C Á P
S U L A S
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Por: J.N.Robles Olarte
EL SHABBATH, UN mandato QUE NO SE DEBE DEJAR DE PRACTICAR
Adaptación y traducción de su original en
ingles, de Tom Glover, por
J.N. Robles olarte
PARTE1
¿Han mantenido las iglesias del mundo tal práctica como el Eterno nos lo
ordeno?
De todas las doctrinas que sirven para mostrar las
diferencias con respecto a las principales corrientes del cristianismo, la
observancia del Shabbath o Sábado se destaca por su excelencia. Es ésta
práctica el corazón y el centro de nuestro sistema de creencias. También es
nuestra señal externa de identificación y prueba de nuestra convicción y
fidelidad para con nuestro Eterno Creador. Hemos defendido tal verdad y
convicción valientemente contra el ataque vitriólico de la iglesia madre de
todas las iglesias del mundo. Podemos decir, con toda seguridad, que somos fieles observadores del
Shabbath y nos sentimos orgullosos de ello!
Cabe aquí la pregunta ¿realmente necesitamos algún
estudio especial sobre este asunto? Después de haber leído decenas de artículos
de la Iglesia Universal de Dios Universal (la WCG) y otras, también
“sabatarias”, es oportuno preguntarnos, ¿han entendido bien aquéllas iglesias
tan esencial doctrina? Después de estudiar, probar y demostrar, en los últimos
años, gran cantidad de material donde se defiende, y se ataca, el cumplimiento
del Shabbath, entre otras cosas el cuarto mandamiento, no podemos afirmar, con
seguridad, que se ha dicho la VERDAD sobre éste tema. Y después de todas
nuestras oraciones, ayunos, meditación y, finalmente, haber establecido que
esos campamentos “religiosos” no están familiarizados con los requisitos
Escriturales, tan claramente expuestos en la Torah, concluimos que no están
cumpliendo a cabalidad con tan esencial ordenanza!
Las Escrituras nos dicen: "Buen entendimiento tienen
todos los que practican sus mandamientos" (Salmo 111:10).
Lógicamente se deduce que, cuanto mejor guardemos Sus mandamientos, será mejor
entonces la comprensión que se tiene de ellos. En estos días son muchas las "Iglesias de Dios" , grupos
que creen están cumpliendo con Sus Mandamientos pero, su existencia fracturada
y aislacionista, sus disputas políticas, sus predicciones erróneas, y su
disminución general, revelan una marcada falta de "buen entendimiento".
Si vamos a crecer en la gracia y el conocimiento de
nuestro Creador, una buena comprensión se vuelve cada vez más difícil de
alcanzar con esas enseñanzas fraudulentas, y no podremos alcanzar el “entendimiento correcto” que Él espera,
y desea, de todos y cada uno de nosotros! Debemos resistir a esos enemigos que están en contra del
Shabbath con una resolución firme y, tal vez, deberíamos ahora reexaminar
nuestro enfoque personal y determinado, en cuanto a cómo debemos guardan el
séptimo día santo. El temor de poder ser llamados “legalistas”, no debe ser un
obstáculo, y menos, hacer que nos avergoncemos.
Las iglesias
todas, de factura humana, siempre se han resistido a elaborar una lista de “cosas
que se pueden o no hacer”, con respecto al sábado. Tal lista se sugiere
aquí en este pequeño estudio! Pero antes de ello vamos a revaluar un concepto
básico que siempre hemos entendido hasta cierto punto, pero que se ha visto
empañada por nuestras tradiciones institucionales. Nos centraremos un poco
acerca de una vieja idea que revela fuerte contraste en lo que fueron
formalmente las "zonas grises".
Demos un vistazo más de cerca a lo que los avezados observadores del sábado
sugieren que el Shabbath es una “noticia
vieja, pasada de moda y clavado en la cruz" y por ello
perseguimos nuestros propios interese en Su día Santo ni hablamos de ello como
bien nos lo recuerda Isasías 58:13.! A
continuación tal lista:
Comprar,
Vender, y servir los alimentos:
Sólo se necesita un día de ayuno para que nos demos
cuenta de lo mucho que nuestra vida se centra en la obtención de alimentos para
sobrevivir. De hecho, incluso la más mínima restricción o limitación de comer
como la de la observación de los Panes
sin Levadura, la adhesión y práctica a las leyes que se refieren a carnes
inmundas, o simplemente mantener la moderación en la dieta, sirve para
recordarnos una serie de inquietudes espirituales consignadas en la Torah, la
Ley. Tal vez esta es la razón por la que nuestro ETERNO CREADOR nos enumera que carnes comer, y cuales
no. Debiera ser algo de no extrañar que la comida sea el foco central de Su
interés por nuestro bienestar en, al menos, dos áreas principales de las
Sagradas Escrituras Hebreas, donde se expone, también, el mandamiento del
Shabbath.
