente entendido por la gran mayoría de los Cristianos. A los Judíos observantes de la Torah Pablo pone el dedo en la llaga cuando explicaba a los gentiles lectores que “no se impura pecado cuando no hay Ley, Torah”(Romanos 5:13b). Realmente es muy simple.. Véalo de ésta forma. Existe una relación externa, pacto, entre Dios y Su pueblo Israel. Los términos de tal convenio son los mandamientos. Y un quebrantamiento del contrato, en cualquiera de sus términos, constituye pecado. Los gentiles no forman parte de éste pacto eterno y, por lo tanto, no pueden estar quebrantando ninguno de los términos del mismo, es decir, “no se imputa pecado cuando no se guarda la Torah”. Cuando el Cristianismo Helenizado adoptó una política autonómica, vale decir, una contradicción entre dos de los preceptos legales divinos, también perdió el modelo con el cual poder medir esta brecha del contrato, de poder evaluar lo que es pecado. Los escolásticos medievales vanamente trataron de compensar ésta pérdida y se enfocaron su atención en aquéllos aspectos de la personalidad que son de los más humanos, y por ende forjaron toda una interminable lista de “siete pecvados capitales”. Son ellos, en realidad, un pobre reemplazo de los términos originales de la relación que debe existir entre Dios y Su pueblo Israel. El hecho del asunto es que “no se imputa pecado cuando no hay Torah”, y es por ello que los Gentiles no tienen partido alguno en el Pacto. Es así cómo los Gentiles no pueden quebrantar un pacto en el cual no parte; digámoslo muy claramente, los Gentiles son libres de pecar hasta tanto no traigan sobre si el “ol ha-shamáyim”, el “yugo de los cielos”, como bien Pablo lo manifiesta cuando dice, “…porque donde no hay Ley, Torah, no hay
trasgresión”(Romanos 4:15b). Más aún, aparentemente Dios no impone conversión formal al Judaísmo para con los Gentiles para que lleguen a tener una relación con Él, como tampoco es creer o tener una clase de creencia de todas Sus enseñanzas. Consulte usted la inalterable Palabra de Dios escrita por Su profetas Isaías, “Dichoso el mortal que tal haga, el hombre que persevere en ello, guardándose de profanar el Sábado, guardando su mano de hacer nada malo. Que el extranjero que se adhiera a YHWH no diga: •De cierto que YHWH me separará de Su pueblo…En cuanto a los extranjeros adheridos a YHWH para Su ministerio, para amar el nombre de YHWH, y para ser sus siervos, a todo aquél que guarda el Sábado sin profanarlo y a los que se mantienen firmes en Mi Alianza, Yo les traeré a Mi monte santo y los alegraré en Mi Casa de oración. Sus holocaustos y sacrificios serán gratos sobre Mi altar. Porque Mi Casa será llamada Casa de oración para todos los pueblos”(Isaías 56:2-3ª, 6-7).. Lo anterior suena como un anteproyecto o bosquejo de la venidera Restauración¡ El Señor Dios que reunió a los proscritos de Israel di9jo, “A los ya reunidos todavía añadiré otros a él, a Israel”(Isaías 56:8). Vemos aquí, con claridad meridiana, que no existe ningún formato de conversión al Judaísmo, sino que se guarde el Sábado, que se aferren a tener una relación con Dios –de hijo a Padre-, al Pacto, a la Torah, y que identifiquen al hijo del extranjero que se ha unido al Señor Dios. ¿No es todo esto la Restauración en toda su esencia?
Sin embargo existen dos clases diferentes de transgresiones en cuestión. La primera se relaciona sólo a la observancia práctica de la Torah por parte del pueblo Judío. La segunda se puede entender mejor como la brecha existente en el pacto no manifiesto en el Contrato Social. Se trata, esencialmente, de la carencia de misericordia o generosidad en ls relaciones interpersonales. La primera, reservada exclusivamente para el pueblo Judío, viene a ser un pecado contra Dios. La segunda, de aplicación universal, es pecado en contra de nuestro semejante. En la “halakhah” o Jurisprudencia Judía, están claramente bien delineados como aquellos “beyn adam la-Maqom”, entre el hombre y Dios, y aquéllos “beyn adam le-averó”, entre el hombre y su semejante. Cuando Jefté, el Galileo, envió mensajeros al rey de los hijos de Amón, protestó así, “Yo no te he ofendido; eres tú el que portas mal conmigo si me atacas.” (Jueces 11:27) Aquí Jefté se está refiriendo a un supuesto y tácito quebrantamiento del Contrato Social.