Muchos de nosotros no "vamos de compras", “hacemos
diligencias bancarias”, “hacemos la
limpieza de nuestra ropa en seco”, o cualquiera de otra “diligencia mundana” en el día de reposo
(al menos, nunca nos cogerían infraganti haciéndolo). No podríamos llevar
nuestro coche a un cambio de aceite donde otros "servidores" que
efectúan esas tarea tan sucia por nosotros. Muchos ni siquiera pagarían las
facturas pendientes que llegan en el correo un día sábado, prefiriendo ocuparse
de ello en otro día. Sin embargo, debido a que el sábado es sin duda un día de
fiesta, y se pretende que sea uno de alegría, tendemos comprar algunos
alimentos y bebidas en ese día. Consideramos que si vamos fuera, a un negocio
de venta de comidas aprobado por nuestra “iglesia”, ello es correcto porque es
una parte integral de nuestra celebración. Tenemos la impresión de que es
perfectamente aceptable y “necesario”
para que la fiesta, en ese sábado, sea una delicia.
Todo lo anteriormente expuesto parece tan elemental, y
casi trivial, que discutiremos cómo obedecer el mandamiento básico que, para
muchos de nosotros, ha sido la "línea a seguir" entre un trabajo y el
desempleo, entre la paz y las relaciones familiares conflictivas, entre si nos
quedamos con nuestra iglesia o la dejamos. Todos hemos sido educados, hace
mucho tiempo, bajo los fundamentos “espirituales” de las iglesias del mundo
donde hemos crecido, pero ahora estamos en busca de cosas más “profundas” que
no son sino un llamado de la carne. Sin embargo, a causa de la “concupiscencia de la carne”, es posible
que hayamos permitido ser engañados, a terminar con esta Ley (que es pecado) y
por lo tanto, perdemos el conocimiento que proviene de una obediencia casi
infantil, y simple. Al hacerlo, es posible que nos neguemos una oferta rentable
hecha, para nosotros los humanos, por el mismo ETERNO CREADOR. Por otra parte,
si hemos estado pecando, aunque sea inadvertidamente, bien podemos ahora estar
sufriendo las consecuencias naturales, si es que no es un franco castigo por
ellos.
La gente sólo aprende lo que está dispuesta a conocer.
La mayoría de nosotros probablemente nos sentimos lo suficientemente contentos
por la vaga impresión que tenemos de que las Escrituras Hebreas, de alguna
manera, nos permite la compra de alimentos en día de reposo, y abrazamos la
exención con una supuesta impunidad. Sin embargo, si estamos dispuestos a saber
a ciencia cierta, si realmente estamos buscando una definición bíblica de cómo
santificar el día de reposo, es decir, cómo evitar profanarlo, deberíamos
considerar, como un ejemplo fundamental de la enseñanza inspirada. Este pasaje Nehemías
13:15 al 22 es tan claro como cualquier escritura puede ser, libre de
problemas de traducción difícil o modismos hebreos oscuro. Es el tipo de paso
que nos enseña a ir a la primera cuando se trata de establecer la doctrina. Es
fácil de entender, es el informe sencillo de cómo, durante los días de las
reformas de Nehemías, algunos comerciantes estaban vendiendo (y de hecho,
alguien iba a comprar) mercancía, en particular y sobre todo alimentos, en el
día de reposo. La reacción de Nehemías con respecto a ésta práctica abominable
no es de ninguna manera, un misterio o
algo vago. No existe nada en su respuesta que nos in dique que pueden
existir circunstancias atenuantes que justifiquen tal transgresión. Su censura
es rápida, segura, contundente y directa. Él , en forma clara e inequívoca,
condena tal práctica como algo mal y
profano (verso 17).
Ahora, antes de continuar, vamos a examinar
honestamente nuestra reacción ante esa declaración. Incluso. entre nosotros los
ardientes Sabatista, esa tendencia se da
porque se niegan a aceptar esta declaración tal cual es y se da con respecto a
su verdadero valor nominal. Seguramente que debe haber más en la historia de
Nehemías. Esto tuvo que ser específico en sus días y basados en el "viejo
pacto" o una “ley especial”
que sólo ellos estaban obligados guardar. Éstos deben ser versos de mitigación,
por ejemplo, en el Nuevo Testamento, que se debieran guardar. Las iglesias
siempre han permitido esta costumbre, y
de hecho animan a sus fieles a hacerlo, bajo el auspicio, quizás, de alguna de
sus autoridades eclesiales, aunque nos obstante las Escrituras Hebreas mismas declaren todo lo contrario.
Algunos podrían decir: "No hay
manera de salir a cenar en la noche del viernes después de una dura semana, o
recoger un café en camino a los servicios, o
comprar un sencillo cono de helado en una cálida tarde de sábado porque
es malo o profano!” es mal o profano!"
Aquí mismo, en esta clase de conclusiones, si no
tenemos cuidado, es donde la comunicación puede romper con el crecimiento en el
conocimiento (intercambio de ideas) que, sin duda alguna, se puede atrofiar. A
partir de este punto, el resto de este estudio probablemente puede que sea
visto desde una postura defensiva, si no se leen en absoluto, y el autor es
considerado como un fanático farisaico. Sin embargo, ¿cuál es el punto
verdadero en el estudio de las Escrituras Hebreas, si es que no estamos
dispuestos a considerar lo que aún no se cree es la verdad? ¿Qué provecho hay
en "escudriñar las Escrituras",
si no se está buscando algo que no se tiene? Tenga por seguro que la intención
no es echar a perder nuestras tradiciones con respecto al Shabbath o el montón
de cargas que tienen acumulados nuestros “días de regocijo”. Aquí no se presume
nada que pueda usurpar la autoridad que administra autoridad o corrección sino
que, simplemente, apuntamos a llegar a un posible punto ciego que bien pudo
haber obstaculizado nuestra correcta comprensión general.
Continuando, pues, en Nehemías, encontramos un ejemplo
antiguo de una técnica moderna para frustrar la “naturaleza humana”, cual es la legislación moral inherente Las
órdenes dadas por Nehemías de cerrar las puertas de la ciudad, desde el
anochecer hasta el próximo, durante el Shabbath, la de asignar guardas para
prevenir el tráfico de mercancías. (Verso 19), el de amenazar en prodigar
castigo corporal a los vendedores rezagados que daban vueltos por allí para
vender sus mercancías fuera de la ciudad (versos 20, 21), y el de establecer
como guardias a sacerdotes en día reposo como un recordatorio simbólico de ”no comprar ni vender”, es decir NO
hacer negocio alguno, es y fue correcto, todo dentro de la Ley, de la Torah
(verso 22). Fin de ésta historia en
particular!
¿Pudo haber algo, en las Escrituras de la Antigua
Israel, ser escrito para nuestro
ejemplo, más sencillo que esto? Un inspirado estudiante de las Escrituras bien
puede encontrarse con un doble significado en ésta historia en particular.
Algunos erudito bien podrían ser capaces de encontrar repiques de matices
esotéricos hebreos y encontrar, allí, algo de profundo significado profético.
Sin embargo, el significado primario, lo superior, parece ser tan claro como es
posible, el ejemplo de un libro de las Sagradas Escrituras que se interpreta a
si mismo. ¡Comprar y vender en día de reposo es profanarlo¿ Así de sencillo!
Sin embargo, como se mencionó con antelación, existen
argumentos que pueden ser postulados para negar esta instructiva historia. De
hecho, la mayoría de los miembros de la Iglesia Universal de Dios basan sus
observancias del Shabbath en las objeciones ya citadas. Es verdaderamente increíble
el grado al que pueden llegar los seres humanas cuando racionalizan sobre los
principios consignados en las Escrituras Hebreao en que los seres humanos se
atreven racionalizar. Ahora, vamos a examinar de cerca estos argumentos y
determinar si realmente hay alguna insuficiencia legítima a través de nuestras
propias tradiciones que puedan surgir como justificadas.
¿Fueron
solo las instrucciones de Nehemías validas en su tiempo histórico?
El breve resumen de los tiempos de Nehemías es
suficiente para nuestros propósitos. A los Judíos se les había permitido
regresar del exilio, reconstruir la ciudad de Jerusalén, y volver a dedicarse y
seguir las Leyes recién “descubiertas” de su Eterno Creador. (Es notable el
paralelismo cuando descubrimos la verdad). Pero Nehemías, reconociendo las
tendencias rebeldes de su pueblo, y el deseo de asegurar el éxito en esa incipiente nación, y
comprometido en una alianza legítima, se compromete en una alianza que reitera
la obediencia a esa Ley, y esboza algunos detalles en áreas que necesitaban una
atención especial, la de enseñarles la NO compra, o venta, en día de Shabbath.
Nehemías 10:31.-“"Si los pueblos de La Tierra
traen mercadería o comida para vender en Shabbat,
no compraremos de ellos en Shabbat ni
en un día Kadosh (Santo). No plantaremos nuestros campos en el séptimo año, ni
cobraremos nuestras deudas entonces.
Ahora, con estas palabras leídas, podemos concluir que
era aceptable entre los Judíos comprar y vender entre sí en el día de reposo,
siempre y cuando no hacer negocios con los extranjeros! Como es bien conocido,
el comentarista de radio Rush Limbaugh solía decir: "Vamos a demostrar lo absurdo con lo que es absurdo". El
paralelismo con nuestra época sería, entonces, perfectamente adecuado para los
miembros de las iglesias actuales que hacen negocios, compran y venden, en el
día Shabbath entre ellos, pero no con el mundo exterior en general. Ridículo!
Grotesco!
Más plausible sería, tal vez, concluir que la noción
sobre el "mal" cometido por el pueblo que Nehemías condena en el
capítulo 13, verso 17, es que se rompía de forma manifiesta con lo descrito en
el capítulo 10, lo cual era más que un pacto especial para ellos, el poder
llegar a ser una especie de maestro de escuela ayudándoles a obedecer la Ley del
Creador en ese preciso momento histórico. Sin embargo, esto no puede ser toda
la verdad. El aviso completo que Nehemías quería comunicar fue el de:
"¿Qué mala cosa es ésta que ustedes está haciendo, profanando el día de
reposo. Esto es justamente lo que sus antepasados han estado haciendo, y por ello es que el
Eterno Creador ha traído todo este infortunio a ésta ciudad..." (Nehemías 13:17-18) Sus antepasados también habían
hecho lo malo y profanaron el Shabbath, de la misma forma! Sus antepasados no tuvieron nada
que ver con este convenio, recientemente ratificado en el capítulo 10, un
acuerdo que incluía ahora sólo a los contemporáneos de Nehemías! Estos
antepasados tuvieron que ser aquella generación anterior, los de la "mala
suerte" [la cautividad de setenta años en Babilonia] que cayó sobre su
ciudad, sobre Jerusalém Entonces, ¿qué hacer por lo que sus antepasados fueron tan malos y profanos? Era lo mismo
que la generación de Nehemías estaba haciendo, comerciaban, hacían negocios,
pasaban dinero y compraban comida y utensilios, de otros, en el día de reposo.