Ningún sacrificio sobre el altar podrá servir de expiación ésta segunda clase de pecado. Sólo una total restitución a la parte ofendida podrá hacer eso. No ningún ritual expiatorio, sino una enmienda seria el remedio. Es el contexto que Pablo enuncia: “todos pecaron y están privados de la gloria de Dios”(Romanos 3:23).
Aún, hoy día, de acuerdo a la “halakhah”, y antes de cada Yom Kippur , un Judío esta obligado a buscar a ese alguien que haya ofendido paras manifestarle su ofensa cometida, ofrecerle restitución, y solicitarle su perdón Es sólo entonces cuando él puede presentarse ante el ha-Qadosh barukh-Hu, al Altísimo, bendito sea Él, y solicitar expiación. Si la parte ofendida no perdona totalmente la deuda y al deudor. Él mismo traerá sobre sus propios hombros el pecado; lo llevará sobre sí por su intransigencia. Esto es en realidad lo importante y significativo de la enseñanza de Jesús, “así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”.

[8] “Y no nos metas en tentación mas líbranos del mal”(Mateo 6:13). Compárelo con la oración Mishnáica que se recita diariamente en cada “Shaharith” o servicio de la mañana,: “Señor nuestro, Dios de nuestros padres, has posible en nosotros que caminemos según Tu voluntad en la Torah y nos apeguemos a Tus preceptos. Que no caigamos bajo el poder del pecado o de las transgresiones, oprobio o tentación. Mantennos lejos de los malos deseos, y has que nos inclinemos al deseo de hacer lo bueno. Favorécenos con la gracia, generosidad y misericordia ante Tus ojos y los ojos de los demás. Considéranos en Tu gran amor. Bendito seas Tú, Señor, quien otorgas Tu abundante amor sobre Israel.”(Book of Prayers, Ibid, pp-3-4)

[9] “Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria para siempre” (Mateo 6:13b). Aquí vemos tres asuntos, pero no una trinidad. El Reino, el Poder y la Gloria pertenecen sólo a Dios como lo podemos leer , en forma repetitiva y explícita aquí, “A ti se te ha dado a ver todo esto, para que sepas que YHWH es el verdadero Dios y que no hay otro fuera de Él,(Deuteronomio 4:35). De nuevo leemos en 1 Reyes, “…para que todos los pueblos de la tierra sepan que YHWH es Dios y que no hay otro…”(1 Reyes 8:60). Y de nuevo, “”Yo soy YHWH, no hay ningún otro; fuera de Mi ningún dios existe..”(Isaías 45:5). En verdad no existe un “Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo”, como bien Isaías lo declara de forma tácita, “que se sepa desde el sol levante hasta el poniente, que todo es por Mí y no hay otro sino Yo, Yo soy el Señor y no hay otro”(Isaías 45:6). Y para estar más seguros y ciertos volvemos a leer que, “Pues así dice YHWH, Creador de los cielos, Él, que es Dios…Yo Soy YHWH, no existe ningún otro.” (Isaías 45: 18ª y l8b).
Valha aquí la repeticón, “Volvéos a Mí y seréis slavados confines todos de la tierra: porque Yo Soy Dios, no existe ningún otro”(Isaías 45:22). ¿Qué es lo que leemos en Marcos “. “ Muy bien maestro: tienes razón al decir que Él es el único y que no hay otro fuera de Él..”(Marcos 12:32b). Y aún así, ¿qué es lo que se nos dice con respecto a la sacrosanta doctrina del Dios tri-uno? Después de todo podemos leer en 1 de Juan lo siguiente, “Pues son tres los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno”(1 Juan 5:7), Versión de Cipriano de Valera,1865). Éste versículo es, en realidad, el fundamento mismo de la doctrina trinitaria. Es el único verso en toda la Biblia que contradice a todos los demás que afirman que el Señor YHWH es Dios y que no existe ningún otro.