Cocinar,
Hornear y Hervir:
Como ya se mencionó anteriormente, una de las más
básicas necesidades humanas, como es la
de comer, la utiliza nuestro Creador para demostrarnos importantes principios
espirituales. La conocida historia del maná en Éxodo 16 será, de inmediato,
familiar. No necesitamos hacer ensayo alguno de los principios
elementales de nuestra creencia sabataria que nos proporciona éste capítulo.
Todos estarán de total acuerdo que, por ejemplo, este pasaje nos señala que la
observancia del Shabbath ha sido parte de la Gran Ley Espiritual desde su misma
creación. Mas sin embargo, se observará que el tema de la adquisición de
alimentos es esencial en este tema. Incrustado en el corazón de esta historia
encontramos una simple referencia con respecto a la cocina, que ha crecido
hasta convertirse en una gran cantidad de diferentes opiniones en cuanto a que
lo que es un nivel aceptable de esfuerzo en la preparación o la obtención de
los alimentos en el día de reposo. El versículo 23, de Éxodo 16, parece decir
que toda labor en la cocina cocina, por ejemplo horneado y cocción, se debe
hacer en el día anterior y evitar hacerlo en Shabbath. (Uno podría suponer que
asar, freír, tostar, hervir, o cocinar en el microondas también se
restringiría, o que este requerimiento supone que podría evadirse facilmente).
Añádase a esto las prohibiciones erróneamente aplicadas contra la recolección
de leña en esa época (Número 15:32),
y encender fuego (Éxodo 35:3), y
este punto de vista parece bien sustentado. Nuestra interpretación, entonces,
ha sido que el versículo 23 debe referirse sólo a las “labores pesadas" en
la cocina. El escenario ideal, como enseñan las iglesias del mundo, será
familiar para la mayoría. Suntuosas comidas para la familia y los amigos son
una parte integral del regocijo sabatino, una actividad que es altamente
recomendable. Por supuesto, una cuidadosa planificación y preparación son
necesarias para evitar demasiado trabajo. Las guías no oficiales son para que
se hagan las compras; y la mayoría de la cocción pesada para el día viernes,
presumiblemente dejando sólo lo de la de la cocción y los preparativos finales,
para que se lleven a cabo después de la puesta del sol.
La intención fue siempre correcta y buena y, en un
mundo perfecto, sería sin objeción alguna, y ser una mejor y más preferida
costumbre, cenar en Sabbath. Pero, como
todos los que han tratado de hacerlo, y de ello pueden dar fe, no está exento
de pequeñas dificultades persistentes. Justo ¿cuando la cocina se vuelve
"pesada"? ¿En qué punto nuestros huéspedes deciden que lo que estamos
haciendo es pesado? ¿Cuánto trabajo se puede hacer con anticipación y aún así
poder dar una comida recién preparada? Además ¿qué pasa con la limpieza?
Ciertamente, muchos esposos sienten que cualquier participación en esta área
sería "romper" con el Shabbath. Añada a esto el hecho de que la
mayoría de la gente, hoy en día, se van los límites de su tiempo. Tenemos casas
ocupadas, donde la mayoría de los miembros de la familia están en el trabajo, o
en la escuela, toda la semana. Luego hay un sinfín de tareas y recados que
dejan muy poco o ninguno tiempo de
“preparación” en un típico viernes. El sábado esta sobre nosotros antes que nos
demos cuenta, y el atractivo de ir sólo a comer y disfrutar de los frutos de la
labor de otras personas es muy fuerte.
Sin embargo, una lectura cuidadosa de Éxodo 16 puede
aliviar nuestra aprehensión. El Eterno aquí, como en Nehemías, hace uso la adquisición de alimentos, no su
preparación, para demostrar la observancia del sábado. En cierto sentido, hizo un
trato con el pueblo de Israel. Si quieren salir a recoger maná, lo harán solo
seis días a la semana, Él proveería maná suficiente para el séptimo día. Para
decirlo en otras palabras, los israelitas debían trabajar y hacer todos su
labores en seis días (Éxodo 20:9).
Esa era su parte del trato. No podían acaparar alimentos para pasar un día de
trabajo porque el maná se pudría en la mañana. Además, si deciden trabajar
(hacer negocios) en el séptimo día, su esfuerzo sería en vano, y eventualmente
traer la correspondiente desaprobación divina. Si ellos hacían su parte, el
Eterno no sólo les proporcionaría comida todos los días, sino que les permitiría reunir el doble en el sexto día,
acabando así con el asunto del día.
El versículo 23 es la explicación de la última parte
del trato. En él se describe qué hacer con la doble porción que un israelita
tendría a su disposición el día viernes. Esta es la forma en la que estaría
condicionada el guardar el séptimo día santo. Tenían que aprender de esto, y no
sólo qué día era el número siete, (que bien podría haberse aprendido por un
conteo simple), sino también cómo evitar
profanarlo.
Fuere lo que
fuere el Maná, aparentemente tenía que ser cocinado o preparado de alguna
manera antes de ser consumido. Tenga en cuenta que las instrucciones
específicas que el Eterno dio al pueblo de Israel, por intermedio de Moisés,
con respecto a la doble porción que habrían de recoger el día Viernes:”” 16 Aquí está lo que YAHWEH ha ordenado: cada hombre debe recoger de acuerdo a su
apetito – cada uno cogerá un omer [dos cuartos] por persona para cada uno en su
tienda." 17 El pueblo de Israel hizo esto. Algunos recogieron más, algunos
menos; 18 pero cuando lo pusieron en la medida del omer, los que recogieron más no tuvieron exceso; los que
recogieron poco no les faltó; no obstante cada persona había recogido de
acuerdo a su apetito '"(Éxodo 16:16-18)
El CREADOR se encargaría de que esta porción
extra de Maná no se pudriera durante la noche demostrando, gráficamente, que
ese día era Shabbath y que, al igual que el
Maná dado. se habrían de considerar “santos”, apartados para un
propósito especial. Una vez que la mañana, la parte diurna del Shabbath había
aflorado, el pueblo pudo ver y constatar que la porción del santificado
“Maná” se había conservado sano y estaba
apto para ser preparado y consumido.
En absoluto, no hay restricciones aquí de cómo
cocinarlo. En efecto, todo lo contrario es evidente. No existe indicio alguno
de que los israelitas hubiesen de comerse el maná, en la forma como lo
recogieron, ese día santo. Solo tenían
que recoger una porción doble, en el sexto día, hornearlo y hervirlo y comerlo
ese día, y "santificar" el resto. Luego, al día siguiente, el
Shabbath, podían cocer o hervir y comer, a sus anchas, esa porción
milagrosamente conservada por acción del Eterno Creador. Esto tampoco es como para sugerir que lo pesado de la
labor de cocerlo no se considere trabajo.. No debemos esperar que una ama de
casa, por ejemplo, que cocina durante toda la semana, preparase con alegría una
gran cena en día de reposo, porque debemos descansar, también, de las intensas
labores domésticas. Sin embargo, el punto es que este versículo no prohibe que
se cocine o prepare toda la comida del Shabbath. Los israelitas vivieron
esencialmente acampados en el desierto. Por otra parte, como cualquiera que
haya acampado, sabe que es necesario hacer una cierta cantidad inevitable de
"trabajo" para satisfacer las necesidades básicas de supervivencia e
higiene. Sin embargo La Ley del Shabbath, la de descansar, es una de
obligatoriedad ya sea cuando se cocine o haga labores caseras, o se comercie
algo o, como en este caso en particular, se gaste energías para recoger el
maná.
El quid del asunto es este. El pueblo elegido fue
señalado para que hiciera algo muy diferente a lo que estaban acostumbrados a
hacer – uno muy diferente del que el resto del mundo ha estado haciendo y aún
hace hoy día. No fueron creados para que gastaran su tiempo y energía en la
consecución de alimentos en día de Shabbath.
Al igual que los Judíos, en los tiempos de Nehemías, no iban a gastar su
tiempo y energía en la adquisición de alimentos en el día Shabbath o Sábado.
Una vez más, y sin duda alguna, hay implicaciones
simbólicas en el ejemplo de la recolección del Maná que pueden enseñarnos
grandes lecciones espirituales. Pero, también, nunca se podría decir que lo
espiritual anula lo físico. Nunca se podrá decir que se pueda mantener el
espíritu de la ley sin guardar la letra de la Ley. Recuerde, somos nosotros los
que debemos defender el guardar el mandamiento del Shabbath de aquéllos que
usan su lógica muy personal para acabar con tal práctica, además de ser un
mandato de nuestro Eterno y Creador.
EL SHABBATH, UN mandato QUE NO SE DEBE DEJAR DE PRACTICAR
Adaptación y traducción de su original en
ingles, de Tom Glover, por
J.N. Robles olarte
PARTE 2
Contratación de empleados o servidores:
Si nuestro Creador no nos hubiera dotado con mentes
racionales y lógicas, capaces de ver nuestra propia locura seríamos, de todas
las criaturas, la más miserables. Sin embargo, es precisamente nuestra
capacidad para racionalizar, que hace que nuestra locura humana se manifieste
en primer lugar.