Lo que se tiene que decir acerca de éste versículo lo encontramos en la Encyclopedia Britannica, sin interés dogmático alguno, y es lo siguiente, “La famosa “comma Johanneum” (1 Juan 5:7 que menciona los tres testigos celestiales, Padre, Verbo y Espíritu Santo) no aparecen en los manuscritos Griegos originales antes del siglo 14, y en ningún escritor Griego antiguo…fueron editados, por primera vez, por el hereje Español Prisciliano (muerto en el 1385). Tal versículo espurio hizo su camino, de forma gradual, desde España hasta llegar a los manuscritos de la versión latina la Vulgata” (Encyclopedia Britannica, 1964, vol.13, p.102). ¿Desean ustedes que lo reitere? Pues bien, el texto prueba de la doctrina trinitaria se puede, por lo menos, trazar hasta el hereje Prisciliano del siglo cuatro , en España; doctrina que no aparece en los manuscritos Griegos antes del siglo 14 de la Era Común.
En ésta conclusión final acerca de la Disputa de Tortosa, la decisión ética, moral, le pertenece a usted sólo. Hace mucho, pero mucho tiempo atrás se escribió, “YHWH os dispersará entre los pueblos y no quedaréis más que unos pocos, en medio de las naciones adonde YHWH os lleve. Allí serviréis a dioses hechos por manos de hombre, de madera y piedra, que no ven ni oyen, ni comen ni huelen, Desde allí buscarán a YHWH tu Dios; y le encontrarás si le buscas con todo tu corazón y con toda tu alma. Cuando estés angustiado y te alcancen todas éstas palabras, AL FIN DE LOS TIEMPOS, te volverás a YHWH tu Dios y escucharás Su voz; porque YHWH tu Dios es un Dios misericordioso: no te abandonará ni te destruirá, y no se olvidará de la ALIANZA que con juramento concluyó con tus padres.”(Deuteronomio 4:27-33).
Haga usted lo que desee con éstas palabras anteriores. Es su elección moral¡ Jeremías profetizó acerca de ello, en un momento futuro las palabras siguientes, “”Oh YHWH, mi fuerza y mi refuerzo, mi refugio en día de apuro. A ti las gentes vendrán de los confines de la tierra y dirán ¡luego Mentira recibieron en herencia nuestros padres, vanidad y cosas sin provecho! (Jeremías 16:19)
Pero esto anterior no es la conclusión. Es sólo el comienzo. Es el momento, en la historia humana, en el que EWSE TRIEMPO ha llegado. Ahora veamos si puede confrontar cinco cuestiones, las que usted sólo podrá responder:
1.-Todo el dogma de la Cristiandad ¿no continúa temblando con incertidumbre ante las doctrinas del Dios Tri-uno, y ante la superficialidad de un maestro Judío muerto en la cruz bajo el cargo de sedición contra Roma?
2.-¿No sabe usted que Dios ,su padre, no cuida de las doctrinas de los hombres que definen Su inefable esencia? ¿No son todos ellos un intento del hombre en poder capturar y asir aún la Mente de Aquél quien creó la existencia en todas sus dimensiones? Dios es UNO, y Su nombre es uno.
3.-¿Acaso Dios, su Padre, no busca más bien establecer una relación de amor con todos y cada uno de Sus hijos?
4.-¿No percibe usted un profundo vacio en su propia alma, la que intuitivamente le dice que sólo se puede llenar al retornar a su propia identidad Judía, a su propio destino dentro del Gran Destino de Israel?
5.-¿No sabe usted que ya usted es un Bnei ha-Anusim ha-Sefaradim, es decir “uno de los hijos Sefardis procedentes de aquéllos que fueron forzados a renegar de su propia fe”?

Los descendientes de los Sefardíes forzados a convertirse al Cristianismo que ahora buscan reunirse con su propio destino y con el Gran Destino de Israel, son llamados a leer, metafóricamente, la antigua evocación manifiesta por Josué en la antigüedad, “Ahora, pues, temed a YHWH y servidle perfectamente, con fidelidad, apartaos de los dioses a los que sirvieron vuestros padres más allá del Rio y en Egipto y servid a YHWH. Pero si no os parece bien servir a YHWH, elegid hoy a quien habéis de servir, o a los dioses a quienes servían vuestros padres más allá del Rio, o a los dioses de los amorreos en cuyo país habitáis ahora. Yo y mi familia serviremos a YHWh.” (Josué 24:14-15)

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