Recuerde que
cuando escuchó, por primera vez, acerca de la genial Ley Eterna, pensó en el
momento en el que estaríamos dispuestos a hacer los cambios necesarios para
cumplir con el verdadero Camino de Vida expuesto por nuestro Creador. Unas de
las primeras preguntas que, quizás, pudo mantener sus ojos bien abiertos como
los de un niño, cuando recién convertido a las enseñanzas de su iglesia,
debieron ser con respecto a los camareros que servían en el restaurante ese día
festivo del Eterno. "¿No son ellos, los sirvientes, como nuestros? ¿Está
bien pagarles para que nos sirvan en el día de reposo?" Preguntas
razonables, dadas las instrucciones bastante explícitas con respecto al Cuarto
Mandamiento. La respuesta de los “más
maduros” que nosotros, por supuesto, fue la de "No hay problema, porque ellos son los siervos del dueño del
restaurante”.¡ o la de “ellos no son nuestros "servidores"
como lo describe el cuarto mandamiento, son empleados del propietario del
negocio y están trabajando independientemente de si nosotros comemos aquí o no”
descrita en el cuarto mandamiento. Ellos son empleados del propietario del
restaurante. El Creador no nos hace
responsables por su trabajo en Sábado.” Obviamente que tales escusas no son
válidos ante el tenor de la letra que dice, “8 Recuerda el día Shabbat, para apartarlo para Elohim. 9 Tienes seis días para
laborar y hacer todo tu trabajo, 10 pero el séptimo día es Shabbat para YAHWEH tu Elohim. En él, no harás ninguna clase de trabajo –
ni tú, tu hijo o tu hija, ni tu esclavo o tu esclava, ni tus animales de cría,
y ni el extranjero viviendo contigo dentro de las puertas de tu propiedad. 11
Porque en seis días el ETERNO hizo el cielo y la
tierra, el mar y todo en ellos;…”(Éxodo 20:8,9.10,11).
Ningún capítulo, ningún versículo, lo avala, sólo el
razonamiento humano! Si somos honestos con nosotros mismos, admitiremos que
esta fue la política oficial de las Iglesias del mundo, proclamada por sus
propias autoridades, y porque ellas fueron, y son, un agradable pasatiempo de fácil acceso para
ejercer “su propia autoridad”, una
arbitrariamente ejercida en oposición a la expresada y ordenada por el Creador
del cosmos y sus universos…para engañarnos!
Además, si necesitamos más hechos convincentes para
reforzar los argumentos anteriores, se podría decir que han existido siempre
compañías eléctrica locales. Y es por ello que argumentan: "Todos usan electricidad el día sábado; y alguien tiene que trabajar
ese día para hacer que la energía sea posible, y se va a trabajar” . Seamos
claros al respecto, el Eterno no espera que seamos Judíos para que guardemos o
no el Shabbath, porque el mismo es un Mandamiento para todo el género humano, queramos o no!
Si nuestra forma de pensar hubiese estado centrado en
la observancia del Sábado, como se ha hecho recientemente en defensa del propio
sábado, podríamos haber contrarrestado estas afirmaciones con fundamentos
igualmente lógicos. No, no podemos controlar si un restaurante trabaja el
Sábado, pero si podemos controlar si
pagamos para que nos sirva, es decir, los contratamos, aunque sea de
forma indirecta. Y no, no podemos controlar la programación y cambio en la
empresa eléctrica. Pero tenemos nuestro servicio de energía, ya sea de fluido
eléctrico o gas. La red eléctricas y de gases es una enorme máquina industrial
automatizada, tecnológicamente maravillosa. Es la maquinaria que realmente nos
sirve, al igual que nuestro automóvil o el de un horno casero. Y así como el
automóvil y el horno necesitan mantenimiento y reparación, también lo necesitan
las redes eléctricas y de gas. No podemos controlar cómo y cuándo tales redes
de energía, que nos prestan un servicio, es atendida.. Sin embargo, las
compañías eléctricas y de gas nos cargan el costo de sus servicios, y los
pagamos en uno que no sea Sábado.
Sin embargo, y de todos modos, todo esto junto, hace
el punto! En esta miasma del
razonamiento humano, la deducción “lógica”
y la “justificación” intelectual, hemos perdido de vista el tema en cuestión.
El problema no es definir quién es nuestro sirviente . El problema es si
estamos comprando, o no, “algo” en día de Shabbath! Al solicitar un servicio
cualquiera en Shabbath, hablamos de tarifas, de precios, y de condiciones de
pago. Cuando pagamos nuestras facturas, estamos culminando el proceso ese día.
Lo mismo sucede cuando vamos a comprar alimentos, o vamos a una tienda de
abarrotes, o a un local callejero, o solicitamos los servicios de un repartidor
de pizzas….estamos haciendo “un negocio” ese día de Shabbath.
Es difícil
aquí, ver la diferencia de la situación existente en los días de Nehemías. No recordamos que
Nehemías haya dicho: "Estos comerciantes están vendiendo su
comida en el Sábado, así que el Eterno, de todos modos, no nos hará
responsables en participar de sus servicios en tal día de reposo”." No, nno lo dijo ni lo pensó, y
no podemos traerlo de vuelta para que nos lo explicque con más claridad. Es una
pena¡
Desgrane de maíz y compra de especias:
Si pasamos, ahora, al Nuevo Testamento veremos y
constataremos, que en ningún verso de él, encontraremos la enseñanza de que
estemos liberados de la “opresión de la
vieja Ley”, puesto que la Torah fue instituida por nuestro creador “para siempre, para toda una eternidad”. Con
plena seguridad podemos afirmar que el Nuevo Testamento no es inspirado por el
Eterno Creador. Desgraciadamente, para
muchos, no encontraremos un verso clave, o un ejemplo que, finalmente, nos
libere de la ya mencionada “opresión de la vieja Ley”. Vienen, de inmediato, a
la mente los muchos versos que apoyan la validez absoluta y la fuerza
obligatoria de guardar el Shabbath, echando a un lado los posibles ejemplos que
apacigüen o disminuya la dispensación cristiana generalizada de guardar el
Cuarto Mandamiento.
El punto más obvio que debe atraer nuestra atención es
el hecho de que no hay, absolutamente, mandato alguno de parte de nuestro
Creador que nos permita comprar o vender ningún tipo de alimentos, como tampoco
ni el más mínimo indicio de que se pueda hacer una transacción comercial!
Quienquiera que fuesen los fariseos mencionados en el Nuevo Testamento, éstos
estaban condenando a los discípulos del Hombre de Galilea, Jesús, por estar
haciendo en Shabbath, lo que no debían..
Si somos honestos con las Sagradas Escrituras Hebreas, tenemos que
admitir que la autoridad bíblica para comprar y vender en el día de reposo nos
sigue eludiendo. Vemos que no hay nada en el Nuevo Testamento, explícito o
implícito, que anule la instrucción clara, básica y sin ambigüedades que se nos
da en las Escrituras como Éxodo 20, Nehemías 13, e Isaías 58.
Cualquier actividad comercial es una blasfemia contra
el Creador:
Trabajar para ganar dinero, y gastar ese dinero, son
las dos caras de la misma moneda dentro de cualquier actividad comercial. No
hay negocio alguno sin ninguna de las dos actividades. Un vendedor dijo en una
oportunidad que: "Nada sucede hasta
que algo se vende". Si no se compra algo, no pasa nada - no hay
trabajo! Y eso es exactamente lo que se supone que debe suceder en el día de
reposo - no debe haber nada, ningún trabajo, ni de tu siervo, ni de tu bestia, de acuerdo con el
Cuarto Mandamiento.
Tendemos a pensar de las persona, empleados sólo por
los ricos para que cocinen sus alimentos, conduzcan sus coches, atiendan y
respondan cuando toquen sus puertas, etc., son los siervos. No, no es así,
todos somos siervos. Si usted trabaja para alguien, o trabaja por su cuenta, se
aplica la ecuación del servidor. O si está vendiendo un producto, o un servicio
o, como la mayoría de nosotros hacemos, vendemos nuestro tiempo para una labor
determinada somos venta de su tiempo y
trabajo, así como un siervo hace por dinero. Al gastar ese dinero, sin duda alguna,
siervos. En esencia, usted paga a ese otro siervo - su servidor - por el
trabajo que le ha efectuado, o el producto que le ha vendido. O, también, puede
ser el siervo y el servidor, al mismo tiempo! Es, como dice la expresión
popular, la actividad que hace que el mundo gire.. Es la carrera de las ratas.
Es lo que la mayoría de nosotros hacemos en la mayor parte de nuestras horas de
vigilia. Es lo que hace que un día sea igual que otro día - consuetudinario,
común, ordinario. Y se supone que todos debemos parar nuestras actividades por
veinticuatro horas, cada semana.
Seis días nos asignó el ETERNO CREADOR para nuestras
labores comunes y ordinarias. El Shabbath fue apartado -hecho santo- de los
otros seis días, para fuese especial, y se mantuviese en vigencia el
mandamiento del reposo, como el Eterno lo dispuso. Los Judíos, en los días de Nehemías, no lo
estaban santificando. Dejaron de guardarlo y cayeron en la desidia común de
hacer labor cualquier día, fuese cual fuera.. Y así es como ellos lo profanaron
– por estar atendiendo sus propios
asuntos.
La oferta que no debemos negarnos :
Isaías 58:13 -14 es uno de los pasajes más conocidos
y muy citado en cuanto al Shabbath y, en particular, su correcta observancia.
Observe cómo esto, en realidad, es un contrato que se contrae entre el Creador
y el observante del Shabbath, en solo dos versos. En el verso 13, se proponen
las condiciones, y en el versículo 14, se ofrecen las bendiciones - una causa
clásica y el escenario de su efecto por
la obediencia. Veamos a continuación lo
que rezan los dos verso:
"13.Si retraes tu pie en el Shabbat, de perseguir y hacer tus
propios intereses en Mi día Kadosh (Santo); si llamas el Shabbat una
delicia, el día Kadosh (Santo)
del ETERNO CREADOR digno de honrar; entonces lo honras no haciendo tus
cosas usuales, ni persigues tus
intereses ni hablando de ellos.
14 Si lo haces, encontrarás delicia en el ETERNO tu
CREADOR; y Yo te haré montar
sobre las alturas de la tierra y
te alimentaré con la herencia de tu padre Yaakov, porque la boca del CREADOR ha hablado."
El logro de un negocio es cuando un comprador y un
vendedor están de acuerdo en el precio a pagar por un servicio o producto. En
otros tiempos y otras culturas, puede que se tome tomado un tiempo considerable
y muchas "palabras vanas" antes de llegar a tal acuerdo. El “regateo” sigue siendo algo que hacemos
hoy día en nuestras negociaciones. Sin embargo, en nuestro sistema económico
racional, la mayor parte de las "negociaciones" en las compras
diarias se ha hecho muy simple, y de común acuerdo.
En las notas al
margen de muchas traducciones de las Biblias se hacen anotaciones que no son
correctas. Las mismas se han hecho para avalar los criterios de quienes la han
mal traducido y agradar, y estar de común acuerdo, con la iglesia o
congregación a que pertenecen. Nosotros,
afortunadamente, siempre podemos eliminar la mayoría de esas preocupantes "áreas grises", aplicando los
principios elementales que las Escrituras Hebreas nos proveen. Uno de ellos lo
encontramos en los Salmos, “Entonces te deleitarás en el ETERNO, y El te dará los deseos de tu
corazón.” (Salmos 37:4)
Esta es una oportunidad en la que se garantiza el
retorno de nuestra inversión, la
convicción en Su Pañlabra!; de algo planificado y preparado por el mismo ETERNO. Esta es la oferta que NO
debemos negarnos - el único "negocio" que SI debemos hacer en el
SHABBATH.
Todos hemos pasado muchos años defendiendo y
sosteniendo el “día de reposo” como
una de nuestras más importantes y vitales doctrinas. Sin embargo, ¿es posible
que en nuestro afán de reconocer y promover el mandamiento del sábado, como
algo esencial para el verdadero camino hacia la vida Eterna, en realidad hemos
pasado por alto un componente vital de su observancia? ¿Acaso hemos permitido
una cierta confianza en nuestra propia comprensión y la comodidad de nuestras
propias tradiciones, para atrofiar nuestro crecimiento espiritual? El lector
tendrá que responder por sí mismo Sin embargo, esperamos, sinceramente, que
nunca sintamos que no hay más nada que aprender cuando revisamos los
fundamentos mismos de nuestra fe o convicción.
El fin del sicariato Zionista
Yo soy
uno de los veteranos que queda de la Haganah,
que sirvió en el ejército británico y, posteriormente fui uno de los
iniciadores de la Ha'apala
[inmigración ilegal] y sobreviviente del Holocausto, que lucho con las fuerzas
victoriosas de la derecha de Gran Bretaña en llegar a las costas de este país.
Sus
barcos de guerra y sus soldados, los que habían luchado y derrotado al peor de
sus enemigos, se acercaron para atacar, con toda su furia y odio, nuestras
barcazas de desembarque que habían llegado a éste país procedentes de las
costas de Italia, llenas de sobrevivientes del infierno nazi. Los barcos de
guerra salieron tras ellos, los encerraron, casi de forma aplastante, matando e
hiriendo a muchos de sus pasajeros.
Y ahora
observo con horror y el corazón roto, la
repetición de las mismas escenas -, pero con los papeles invertidos. Son ahora
los soldados y marinos de las fuerzas armadas que se jacta de ser las
"Fuerzas de Defensa de Israel" los perseguidores y asesinos. No hay
límites ahora para describir las desgracias, la crueldad y la hipocresía que
envuelven nuestros actos delictivos, mismos que tratamos de envolver con
palabras de mentira y maldad.
Estoy
deprimido en el fondo de mi corazón... ¿cómo hemos caído tan bajo??? ¿Cómo nos
hemos convertido en un pueblo impío y
cruel, pasando de perseguidos a perseguidores?
¡Sí!
Eso era de esperar! Durante 19 años nos “hemos conformado" con un sistema
de gobierno militar sobre la minoría
árabe que permaneció unida con nosotros después de la Guerra de la
Independencia, para desposeerlos desposeer y discriminarlos. Han seguido 43
años de bravatas nacionalistas embriagantes, que se han extendido, después de
nuestra victoria en 1967, a través de nuestra gente, como si fuese una droga
adictiva, y que trajo al movimiento de la Gran Israel al poder y que los mantiene aún en el poder
desde ese entonces.
Nuestra
oportunidad dorada como vencedores, para hacer la paz con el pueblo palestino,
se desvaneció de inmediato. El régimen fascista sionista que allí rige, al
estilo de la Italia fascista que aplicó en el norte de África, es la que conquista y coloniza de forma
violenta la tierra de Palestina y su
pueblo ... Pero con el último movimiento dado, la carga tragicómica de la
ridícula "armada zionista” es un esfuerzo para reforzar su dominio
en un enclave donde moran un millón y medio de
miserables palestinos, allí en la
Franja de Gaza; acción en la que nuestro pequeño y arrogante pueblo ha ido
mucho más lejos.
El
enorme peso de la injusticia y la loca maldad
de los sicarios que Israel tiene sobre sí, provocará su caída más
rápidamente. Ya el futuro cercano y predecible está a punto de destruir las
posibilidades de supervivencia de la Israel de hoy. El "Mene Mene" de
la destrucción está ya inscrita con sangre en nuestras paredes. ¡Ay de nuestros
hijos, nuestros nietos y bisnietos a quienes dejamos tal legado...
Dov Yirmiya Nahariya
18/06/10
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